Taehyung llamó a la puerta, esperando solo unos segundos antes de que ésta se abriera, mostrando a un Jungkook sonriente.
—Hola, Tae.—lo saludó animado, el chico parecía brillar.
—¿Nos vamos?.—Taehyung mostró su brazo, bromeando.
—¿No quieres pasar?.—Jungkook abrió más la puerta.
Taehyung negó con la cabeza—.Es mejor si nos vamos a mi casa y nos arreglamos.
—Pero Tae, aún tenemos tiempo.—le dijo con un puchero.
—Mejor con tiempo que tarde.—lo señaló.
—Está bien.—Jungkook aceptó—.Iré por la ropa que escogí.—dio un salto emocionado—.Papá dice que me veré muy guapo.
Taehyung asintió—.Seguro que si.
Jungkook se apresuró en ir a su habitación para recoger su bolso, donde tenía guardada toda la ropa que usaría para después ir en busca de su padre y avisarle de que ya se marchaba, este le volvió a repetir todas las condiciones que habían acordado para que lo dejara ir, acompañándolo hasta la puerta.
Taehyung veía todo divertido, como Jungkook asentía sin parar a cada palabra de su padre y como este no parecía querer soltarlo.
—Taehyung.—lo llamó—.Cuídalo mucho, por favor.
—Por supuesto.—Taehyung enseguida asintió—.No tiene de que preocuparse.
—Muchas gracias por dejarme ir, Papá.—le dió un abrazo al mencionado.
—Te subo una hora.—el Señor Jeon señaló con un dedo—.A la una te quiero aquí, ni un minuto más tarde.
—¿De verdad?.—Jungkook saltó emocionado, volviendo a abrazarlo con fuerza—.Gracias, gracias, gracias.
Una última mirada fue dirigida en dirección de Taehyung, silenciosamente pidiéndole que cuide de su hijo, este lo comprendió y solo atinó a asentir.
Tendiéndole la mano a Jungkook, agarró su mano para hacerlo caminar mientras este miraba a su padre con un sonrisa y se despedía con la mano que agarraba el bolso.
El padre de Jungkook supo que su hijo estaba en buenas manos cuando los vio alejarse agarrados de las manos, hablando amenamente, sonrió antes de cerrar la puerta y tratar de pasar el resto del día sin pensar mucho en ello y arruinarle la fiesta a su hijo.
—Esto es genial.—Jungkook le dijo a Taehyung—.Estoy tan emocionado.
Taehyung asintió—.Te aseguro que lo pasarás bien.
—Lo se, estaré con vosotros y con Jimin Hyung.—sonrió encantado con la idea—.Aunque solo sean tres horas.
—En realidad, son más, la fiesta empieza a las ocho.—confesó.
Jungkook abrió la boca sorprendido, mirándolo—.Pero le dijiste a Papá que empezaba a las diez.
Taehyung se encogió de hombros con una sonrisa culpable—.Una pequeña mentira, pero solo lo hice para que pudieras estar más tiempo.
Jungkook hizo un puchero—.¿Y si se entera y se enfada?.
—¿Cómo podría enterarse?.
Jungkook se encogió de hombros, sin contestar.
—Solo no se lo digas tú, y todo estará bien.
Jungkook asintió, el no había mentido a su padre, fue Taehyung.
Siguieron hablando de temas triviales mientras caminaban, perdiendo el tiempo de vez en cuando por detenerse para mirar algo en los escaparates de las tiendas, hasta que finalmente llegaron a casa de Taehyung, este lo miró con una sonrisa mientras introducía la llave en la cerradura y abría la puerta.
—Oh, tengo una sorpresa para ti.—le dijo, alzando una ceja.
—¿Para mi?.—preguntó emocionado.
—Uhm.—Taheyung asintió.
—¿Que es?.
—¿Por qué no entras y lo averiguas?, dame tu bolso, yo lo cuidaré.—le señaló.
Jungkook aceptó, entregando el bolso a Taehyung y entrando al hogar con prisa y emoción, esperando encontrarse con aquella sorpresa.
Sus ojos se abrieron por la sorpresa cuando llegó a la sala y Jimin lo esperaba sentado en uno de los sillones individuales, con una pierna cruzada sobre la otra.
—¡Jimin!.—Jungkook chilló.
El mencionado lo miró con una sonrisa, levantándose y abriendo sus brazos para que el castaño fuera hacia el, cosa que este no tardó en hacer, fundiéndose en un fuerte abrazo.
—No sabía que estabas aquí, Jimin Hyung.—lo miró, sin separarse del abrazo.
—Quería darte una sorpresa.—dejó un beso en su nariz—.Te extrañaba.
—Yo también te extrañé.—Jungkook lo abrazó, restregando su cabeza contra su pecho—.Mucho, mucho.
—¿Me dejarás darte todos esos besos que dijiste?.—Jimin agarró el rostro de Jungkook con una mano.
Jungkook arrugó su nariz tiernamente, negando—.Eso es trampa, yo no debía decir eso.
—Pero lo dijiste.—Jimin alzó las cejas.
Jungkook mordió su labio, sus mejillas sonrojándose, y tomando valentía dejó un apretado beso sobre los labios de Jimin, de apenas escasos segundos.
—Mas.—Jimin pidió.
Jungkook obedeció, volviendo a dejar otro beso apretado contra los labios gorditos.
—Otro.—volvió a pedir.
Jungkook rió, acercándose nuevamente y dejando otro apretado beso, pero esta vez cuando se iba a alejar Jimin se lo impidió colocando su mano en la nuca del castaño, continuando con el beso, besando los labios contrarios, al principio fue suave ya que Jungkook estaba sorprendido y mantuvo sus labios quietos y cerrados, pero tras varios segundos sus labios comenzaron a moverse siguiendo los de Jimin con lentitud. Los labios de Jimin sabían a café, pero no le disgustaba, cuando la lengua de Jimin hizo aparición en su boca, tocando su lengua, no pudo evitar dar un pequeño brinco, abriendo los ojos, pero volviendo a cerrarlos cuando se acostumbró a la sensación, dejando que la cálida lengua del mayor recorrida su labio inferior para volver a entrar en su boca.
Un carraspeo demasiado exagerado les hizo abrir a ambos los ojos, separándose lentamente y mirando detrás de ellos, viendo a Taehyung mirándolos con los brazos cruzados y las cejas alzadas.
Jungkook se alejó de Jimin, llevando su mano hacia sus labios, pasando el dedo índice por su labio inferior, suspirando ligeramente, su respiración algo acelerada.
—Ya fue suficiente, ¿No?.—les señaló, con burla—.Ni que llevarais meses sin veros.
Jungkook rió avergonzado, juntando sus manos en el frente, mirando a Taehyung bajo sus pestañas.
—Yo lo beso como quiera.—Jimin retó, abrazando a Jungkook por la espalda y dejando un beso en su cuello—.Que para eso es mi novio.
—Ya, Hyung.—Jungkook trató de esconder su cuello, soltando una tonta risita.
—Sois asquerosamente dulces.—hizo una mueca.
—Gracias, Tae.—Jungkook sonrió.
Taehyung negó con la cabeza, soltando una pequeña risa—.Lo que acordamos, Park.—Taehyung lo señaló—.A las seis lo traes de vuelta para que tengamos tiempo de arreglarnos.
Jimin asintió—.Perfecto.—dijo, formando un círculo con su dedo índice y pulgar mientras los otros tres dedos se mantenían abiertos.
—¿Iremos a algún lugar?.—Jungkook preguntó viendo cómo Taehyung salía de la sala con su bolso.
—Tendremos una cita.—Jimin besó sonoramente su mejilla.
—¿Ahora?.—Jungkook se giró a verlo.
—Ahora.—confirmó.
—Oh.—Jungkook se colocó frente al mayor, mirándolo emocionado—.¿A dónde iremos?.
—Como esta noche será algo agitada, he pensado aprovechar el buen tiempo que hace hoy para tener una pequeña comida en el parque.—le propuso.
—¡Un picnic!.—Jungkook saltó, dando vueltas—.¡Me gusta! ¡Quiero ir de picnic contigo!.—soltó, emocionado.
—Pensé que te gustaría.—sonrió, pasando un brazo por sus hombros mientras Jungkook asentía—.Ya tengo una cesta con comida en mi coche.
—¿Que hay?.—Jungkook preguntó con los ojos brillantes.
Jimin picó su nariz, haciendo que la arrugara tiernamente—.No te diré.
—Pero yo quiero saber.—el menor habló berrinchudo.
—Entonces vamos.—Jimin le hizo caminar—.Cuanto antes lleguemos, antes sabrás que hay.
Jungkook asintió, quitando la mano de Jimin de su hombro para poder entrelazar sus dedos, saliendo de la casa de Taehyung con las manos agarradas. Subió al coche de Jimin emocionado, mirando los asientos traseros tratando de ver la cesta, pero no estaba ahí, por lo que solo atinó a soltar un puchero.
Jimin rió ante sus acciones, asegurándose de que se había colocado el cinturón de seguridad para comenzar a conducir.
—¿Por qué vamos en coche?.—el castaño inquirió—.El parque no está lejos de la casa de Tae.
—Iremos a otro.—Jimin le dio un rápido vistazo—.Uno más grande y más bonito.
Jungkook asintió sin añadir nada más, colocó algo de música en la radio y comenzó a cantar siguiendo las letras de las canciones que se sabía, y tarareando aquellas que no conocía. Así pasaron los siguiente minutos, hasta que Jimin aparcó en un lugar ligeramente irregular.
—Ten cuidado cuando camines, hay algunas piedras por el camino y pequeños boquetes.—el mayor avisó.
—Está bien, Hyung.—Jungkook salió con cuidado, caminando hasta colocarse al lado de Jimin, quien estaba abriendo el maletero para sacar la cesta con comida.
Jungkook sonrió antes de agarrar la mano de Jimin, observando en demasía la cesta.
—¿Aún no me dirás qué hay?.
Jimin hizo una mueca, fingiendo pensar.
—Una tarta que se que te gusta mucho....
—¡Tarta de queso y fresa!.—Jungkook tiró de Jimin.
—Eso fue rápido.—Jimin rió.
—Ya quiero comerla.—Jungkook pegó su cabeza al hombro de Jimin.
—Solo espera un poco.—Jimin rió, besando su cabeza.
Jungkook asintió sin alejarse en lo más mínimo de Jimin, viendo el lugar en el que se estaban adentrando, desde la entrada rodeada por madera de un color muy vivo el suelo estaba repleto de hierba y flores, dándole un olor muy fresco, había caminos de piedra que llevaban a distintas direcciones. Jimin tomó el camino que los llevaba más lejos de todos, ya que había unas pocas personas tumbadas o jugando, algunas leyendo también, y unos pocos niños jugaban en unos columpios, todos parecían disfrutar de la tranquilidad, el rubio se detuvo cuando llegaron a la zona más alejada donde un gran árbol los protegería del sol.
Jungkook se dejó caer en la hierba, sonriendo ampliamente.
—Traje una manta....—Jimin señaló.
—Está bien, Hyung.—Jungkook tocó la hierba con sus manos—.Podemos sentarnos así, es cómodo.
Jimin aceptó, asintiendo con la cabeza para después tomar asiento junto a Jungkook.
—Entonces, cuéntame.—Jimin miró a Jungkook—.¿Cómo se tomó tu padre que fueras a la fiesta?.
Jungkook cruzó sus piernas al estilo indio, toda su atención en Jimin—.Al principio no quiso dejarme ir, el estaba muy preocupado.—hizo un puchero—.Taehyung tuvo que insistir mucho, y yo lloré un poquito.
—Oh.—Jimin agarró su rostro, apretando sus mejillas—.Mi pequeña chocolatina.
—¿Chocolatina?.—Jungkook pronunció divertido.
—Aham.—Jimin asintió, acercando su rostro al contrario—.Porque estás tan rica como una.
Jungkook quiso reír pero los labios de Jimin fueron hábiles y se pegaron rápido a los suyos, besándolo con avidez y sin soltar su rostro.
Jungkook aceptó el beso, devolviéndolo, dejando que ambos labios se movieran con tranquilidad y calma, saboreándose el uno al otro.
—Estás mucho más rico que una chocolatina.—Jimin murmuró cerca de sus labios, atrapando el inferior del castaño entre los suyos y chupándolo.
Jungkook golpeó el hombro de Jimin sorprendido, alejándolo de el.
—Ya basta de besos.—acusó—.Tengo hambre.
Jimin aceptó, dejando un beso en el dorso de su mano y acercándole la cesta.
—Adelante, como lo que quieras, he traído varias cosas.—le señaló.
Jungkook agarró la cesta y la abrió de forma rápida, mirando todo el contenido, mientras Jimin arreglaba la pequeña manta a un lado para que fuera dejando ahí encima la comida que sacaba.
—Trajiste fruta picada.—Jungkook señaló, dejando el contenido a un lado.
—Se que te gusta comer fruta dulce picada.—sonrió, mirándolo con cariño.
Jungkook siguió sacando cosas, bebidas dulces que le gustaban, tortilla, la tan deseada tarta de queso y fresa, bizcocho de chocolate, ensalada, galletas, incluso...
—¡Me trajiste un batido de leche de fresa!.—Jungkook lo agarró, mirando a Jimin con los ojos enormes.
—Te gusta, ¿No es así?.—Jimin solo dijo.
—Pero...—miró el batido entre sus manos—.A ti no.
—Pero a ti si.—acarició su mejilla con suavidad—.Y es suficiente para que lo traiga.
Jungkook hizo un puchero, queriendo llorar por el bonito gesto, pero en su lugar dejó el batido a un lado y se lanzó sobre Jimin, haciendo que ambos cayeran al suelo, abrazados.
—Te quiero mucho, mucho, mucho, mucho.—Jungkook canturreó mientras dejaba besos en los labios de Jimin, uno tras otro.
—Yo también, Jungkook.—Jimin lo miró con brillo en sus ojos—.Mucho, mucho.
Jungkook sonrió, dejando que Jimin se levantara para el poder sentarse sobre su regazo, cada pierna a un lado, dejándolos uno frente a otro.
—Comenzaré con el trozo de tarta de queso y fresa.—Jungkook agarró la mencionada, y también cogió un tenedor de los cubiertos que Jimin había puesto en la cesta.
Comenzó con un pequeño bocado para darle otro a Jimin, soltando un gemido ante el sabor.
—No hagas eso.—Jimin mordió su labio.
—¿El que?.—Jungkook lo miró curioso.
—Ese sonido.—Jimin cerró los ojos, echando su cabeza hacia atrás.
No era bueno tener a Jungkook sentado sobre el y que soltara aquellos sonidos tan tentadores, su mente volaba demasiado lejos y no era lo que quería en ese momento.
—¿Cual sonido?.—Jungkook frunció el ceño sin comprender, mientras llevaba otra cucharada a su boca y soltando nuevamente un gemido ante el sabor—.Está tan rica.
Jimin suspiró, cerrando sus ojos y dejando caer su frente sobre el hombro de Jungkook, aunque eso no ayudó en nada, al contrario, lo empeoró ya que podía percibir muy bien el suave aroma de Jungkook.
—¿Estás bien, Hyung?.—Jungkook preguntó, acariciando sus rubios cabellos de forma lenta, a lo que Jimin solo asintió—.¿Quieres más tarta, Hyung?.
Jimin negó, colocando sus manos en la cadera del menor y acercándolo más hacia el.
Jungkook se encogió de hombros, continuando con su labor de comer la tarta dejando que Jimin descansara en su hombro y sus manos dieran suaves masajes a su cintura, y así bocado tras bocado, se terminó el dulce.
—Comeré la tortilla también.—el menor bajó del regazo del rubio, llendo a por dicho alimento y usando el mismo tenedor pinchó, llevándose el trozo a su boca—.Oh, y mi batido.
Jimin solo pudo quedarse ahí observando como Jungkook comía de todo lo que había a su alrededor, pinchando en un plato y otro, para luego dar sorbos al batido, mirándolo de vez en cuando con una bonita sonrisa que hacía a Jimin derretirse.
Así pasó el tiempo, Jungkook comiendo y Jimin observándolo, ya que el no tenía mucha hambre, solo había aceptado algunas galletas del menor por su insistencia. Jimin de vez en cuando preguntaba algo o hacía comentarios a lo cual Jungkook contestaba con la boca llena.
—Ah, Hyung.—Jungkook dio el último sorbo a su batido antes de acabarlo por completo—.Estoy lleno.
Jungkook se tiró sobre Jimin, apoyando su cabeza en el pecho de este, sintiendo su estómago lleno.
—No es para menos, comiste demasiado.—Jimin rió, acariciando sus cabellos.
Jungkook asintió—.Me voy a poner gordito.
Jimin apretó una de sus mejillas, besando su nariz—.Mas Jungkook para mí.
—¡Hyung!.—Jungkook se alejó avergonzado.
Jimin rió, abrazando a Jungkook contra el y tumbando a ambos en el suelo, mirándose a los ojos.
Jimin dejó que Jungkook usara su brazo para apoyar su cabeza mientras lo miraba con mejillas sonrosadas.
—Eres muy lindo.—Jimin lo acercó más a el—.¿Lo sabías?.
Jungkook arrugó su nariz—.Tu lo dices mucho.
—Porque es la verdad.—Jimin se acercó hasta dejar un beso en los labios contrarios, sintiendo un sabor demasiado dulce pero que no llegó a desagradarle.
Jungkook se giró, mirando hacia arriba, cerrando los ojos y suspirando profundamente, dejando que sus pulmones se llenaran del aire fresco mezclado con la hierba que dejaba un agradable olor.
—Me gusta este sitio.—Jungkook murmuró con los ojos aún cerrados.
—Entonces te traeré aquí tanto como pueda.—aseguró.
Jungkook no pudo evitar sonreír, acomodando su cabeza mejor contra el brazo de Jimin, aprovechando la calma para descansar. El mayor se giró hacia el, peinando sus castaños cabellos con mucha delicadeza haciendo que en solo pocos minutos Jungkook se quedara dormido, provocando mucha gracia y ternura en Jimin. Pero el tampoco se quedó atrás ya que dejó que sus ojos se fueran cerrando poco a poco sin siquiera darse cuenta, el silencio, la frescura y la calma del lugar lograron que el sueño lo ganara.