"¿Querrías venir a Florida?" Dream pregunta.
No es como si nunca hubieran hablado de ello antes, porque lo han hecho, en llamadas de voz cuando nadie más estaba despierto, a mitad del juego cuando la adrenalina de Dream corría fuerte, noches duras cuando le ofreció a George un lugar de refugio de ciertos problemas familiares.
Ha existido como un respaldo, una inevitable acumulación de sus años de amistad. Sin embargo, permaneció, aún, sin seguimiento. Dream espera que George lo tome en serio.
"...a Florida?" George hace eco con tímida sorpresa. "Como, ¿visitarte?"
"Sí", responde Dream, "siempre hemos hablado de ello. ¿Por qué no hacerlo pronto?"
"O-oh. Bueno, por supuesto que quiero hacerlo, es sólo que", George duda. "Hay mucho que considerar."
Un ceño fruncido tira de las esquinas de la boca de Dream. No esperaba esa respuesta. "No tiene que ser pronto, si eso ayuda... tengo habitaciones libres y mucho espacio. O podrías quedarte en un hotel, no lo sé".
La voz de George es tranquila. "Gracias por la oferta, Dream. Lo pensaré."
Su corazón se hunde. Los escalofríos se extienden por su piel, y lleva sus rodillas hacia su pecho.
Recuerda haber estado sentado en el mismo lugar en el piso de su baño días antes, gotas húmedas que se deslizaban por su cuello mientras la canción inolvidable reverberaba en su cráneo. De alguna manera, se siente tan débil y vulnerable en el silencio de George como cuando estaba envuelto en su toalla de algodón.
Ya ha llorado aquí antes, tendido en el frío suelo con lágrimas silenciosas y papel higiénico hecho una bola. También ha celebrado cuando se mudó por primera vez a la casa y necesitó un momento lejos de su madre y hermana que lo visitaban.
Estar confinado por las paredes blancas y los armarios grises hace aflorar las emociones crudas que ama o destruye.
"No estoy tratando de excederme, parece que estás incómodo ahora mismo", Dream comienza lentamente, "pero tengo que saber. En el pasado, te has emocionado por venir a verme. ¿Hay... hay alguna razón por la que no lo estás ahora?"
Las luces de arriba se atenúan momentáneamente, y luego se iluminan de nuevo. Dream se pellizca las cejas en confusión.
"¿Por qué tuviste que preguntar eso?", dice George de un tirón, pero es más que nada para sí mismo. Los labios de Dream se separan para refutar, y George continúa, "no es personal, Dream. Por favor, déjalo."
Los pinchazos amargos se acumulan en su estómago. Conoce la voz de George demasiado bien. "¿Me estás mintiendo?"
"No, no lo hago".
Se siente enfermo. "George".
"No sé si tengo suficiente dinero, o cómo son mis planes familiares... no se trata de ti", George casi suplica.
"¿Es eso realmente cierto?" Dream pregunta.
La presencia de George es sofocada por un silencio agudo.
Las palabras de Dream son pequeñas. "¿Por qué no quieres verme?"
"Quiero", asegura George fervientemente, "ese es el problema. Quiero verte tanto que..." su voz se desvanece, "... estoy asustado de lo que pasará cuando lo haga."
El viento exterior ruge más allá de su ventana, y el aire es tomado de los pulmones de Dream. En la habitación congestionada flota el débil olor de la tormenta.
"Asustado", reitera Dream con una suave incredulidad, "¿de qué?"
"No sé cómo explicarlo", murmura George.
Dream envuelve un brazo alrededor de sus rodillas. "Inténtalo. Por favor".
George toma un respiro. "No soy bueno en esto - hablando de cómo me siento. ¿Está bien?"
El corazón de Dream se suaviza. "Ya lo sé".
"Tú dices lo que sea que estés sintiendo, todo el tiempo, como si no supieras o no te importara cómo te hará ver. Es ridículo, quiero decir, ¿quién hace eso?"
Suavemente, repite, "Lo sé".
"Te conozco desde hace mucho tiempo, y eres un gran amigo y yo...", George hace una pausa. "Me preocupo por ti, porque ha funcionado, en línea. Siempre ha sido en línea. ¿Quién dice que en el momento en que nos encontremos en persona, no tendremos nada de que hablar? O que nos encontramos y todo va tan bien que... ¿se acabó?"
Dream aprieta su mandíbula.
"Ese momento anticipado ha terminado. Todo lo que hemos hablado en los últimos años simplemente... pasa, y las expectativas se han ido," George continúa, "y tú dejas de hablarme."
"Yo no lo haría", dicta Dream con calma.
"Eso no lo sabes".
"Lo sé", jura, "No me importa lo que pase". Si de alguna manera me quieres. "No voy a ir a ninguna parte." Si tu tampoco lo haces. "Estoy aquí".
George suspira. "Aprecio tu confianza, pero aún así. Todo va a ser diferente de lo que esperamos que sea."
El reconocimiento hace clic en el cerebro de Dream. Compartió una conversación similar con George hace años, y aprendió que George considera su vida un cuidadoso equilibrio entre las expectativas y la realidad. Cuando las expectativas caen, y él se queda con una gran decepción, es paralizante.
"¿Te preocupa que no esté a la altura de tus expectativas?" Dream pregunta.
"No", dice George. "Tengo miedo de que lo estés."
Las palabras en respuesta se elevan y luego mueren en la lengua de Dream, cargadas de pérdida y confusión. Espera que George no espere mal de él; cómo es, o quién es en la vida real.
Escucha un suave golpeteo al pasar la cortina transparente, y levanta la cabeza para ver la ventana abierta. El cielo exterior está oscurecido por nubes de lluvia.
"George", se calla, levantándose lentamente a sus pies mientras un sentimiento de maravilla infantil se hincha en su pecho, "George".
"¿Qué?" George pregunta, cansado.
Una vez que está de pie, puede ver a través de la pantalla nebulizada. Sus palabras salen en un susurro, "está lloviendo".
"Uh-"
"¡Está lloviendo!" Se agarra el teléfono al oído mientras sale del baño. "Oh Dios mío, ni siquiera me di cuenta... ¡es un descanso, es un descanso!"
Sus pies lo llevan por el pasillo, pasando por debajo del tragaluz que está salpicado de manchas de agua. Sus calcetines se deslizan por el suelo de madera.
"¿Un descanso?" George dice para aclarar, y Dream puede oír un leve rastro de diversión en su voz.
"En la ola de calor", Dream sonríe cuando ve las puertas de cristal de su patio trasero. La hierba está empapada de un verde vibrante, los arbustos y palmeras azotados por el viento, y su patio de hormigón está teñido de gris oscuro. "Cuando se rompa, bajará. El calor bajará."
Escucha a George reírse ligeramente. "Creo que nunca he oído a alguien tan emocionado por la lluvia."
"He sido miserable aquí, ni siquiera lo sabes," divaga Dream, presionando una mano contra el vidrio fresco, "día tras día, sudando balas, el tipo del aire acondicionado está reservado para otra semana, y Dios, en la playa hoy fue horrible, casi me aso ahí fuera..."
"¿La playa?" George interrumpe.
Dream se tambalea.
"¿La que me contaste?"
"Sí". No tenía la intención de ocultárselo a George, pero por alguna razón, se siente terriblemente privado. "Por eso estaba en Miami".
"Pero... tú odias la playa."
"La odio", dice cuidadosamente, "más o menos. Últimamente he estado... perdido, supongo. Esa pesadilla contigo realmente me sacudió, y me trajo muchas cosas que no sabía que había estado guardando."
"Oh," las voces de George con preocupación. "¿Cómo qué?"
La mano de Dream cae lentamente desde la puerta transparente. Mira fijamente al patio, y observa la lluvia.
"Como mi padre", confiesa, palabras que salen de un profundo hueco en su corazón. "Él... solía llevar a mi familia allí todo el tiempo, cuando yo era pequeño. Lo llamaba 'laguna de amor', o algo así, y hacía reír a mi madre. Lo recuerdo tan claramente. Su mano en su hombro, y ella riéndose." La tensión se eleva en su mandíbula; alrededor de sus sienes. Un trueno se rompe en el cielo exterior. "Cuando él se fue, ella no se rió por un tiempo. Y... y nunca volvimos."
Abre la puerta, y el sonido de la lluvia se duplica en sus oídos. El aire templado adorna suavemente su fachada. Es el más frío que ha sentido en eones.
"No mucho después, empecé a tener esas pesadillas. Supongo que me hizo algo", dice Dream, "me partió por la mitad".
Después de un momento, George habla. "¿Cómo es que nunca lo has mencionado?"
"Creo que tengo miedo de acercarme demasiado a ti", dice. Creo que recientemente he descubierto por qué.
La lluvia cae constantemente.
"Yo también", dice George. Su voz está latente con lo que suena como un alivio. Parte de la angustia de Dream se asienta.
"Visítame", ofrece de nuevo. "Es lo más cerca que podemos estar".
George resopla. "No puedo decir si eres autodestructivo o sólo un buen amigo".
Sonríe, "¿y si soy ambas cosas?"
"Entonces mi madre tenía razón sobre ti", dice George, "eres un problema".
La cara de Dream se calienta inesperadamente. "¿Le hablas a tu madre de mí?"
"Sí", murmura George, "le hablo de las cosas importantes".
Su estómago se agita. "¿Soy una cosa importante?"
"Lo eres".
Dream sale al exterior, protegido por el saliente. Salpicaduras de agua rocían ligeramente sus calcetines. "No creo que nada cambie si nos encontramos en persona, ya sabes". Espera, débilmente, no parecer desesperado. "Las cosas importantes se quedan por aquí".
"¿Cómo puedes estar tan seguro?"
Su corazón late. "Porque me preocupo por ti mucho más de lo que crees. Aunque las cosas cambien de alguna manera, nunca dejaré de querer hablar contigo."
"No lo entiendo", respira George, "por qué me dejas esas cosas a mí y no a Sapnap o a cualquier otro".
"Eres diferente", murmura Dream. No sueño con ellos. No me obsesiono con ellos.
Extiende una mano más allá del toldo. Entre breves momentos de aire húmedo, gotas de lluvia fría caen sobre su piel.
Desde el silencio, atrapa a George diciendo suavemente: "Puedo oír la lluvia".
"¿Puedes? ¿Es fuerte?"
"No, es agradable. Hace tiempo que no llueve".
Los dos se calman, se ponen cómodos y escuchan. Dream se asoma a las nubes grises que se oscurecen, preocupado por las líneas eléctricas cercanas. Tal vez debería entrar, localizar sus linternas y preparar a Patches para su época menos favorita del año.
"Clay", dice George tímidamente, "¿puedes describírmelo?"
Exhala un aliento caliente y tembloroso. Haría cualquier cosa que George le pidiera con esa ternura en su voz.
"Es un ligero aguacero por el momento", explica en un tono bajo, "pero se está volviendo más pesado". Se están formando charcos en mi césped... todo está verde y empapado. Y es hermoso". Inclina su barbilla hacia el cielo. "Cuando miro hacia arriba, puedo ver la lluvia cayendo en estos pequeños puntos grises. ¿Alguna vez trataste de atraparlos en tu lengua, cuando eras niño?"
"Sí", susurra George.
Por alguna razón, envía escalofríos por la nuca de Dream. "El cielo se ve diferente, tratando de atraparlos. La tormenta sobre mí se mueve tan rápido que puedo ver el viento en las nubes." Inhala. "También puedo oler el océano".
"¿Tienes frío?"
"No", murmura, "es muy húmedo aquí. Me mantiene caliente." Se limpia la mano en la camisa. "Las tormentas tropicales son otra cosa. Ojalá pudieras verlo por ti mismo".
Sería más que reconfortante tener a George de pie y ver la lluvia con él. Tal vez me dejaría envolver mis brazos alrededor de su cintura, piensa con desesperación, y lo sostendría cerca, por un tiempo.
"Ojalá yo también pudiera", dice George. Después de un rato, añade, "quizás llueva cuando venga a verte".
Los ojos de Dream se abren de par en par. "¿Qu-qué? ¿Qué?" Su pulso comienza a acelerarse. "¿Cuando tú... qué?"
"Creo que voy a visitarte", George promete, "me has convencido".
"¿Lo he hecho?" Dream se repite, agudizando la voz por la emoción.
George se ríe débilmente. "Sí, tonto."
"Oh, Dios mío", el regocijo lo recorre por completo a través de su piel, "George, oh, Dios mío. ¿Voy a verte?"
"Vas a verme", George hace un cálido eco.
Dream pasa una mano por su cabello. "¿En la vida real, en Florida?"
"Sí, Dream". Pero tengo una condición, para que sea menos estresante para mí", dice George.
"Por supuesto, sí, ¿cuál es?" Dream pregunta, el corazón martilleando en su pecho.
"Me gustaría que Sapnap estuviera allí también".
-
"Oh, diablos, sí, amigo, me encantaría ir", dice Sapnap. "¿Cuándo estaban pensando?"
Dream ajusta el micrófono de sus auriculares y se desplaza en su silla. "Probablemente en unos dos meses más o menos? No estoy seguro de las fechas todavía."
"Sí, voy a estar ocupado por un tiempo, por eso no lo haremos antes", explica George.
Dream había sido arrancado de su maravilla de la tormenta refrescante por la persistencia de George de que se unan a una llamada con Sapnap. Fue calentado por el entusiasmo que George mostró después de haberse recuperado de sus ansiedades iniciales sobre la visita.
"Eso podría funcionar, tendré que comprobar cuando mi- uhm, amigo venga a la ciudad este otoño", Sapnap responde, "aparte de eso creo que estoy bien".
Dream presiona sus labios juntos en sospecha. Sale del servidor para enviarle un mensaje privado: ¿amigo?
Sí, Sapnap responde, simple y llanamente.
No está molesto por la adición de Sapnap como él mismo esperaba. Su presencia libera la tensión de las entrañas de Dream, puede ser más fácil para él evitar lo que George le hace sentir si Sapnap puede ser su amortiguador.
Dream tararea. "Muy bien. Genial. Pueden quedarse en mi casa cuando vengan, así que no se preocupen por reservar un hotel o algo así".
"¿Vas a arreglar el aire acondicionado?" Sapnap pregunta.
Dream se ríe. "Sí, sí, lo prometo. No estoy tratando de hervirte vivo."
"Aw", dice George, "¿no llegaremos a ver un Dream sudoroso?"
Dream pone los ojos en blanco. "Lo siento, cariño, pero no. Puedo enviarte fotos ahora mismo si quieres."
"Cierra la boca", George se exaspera inmediatamente.
Sapnap se ríe. "Puedo enviar algunas también."
"Hazlo, Sapnap. Te reto."
"Es una trampa", dice Dream apresuradamente, "George guarda las fotos para chantajearnos. No lo hagas."
"Eso es malvado", dice Sapnap, "¿qué es lo que filmó?"
Dream se ruboriza. "Nada..."
"Nada", se apresura George.
Su llamada queda en silencio.
"... No puedo esperar a verlos a ustedes, idiotas, interactuar en persona", dice Sapnap.
Dream no puede envolver completamente su mente alrededor de él. Ha conocido a Sapnap antes, y fueron unos días emocionantes y divertidos, pero ver a George, poder hablar con él y reírse con él y tocarlo...
"¿Qué tipo de cosas se puede hacer allí?" George pregunta.
A mí. "Um, películas, bares, natación", Dream dice, "puedo hacer algunos planes para nosotros".
"¿Clubes?" Dice Sapnap.
Dream se ríe. "Quiero decir, sí, si quieres."
"Preferiría no hacerlo", dice George.
"Demasiado picante para George".
"Lo que sea, Sapnap", regaña George, "aunque realmente, ¿cuán caliente va a ser?"
"Se empezará a enfriar", Dream dice débilmente. "Es bastante cálido todo el año, lo más frío que hace en invierno es como, 60 grados. Pero ustedes tendrán algo de la temporada de tormentas."
"Genial", dice Sapnap, "huracanes".
"No es genial", corrige Dream, "la gente puede morir".
Sapnap hace un sonido de dolor. "Aún asi es mejor que los tornados".
"El clima americano es aterrador", dice George débilmente.
"Il climi imiricini is itirridir" Sapnap imita pobremente. Dream se ríe.
"No te preocupes, Georgie, podemos mantenerte a salvo", dice con acento imitado.
"Tal vez no debería comprar un boleto."
"Noo", dice Sapnap a través de risas, "haremos un pacto, ¿de acuerdo? Dream y yo haremos un pacto para no molestarte".
Dream levanta las cejas. "¿Lo haremos?"
"Sí, Clay, vamos", dice Sapnap. "Firma el pacto verbalmente".
Dream suspira. "Te doy mi firma verbal".
"Bien, gracias", dice George, "¿qué pasa si rompes el pacto?"
"Entonces te damos un besito", responde Sapnap.
Dream sonríe.
"Un besito", repite George, sonando exhausto.
"Estoy de acuerdo con eso", dice Dream con entusiasmo. "Un pequeño picoteo".
"Un besito", continúa Sapnap.
"Bien", murmura George en la derrota, "considera el pacto sellado, sólo deja de ser molesto. ¿Deberíamos decirle a los suscriptores, o mantenerlo en secreto?"
"Tal vez una vez que hayamos comprado los boletos", dice Sapnap. "Se van a volver locos".
"Oh sí, ¿pudiste conseguir un vuelo sin escalas a Florida cuando fuiste la última vez? ¿O hay algún otro lugar por el que pasaste?" George pregunta.
Sapnap comienza a explicarle a George su experiencia de vuelo, y sus palabras se deslizan lejos de la atención de Dream mientras él educadamente las desconecta.
Se gira en su silla para mirar por su ventana; las persianas se han subido para poder ver la lluvia. Ahora está cayendo de forma constante, y el viento ha amainado, permitiendo que caigan gotas rítmicas desde la cuneta.
Se pregunta si el nido del pájaro sobrevivirá a la tormenta. Las crías probablemente ya eran lo suficientemente grandes para volar, así que podrían reubicarse en un lugar seguro.
Frunce el ceño. Tal vez debería hacer algo al respecto.
"¿Qué piensas, Dream?" pregunta George.
Mira fijamente las nubes de tormenta. "¿Hm?"
"Te he preguntado qué piensas", repite George.
"¿Sobre qué? Lo siento, no estaba escuchando."
"Unirnos al directo de Karl", Sapnap aclara. "Está en vivo ahora mismo y me envió un mensaje de texto para entrar en el servidor."
Dream suspira, girando para enfrentar su pantalla brillante, "bien".
Cuando se han conectado al juego, la voz soleada de Karl ilumina su llamada inmensamente. Él y Sapnap discuten, deciden construir una casa en el árbol, y comienzan a referirse el uno al otro sólo con seudónimos relacionados con la arquitectura.
George se ofrece a construir una casa del árbol vecina con Dream. Vagan por el bioma de la selva hasta encontrar un árbol lo suficientemente alto para trabajar. Después de unos minutos, George comienza un directo también.
A veces, la dinámica de Karl y Sapnap recuerda a Dream un período anterior de su amistad con George cuando se habían conocido por primera vez. La calidez, la curiosidad y la timidez, son casi tangibles cuando se conoce a un nuevo amigo. Recuerda haber sido tímido para no ofender a George, navegando su sentido del humor y su personalidad con cuidado.
Dream mira a través de su pantalla, donde George está colocando tablones de madera para levantar las paredes.
Incluso al principio, ¿mantuvo la gentil admiración por George que ahora lo está consumiendo? Sus recuerdos de George siempre han sido como su sueño; empapados en miel y oro brillante.
Tal vez no vino de la nada.
"¿En qué estás pensando?" George pregunta.
Dream se vuelve a centrar en el juego. "Cuando nos conocimos, en realidad".
Karl se asombra. "Cuéntanos, Dream, ¿fue en el jacuzzi de Nickelodeon?"
Se ríe. "Ojalá".
"Oh, George acaba de poner los ojos en blanco, lo vi en su directo", dice Sapnap.
Dream sonríe. "¿Qué quieres que haga, que lo castigue?" Él escucha un débil eco de retroalimentación de su micrófono.
"Fuiste un pequeño robot allí, ¿qué dijiste?" Karl pregunta.
"Nada, no importa", dice Dream, y oye a los demás reír.
"Tu señal se esta cortando", asiste George.
"¿En serio?" Dream vislumbra su ventana; se ha oscurecido afuera, pero el viento está arrancando la corteza de las palmeras cercanas. "Debe ser la tormenta".
"Realmente no está hablando inglés ahora mismo", murmura Karl.
Sapnap se aclara la garganta. "Sí, tal vez debería irse y volver a unirse... No lo sé."
"No creo que eso funcione", dice Dream. Si es un problema debido al clima, está impotente.
El trueno retumba en la parte superior.
"Creo que dijo que no cree que volver a unirse funcionará", reitera George.
"Dream, tal vez tú..."
Su monitor se vuelve negro. Golpea las teclas y hace clic incesantemente, pero no es nada.
"Mierda", murmura, estrechando los ojos en la oscuridad para localizar una gran linterna que había colocado antes en su escritorio. Pasa a tientas por el escritorio hasta que la punta de sus dedos se conecta con el mango de goma.
Una luz amarilla se derrama de sus manos, iluminando su teclado inactivo y la configuración del ordenador. Las sombras que se avecinan se extienden por sus paredes mientras mira rápidamente los cables que están debajo de su escritorio.
Insulta de nuevo. Se ha ido la luz.
Saliendo rápidamente de su habitación, llama a Patches, escudriña el pasillo y abre las puertas con el foco circular. Ella odia las tormentas, él lo sabe, y la casa negra. Su voz resuena desde los altos techos.
Acurrucada en la entrada del baño, ella parpadea en el brillante rayo que él le apunta.
"Hola, cariño", dice él tiernamente, tomándola en sus brazos. Ella tiembla ligeramente. "Estás bien, ven conmigo".
La lleva a su dormitorio y la deja anidar en sus almohadas y mantas. Con las persianas de la ventana bajadas, los últimos rastros de luz del día le dan un lavado azul descolorido.
Su teléfono zumba repetidamente en la cama donde lo había tirado antes. Lo ignora por ahora, y encierra a Patches en su habitación mientras agarra la caja de velas y linternas de su garaje.
A pesar de las fuertes ráfagas de viento y ocasionales relámpagos, esto sigue siendo mejor que un apagón.
Después de encender algunas velas y colocarlas en su habitación, se instala. Su teléfono tiene una afluencia de notificaciones de Karl, Sapnap y George preguntando a dónde fue.
Mi energía se apagó, le manda un mensaje a George.
Inmediatamente su teléfono comienza a sonar. El contesta.
"¿Estás bien?" George pregunta en el momento en que recibe la llamada.
"Estoy bien, un cable de alta tensión debe haberse caído o algo así", dice Dream, "está oscuro".
"¿Tienes alguna idea de cuándo volverá a encenderse?"
Dream lucha contra una sonrisa cariñosa. George suena preocupado. "Esto no dura mucho en mi barrio, así que probablemente mañana. Siento lo de nuestra casa del árbol".
"Está bien, Karl y Sapnap dijeron que ayudarían a terminarla."
"¿Sigues hablando con ellos?" Dream pregunta. Patches se acuesta a su lado en silencio.
"En el juego, pero dejé la llamada para poder hablar contigo."
"Qué dulce", dice, "Apuesto a que esos dos están felices de tener un tiempo a solas juntos".
George se ríe. "Sigo transmitiendo, Dream."
Conecta la llamada a su auricular. "Oops". Navegando a la aplicación Twitch de su teléfono, hace clic en el directo de George.
La perspectiva de George en Minecraft carga en la pantalla de Dream, y sus ojos instintivamente se dirigen a la auto-cámara en la esquina mientras habla, "así que ¿qué vas a añadir a la -"
Su lengua se adormece.
George lleva la sudadera con capucha con la que envió una foto antes, y sus auriculares han sido bajados alrededor de su cuello. Los colores azul marino resaltan la oscuridad de su pelo y sus ojos, pero su cara brilla con fuerza.
La fantasía regresa a la mente de Dream en flashes: la mandíbula de George en sus manos, los ojos marrones, sus dedos separando suavemente los labios de George. Pensé que, aprieta su mano, esto había terminado.
"Te cortaste por un segundo", dice George y Dream observa cómo su boca se mueve mientras inclina el teléfono en su mano. "¿Qué querías decir?"
"Te ves bien con esa sudadera", dice Dream de repente. Cierra los labios.
Los ojos de George revolotean sorprendidos y una sonrisa se abre paso por su cara. "Gracias".
El pecho de Dream florece con calidez al ver su timidez. "De nada". Como está en el altavoz, el chat estalla en pánico y elogios. "¿Qué más vas a hacer por la casa del árbol?"
"Um", George muerde suavemente su sonrisa, "No estoy seguro. Sapnap quiere que haga un puente hacia su casa."
Karl envía un mensaje en el chat del juego: haz un jacuzzi.
"Está tan obsesionado con eso", se queja Dream.
Estoy celoso, Karl escribe.
Dream se ríe débilmente. "¿Qué, estás tratando de verme en traje de baño?"
"Oye, oye", dice George rápidamente, "manténte PG, o colgaré".
El chat se inunda instantáneamente con cientos de protestas.
"No molestes a tus fans", se burla Dream, "el chat sabe que me amas demasiado".
George pone una cara. "Eres un estúpido".
Sapnap dice, deja de coquetear y vuelve a la casa del árbol, perra.
"No lo estoy", dice George, exasperado. Empieza a recoger más madera de la selva. "Si realmente estuviera coqueteando creo que Dream no sabría cómo manejarlo".
Su cara se sonroja. "Eso no es verdad." Tan, tan cierto.
Karl envía un mensaje: mejor línea para coquetear, vamos.
George suspira. "No vamos a hacer eso. Hazlo en tu directo, Karl, déjame fuera de esto."
"Perdona, George", dice Dream educadamente con una sonrisa, "¿tienes un corazón extra? Creo que el mío ha sido robado."
George hace un ruido en protesta. "Ese es simplemente estúpido. ¿Lo buscaste o lo tienes encerrado en tu cerebro?"
Dream se detiene. "¿Cuál es más cringe?"
"Ni siquiera lo sé".
¿Eres una aspirina? Sapnap contribuye, porque me gustaría tomarte cada cuatro o seis horas.
"Aún peor", dice George.
Dream se ríe. "¿Cuatro a seis horas? Eso es una especie de libido baja".
Sapnap dispara, ¿cómo es el tuyo Dreamy? Dream pone los ojos en blanco ante el sentido del humor que Karl le saca.
"Sí, Dream, ya que tienes tantas opiniones", George le sigue el juego, "dinos".
Levanta las cejas. "¿Quieres hablar de mi libido ahora también?"
"Oh, para, sigo con la conversación", George defiende, "estoy siendo educado. Estoy atendiendo a la caridad."
"Si soy una organización benéfica", dice Dream con descaro, "por favor, dónate a mí".
George duda. "No puedo decir si eso es una línea o sólo tú siendo tú. Esto se está volviendo demasiado inapropiado, lo siento, chat."
Dream se ríe. "¿Te sientes frustrado?"
"Me estoy enfadando", George corrige puntualmente.
"Aw", dice Dream comprensivamente, "toma un descanso, entonces. Deja que te calme. Déjame... déjame...", se ríe, "déjame besar tu frente".
"¡Dream!" George grita. "Eso es todo". Se arrastra para presionar los botones de su teléfono, y se pone los auriculares. "Te quito el privilegio de hablar".
Adiós, mi amor :(. Karl envía.
"Maldición", Dream protesta débilmente mientras George deja su teléfono. "Perdóname".
"No lo haré", dice George, pero Dream lo ve sonriendo.
"¿Así que no pueden oírme?"
"No".
Tararea. "Sólo nosotros ahora."
George estrecha sus ojos. "No puedo seguir hablando sólo contigo. Es grosero con los que me miran".
"Termina el directo", bromea Dream, pero su voz baja inesperadamente, "No quiero que hables con nadie más".
George se muerde el labio, y nerviosamente tira del cuello de su sudadera. "¿Por qué... por qué es eso?"
Dream no puede apartar sus ojos de la pantalla. "No lo sé". Cuando George no responde, añade, "tal vez soy egoísta".
Ve que las comisuras de la boca de George se mueven ligeramente.
Dream se burla. "¿De verdad vas a intentar ignorarme? Puedo ver tu cara, eres como una estatua".
"Mhm", George murmura despectivamente. La compostura ante la cámara es fácilmente uno de los primeros principios de George. Siempre es consciente de lo que su público ve o no ve.
Dream se pregunta cuánto se necesitaría para desentrañar eso.
"¿Y si sigo hablando contigo," Dream empuja, "y digo lo que quiero?"
George rápidamente suprime una sonrisa, pero Dream todavía la atrapa.
"Puedo verte sonriendo, tonto", dice, suavizando la voz, "es lindo".
George febrilmente rompe varios bloques en su pantalla.
Sombras anaranjadas bailan en sus paredes debido a las velas de la habitación. "Me gusta poder verlo. Verte a ti".
Dream piensa en el poder ilimitado que tiene en esta situación - sólo George puede oírlo, pero finalmente, será capaz de entender lo que ha estado faltando en sus textos y llamadas todo este tiempo. Un hambre inesperada aviva el fuego en su pecho.
Murmura: "También me gustó la foto que enviaste antes".
Un toque de color rosa claro aparece en las mejillas de George inmediatamente.
Los ojos de Dream se abren de par en par.
Sin aliento, George pregunta, "¿lo hiciste?"
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