Caminó lentamente y podía escuchar atentamente cómo sus tacones sonaban por el suelo de madera, a pesar de que había gente de etiqueta, en verdad se sentía inquieta entre tanta gente en especial personas de su edad que tenía mucha etiqueta, se sintió fuera de lugar.
—Me encanta venir aquí.—Hablaba con entusiasmo Axel mientras se metía las manos a los bolsillos delanteros de su pantalón negro.
—La primera vez que salimos juntos también me llevaste a una cafetería muy mona y algo cara.—Lo último lo dijo _______ de forma baja.
—Hablas como si fuera una cita.
—Más quisieras.—Contestó ella con la primera risa después de todo el trayecto desde la mansión.
—¿Estarías dispuesta?—Propuso él de forma coqueta, pero la latina solo se lo tomó como una broma de mal gusto.
—Que gracioso.—Comentó para después sentarse en un sillón de tela azul.
—Eso significa que alguien más tiene tu corazón.—Dramatizó el francés pretendiendo haber sido herido.
—Pues sí.—La latina afirmó e instantáneamente su móvil sonó.
"Te amo, volveré pronto."
Leyó la niñera en su mente y sus ojos se cristalizaron.
—Hoy no pienses en él.—Axel se acercó a ella y tocó su mejilla con sus manos cálidas.
—Bebamos hasta que me canse.
—Teníamos que haber comprado una botella de whisky y tomárnosla solos, tal vez era la mejor solución.
La joven soltó una risa y soltó la carta que momentos antes había ojeado.
—Me decido por un mojito.
Lo que quedó de tarde hacia el anochecer transcurrió tranquilo, ambos no estaban bebidos a pesar de haber pedido una botella de vino y fue cuando _______ se decidió por la propuesta de de ir a por la botella de whisky.
—Sabes, lo he estado pensando y me convence más la idea de tomarnos una botella de whisky entre tú y yo.—Habló mucho más suelta mientras se terminaba lo que quedaba en su copa.
—¿Segura?¿Tú no trabajas mañana o que?
—No es la primera vez que voy con resaca al trabajo y emocionalmente me hace bien beber, la gente dice que eso no sirve para curar todo eso que sentimos, pero para mí es lo mejor.
—Entonces coincidimos en algo.—Axel pidió la cuenta y tras pagar con su tarjeta de crédito, ambos tomaron el coche.
La chica cerró los ojos sintiendo el aire, que entraba por una ventanilla bajada, chocar contra sus mejillas, hasta que instantes después su cabello chocó contra sus ojos.
—¿Tú te crees que esto es una película de Hollywood?
—No, pero déjame ser por favor.—Pidió con el ceño frunciendo y un tanto avergonzada mientras trataba de arregla cada y algunos pelos que se le estaban por meter en la boca.
Pararon en un bazar chino y Agreste mayor aparcó y la de ojos oscuros lo esperó en el coche hasta que lo vio con la botella, un par de vasos, una bolsa de hielos y una sonrisa en la cara de oreja a oreja que momentos más tarde cuando se volvió a subir al coche pudo apreciar mucho más.
—¿Y ahora dónde vamos?—Cuestionó la latina.
—Tú solo espera.
Podía notarse como los rayos del sol comenzaban a desaparecer y las luces artificiales de las calles comenzaban a encenderse, muchas familias se dirigían a casa y muchas otras seguía paseando por el buen tiempo. Y eso dio paso a una gran idea para el futuro médico.
Aparcó cerca de un parque grande y a la joven se le iluminó la mirada porque recuerdos de su adolescencia comenzaron a pasar por su mente.
—¿Ya habías estado aquí antes?
—Sí, cuando era pequeña vivía cerca de aquí y cuando comencé a salir con mis amigos a pasear por ahí, veníamos de vez en cuando para pasar un momento tranquilo.
No era considerado un parque común porque parecía un bosque más que un simple lugar de diversión, habían altos árboles y un camino largo por el que caminaban los visitantes o pasaban los ciclistas, no era algo que terminaba a la vuelta de la esquina pero tampoco era un lugar infinitamente mágico.
—De haber sabido esto no venía en tacones.—Mencionó ______ mientras trataba de caminar de no caer de bruces en el césped verdoso amplio que a su vez abundaba.
—¿Te puedo ayudar?—Él le ofreció su mano en símbolo de ayuda y ella prefirió tomarlo del brazo para que no notara los nervios que había comenzado a sentir porque solo al principio podía haberse fijado en su físico, pero más tarde le había restado importancia porque era como ver a Adrien en un espejo inverso.
—Así si me caigo tú también lo haces.—Trató de hacer una mueca buscando parecer graciosa pero el peli-negro arrugó la cara.
—Si te caes te suelto.
—A veces me pareces realmente desagradable.—Ambos bromearon hasta llegar a una merendero de madera y se sentaron uno frente al otro.
—Imagina que tenemos 15 años y que estamos haciendo ilegalmente un botellón.—Trató de ambientar Axel mientras servía hielos en los vasos.
—No hables como si hubiese pasado muchísimo tiempo yo recién voy a cumplir 21, además yo creía que los botellones eran legales.—Comentó la de ojos oscuros mientras abría la botella y servía la bebida.
—¿Para los menores que no pueden beber alcohol?
—Bueno legales para los menores no, pero sí legales para los mayores de edad sabes—miró un momento a su alrededor y lo volvió a mirar.— Oye, ¿tú crees que debemos hacer esto aquí?—Preguntó ella mientras se aseguraba que la tapa estuviera bien puesta y no caía nada del alcohol.
—No estamos haciendo ruido, solo somos dos y una botella, además está anocheciendo y casi no hay gente.
—Pues bebamos todo hasta que no quede ni una sola gota.—Los dos brindaron y ______ se tomó todo de un solo y fue cuando el chico supo que ella estaba desesperada por ahogar todos sus pensamientos en recuerdos borrosos.
—Bueno ya que estoy pagando todo, creo que podrías pagarme diciéndome la causa de que estés llorando.
—Está bien, has tenido que aguantar todos mis lamentos así que vale, pero si te aburre me paras, pero por favor de forma delicada no quiero llorar más.—Advirtió mientras se servía otro vaso y se lo tomaba.
—Vale.—El mayor apoyó sus brazos mientras bebía algo de su vaso.
—Yo tenía un novio que lo conocía desde el instituto y aunque a mi no se me dan bien las relaciones, fue el chico que más tiempo estuvo conmigo y esas cosas sabes. Nuestra relación no iba mal, incluso íbamos a mudarnos juntos y todo aunque yo soy muy joven, pero había sido el único que había apoyado mis decisiones que mis padres no aceptaban como no ir a la universidad y ese tipo de cosas, bueno que me estoy yendo por otra rama. La cosa es que como siempre me había estado ayudando, le había llegado una oferta de pertenecer a una banda, un sueño para él, por lo tanto nunca habríamos podido vernos casi nunca por sus conciertos y esas cosas, así que lo dejamos.—El de los ojos azules notó como ella tomaba se tomaba otro vaso y las orbes de ella comenzaban a cristalizarse.—En verdad había sido lo que menos había querido, pero incluso hubiese preferido saber que me engaña y a lo mejor tenía un buen motivo para olvidarlo.
—Pero si eso ocurrió hace un tiempo, ¿por qué estabas llorando hoy?
—Porque él regresó para dar unos conciertos aquí y eso me alegró muchos sabes, porque se iba a quedar 1 mes y eso, pero hoy de repente me dijo que tenía que irse por ahí, y nos habíamos visto cuando recién volvió y me dijo muchas cosas bonitas, todo estaba bien y por un momento si me hubiese pedido que lo acompañara en su gira y en sus conciertos, hubiese renunciado a todo.—Sus lágrimas empezaron a salir una vez más y observó como la botella iba por la mitad y que ella comenzaba a hablar de forma torpe.—Fui la única que estuvo esperando por él durante este tiempo porque soy estúpida, porque no podía pensar tener una relación amorosa con nadie más que no fuera Luka y siento que perdí mi tiempo porque no sirvió de nada porque se fue otra vez.
Axel se colocó a su lado para frotar la espalda de la joven amistosamente, porque se dio cuenta de que los deseos que sentía no podrían ser cumplidos. Él vivía la vida, no destruía corazones, sabía los límites y todo eso fue su borde, había creído que _______ se había tenido una pelea con algún amigo o incluso a un novio al que en verdad no le hubiese tomado importancia, pero no podía con los sentimientos rotos de las personas, porque sabía lo que era eso.
En cambio ella se giró hacia Agreste mayor y buscó un abrazo de consolación aferrándose fuertemente, porque todas las personas necesitamos a alguien con quién poder soltar toda nuestra frustración y aunque la niñera sentía desamor también se sintió atormentada por ser la única tonta que se quedó en el pasado. Así que levantó la cara llena de lágrimas, con parte de su maquillaje y se quedó muy cerca del rostro del chico y él solo pudo dirigir sus ojos a los labios de ella, como reacción la latina lo besó de forma tímida y el pelinegro no pudo resistirse.