✨Corazón acelerado✨
No podía creer que estuviera pasando ¿Desde cuándo las cosas se volvieron así? Era un adulto ya, no podía portarse como colegiala enamorada-
Al principio, le bastaba con solo seguir con la mirada al joven de ojos bonitos, le gustaba verlo pasar, era gratificante, pero luego mirar no fue suficiente... Comenzó a robar pequeñas cosas cuando podía: lápices que el menor mordía, borradores, sacapuntas, hojas en las que había dibujado, botellas de agua. Cada vez las cosas iban siendo más grandes, pero aún pasaban desapercibido.
Pero... Pero esta vez se excedió demasiado.
Y eso nos trae al presente, algo que no puede creer, impropio de sí mismo... Esta vez había robado la sudadera de Jiang Cheng, algo que se notaría demasiado si desaparece.
Estaba corriendo, se detuvo en el baño de las instalaciones de la universidad, metiéndose apresurado a un cubículo y poniendo seguro. Su corazón latía rápido por la adrenalina de ser atrapado, una vez encerrado, tomó la sudadera y lentamente lo acercó a su cara, cerró sus ojos, se recargó contra la puerta del baño y respiró profundo, oliendo un exquisito perfume.
— Jiang Cheng...
Susurró para sí mismo, quien diría que el Xichen limpio que todos conocen tiene una doble cara, quien diría que descubrió una nueva versión suya por alguien que solo ha saludado dos veces.
Disfrutó más de ese momento, se sentía como la primera vez que robó ese lápiz, ni siquiera sabía por qué robaba, pero se sentía bien, las emociones fuertes, algo conflictivas, lo consumían. Las famosas "mariposas en el estómago" se hicieron presentes, se le escaparon varios suspiros ¿Por qué ese chico le hacía sentir así?
— ¿Hay alguien ahí?
Tuvo que salir de su burbuja, su corazón se detuvo por un momento, la voz demandante de quien le robó la sudadera hizo que se le olvidara respirar, de manera abrupta contuvo la respiración.
¿Lo descubrió? ¿Lo había seguido?
— Hmmn.
Jiang Cheng soltó un bufido asqueado, el mayor pensó que lo habían atrapado, eso hizo que le doliera el pecho.
— Dios... Oye, aquí no es lugar para hacer esas cosas. Si te vas a masturbar, hazlo en otro lugar.
Se escuchó el grifo abrirse y agua caer, al parecer ¿Jiang Cheng había venido solo para lavarse las manos? Nunca escuchó cuando la puerta se abrió.
Espero a que el menor se fuera para salir con cuidado, ya fuera, escondió la sudadera envolviendola con su propia chamarra, regresó tranquilo a donde se encontraba su mochila (Que fue protegida por su gran amigo Mingjue) y guardó el gran premio que había robado.
Se había memorizado los horarios de ese semestre de Jiang Cheng, sabía a que hora y por cuál camino se iría, pero no fue intencional, por lo menos no del todo. Como todavía tenía unos minutos libre, los iba a aprovechar para ver a su crush irse, ya que sus clases habían terminado.
— ¿Estás seguro que buscaste bien?
— ¡Sí! Estoy seguro, desapareció de la nada.
Xichen sabía que hablaba de su sudadera, ver a Jiang Cheng de brazos cruzados y enojado le dio ternura, tenía ganas de ir y abrazarlo, pero lo único que podía hacer era quedarse al margen.
— Tranquilo, podemos ayudarte a buscarlo ¿Cierto, Wen Ning?
— S-Sí. Jiang Cheng, sí quieres puedo prestarte mi suéter en lo que buscamos.
— Gracias.
La presencia de Wen Ning era nueva, se había acostumbrado a ver a Nie Huaisang al lado de Jiang Cheng, como siempre, los viernes salían juntos, pero hoy había un tercero. No pudo evitar verse sorprendido, frunció el ceño cuando notó como Wen Ning lo trató de manera especial cuando lo ayudó a ponerse el suéter, demasiado cariñoso, demasiado cerca-
Beber vinagre nunca fue lo suyo, pero...
Se agachó para tomar una piedra, por un momento vio a dos personas acercarse a donde estaba, fingió amarrarse las agujetas, cuando se aseguró que no había nadie más al rededor le aventó la piedra a Wen Ning lo más discreto que pudo. Sí, está rompiendo más de una regla de su familia, pero nadie más lo sabía, así que no iba a sufrir las consecuencias.
[[infantil]]
Quería darle en el hombro, pero por "accidente" cayó en su cabeza, que pena que su puntería fuera taaan mala.
El Wen se asustó y miró por dónde creyó que fue lanzada la piedra, los otros dos hicieron lo mismo, pero sus ojos se encontraron con Lan Xichen, el hombre que era como un ángel caído del cielo, muy buena persona, enseguida lo descartaron.
Xichen les devolvió la mirada, "asombrado", como si no esperaba verlos ahí.
Pasaron dos horas y nada, ni siquiera sospechosos. Nie Huaisang lo convenció para descansar un rato. La frustración se veía completamente en su rostro, estaba cansado, no sabía en dónde buscar.
Se cansó de tanto correr, no encontró su sudadera por ningún lado, no podía perder esa sudadera, en sí, la sudadera le daba igual, lo que le importaba era lo que tenía en el bolsillo ¡Había dejado a Zidian en el bolsillo! No podía perder algo tan importante, tampoco entendía como es que dejó algo tan valioso ahí.
En lo que Jiang Cheng buscaba con sus amigos, Lan Xichen estaba dentro de clases, durante estas metía la mano a su mochila para acariciar la sudadera, llegó a toparse con el anillo y comprendió por qué Jiang Cheng lucía tan desesperado la última vez que lo vio.
No sabía nada del anillo, pero tenía claro que ese anillo era muy especial para el pequeño, así que cuando acabaron sus clases del día, inmediatamente fue a buscar al propietario, esperaba que aún siguiera en la universidad. Cuando lo encontró, puso su mejor sonrisa y jugó un poco con el anillo, se acercó a los tres chicos que estaban recuperando el aliento.
— ¿Jiang Cheng?
— ¿Mmn?
La expresión del menor se relajó cuando vio el anillo.
— Creo que esto es tuyo.
"Oh Dios ¿Realmente es un ángel? Huaisang no mentía" pensó el menor, con esa sonrisa encantadora, su aura tan luminosa y pura, "incluso recordó un detalle de alguien tan x como yo, atento a los pequeños detalles".
— Ah, muchas gracias, me has salvado de una muy grande... ¿Dónde lo encontraste?
— Estaba en el baño del tercer edificio, sobre el lavamanos.
[[Mentir está mal, cada vez vas rompiendo más reglas]]
— De casualidad ¿No encontraste una sudadera también?
— Solo el anillo, perdoname.
— No, no, está bien, muchas gracias.
Antes solo habían cruzado unos saludos, ahora ve al mayor como alguien celestial, cambió mucho su impresión de Xichen. Para ser honestos, nunca le dio atención a su existencia, pero en ese momento estaba muy, muy agradecido.
Pero eso fue un error, un grave error.
— Bueno chicos, que tengan buen fin de semana, nos vemos el lunes.
Xichen se despidió, dejando una sonrisa en los tres, fue con sus amigos que aún conversaban y se despidió de ellos también. Cuando llegó a su casa, tenía una sonrisa radiante en su rostro, cosa que Lan WangJi no pasó por desapercibido.
Una vez en su habitación, sacó la sudadera de Jiang Cheng y se aventó a su cama, olió nuevamente la prenda, su imaginación se echó a volar.
Primero imaginó que lo estaba abrazando, era cálido, feliz, luego que lo tomaba de los cachetes y le plantaba un beso fugaz. Su pecho y estómago se sintieron raro, como si estuviera nervioso.
De imaginar besos a caricias, algo dentro de sus pantalones se hizo presente... Bueno, no era la primera vez que lo hacía, su moral ya estaba algo distorsionada.
Pasó su brazo por una de las mangas de la sudadera, desabrochó el pantalón y se dejó llevar, imaginando que su mano era la de Jiang Cheng empezó a tocarse, de vez en cuando entre-abría los ojos para ver sus propios movimientos, aunque sabía que no iba a ser escuchado, sus jadeos fueron bajos.
Antes de llegar al clímax, acercó más las toallitas húmedas que había en su cajón, cuando se vino, se aseguró de no ensuciar la sudadera y de limpiar lo que ensució.
Luego de bañarse, Xichen se puso la sudadera y comenzó con sus tareas, estaba tan contento que terminó antes de lo que solía tardar. Sin pendientes, relajado, contento, no podía pedir más.
Tres horas más tarde Lan WangJi tocó su puerta.
— Adelante.
Lan Zhan por su lado, asintió y abrió la puerta. Tenía dudas, había visto a su hermano correr en la universidad, se le hizo extraño porque sabía que Xichen no corría al menos de que fuera importante, también le causaba curiosidad la sonrisa cuando llegó a casa. Cuando entró, Lan Zhan se congeló por un segundo... ¿No esa era el suéter de Jiang Cheng? Lo había visto esta mañana con ese mismo suéter, también, en la tarde cuando estaba con su novio, Jiang Cheng los interrumpió para preguntarles si habían visto su sudadera.
— ¿Pasa algo, WangJi?
— Hermano...
— ¿Sí?
Lan Zhan dejó de funcionar.
— No es nada, olvídalo.
En seguida se fue a su propia habitación, no sabía sí comentarle a Wei Ying o decirle directamente a Jiang Cheng. No se lleva mal con el Jiang, le agrada, los silencios son cómodos, y él está de acuerdo con la relación que tiene con Wei Ying, suficiente para que le caiga bien.
~💙~
Bien, aquí el primer capítulo de esto.
No planeaba escribir la wea en Wattpad, surgió como una idea para un rol, pero me lo dejaron apenas inició-