El sol ya se asomaba por el horizonte, y un hombre entraba al viejo almacén, donde la noche anterior dejo a su cómplice, con su preciosa mascota mientras buscaba un nuevo lugar donde conseguir más dinero, al entrar encontró...nada, todo estaba vacío.
Muy enojado volvió a mirar adentro, buscando algo a que le pueda ayudar a encontrar a uno de esos dos escurridizos, y hacerlos pagar por esa ofensa.
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[En casa de Senku...]
Ya era de mañana, los pocos amigos que andaban de flojos se quedaron dormidos en los sillones de la sala, solo Ukyo y Taiju se fueron en la noche debido a sus trabajos.
Byakuya ya estaba despierto y fue a preparar el desayuno, al pasar por la sala sonrió de lado al ver a los ya adultos dormidos en los sillones, como si el tiempo no hubiera pasado, aunque enseguida su mirada se desvió a una de las mesas, en ella estaba Senku con una taza de café en mano ¿Acaso no durmió toda la noche?
—Senku...estás...— fue lo único que alcanzó a decir, mientras veía a su hijo seguir leyendo los documentos.
—Si, estoy buscando información de ese bastardo, hasta el momento la policía sabe de cada lugar donde hizo cada uno de sus negocios, pero con su última escapada, no hay más historia — decía sin dejar el último documento, en realidad ya no era extraño que se quedará la noche sin dormir, en especial en la universidad, donde los explotaban de trabajo.
—Ya veo...— dijo poniendo agua en la cafetera —¿Alguna pista?—
—Nada desde hay, es normal ya que pasó recién ayer y ese tal Ibara tiene la costumbre de escapar a todo dar apenas sea amenazado, es un completo cobarde — tomo un sorbo de su café.
—¿Algo de Kohaku-chan?— volvió a interrogar, quería mantener al menos una conversación decente con Senku, pero era algo imposible al parecer.
—Nada, solo el informe de su desaparición y posible muerte, al parecer solo encontraron a un sospechoso, un tal Mozu, quien no pudieron enjuiciar por falta de pruebas — dejo los papeles en la mesa y se estiró un poco.
En ese momento los demás habían despertado, escuchando vagamente lo que dijo el joven científico.
—¿Mozu...?— comento Gen bostezando.
—Si, así es ¿Lo conoces a caso?— pregunto Senku mientras caminaba por otra taza de café.
—¿Conocerlo?... Eso sería poco, ese bastardo engreído me quito a mí novia — dijo claramente molesto.
Senku solo lo miro incrédulo ¿Gen con novia? Eso sí que no lo esperaba.
—O mejor dicho "Ex-novia"— tomo un poco de café, antes de darse cuenta que lo dijo en voz alta.
—¡SENKU!— grito Gen un poco ofendido, odiaba que se lo recuerden.
—Bien, bien, tranquilos, recuerden que ya son adultos ¿De acuerdo?— fue Byakuya.
—Eso lo dice el hombre que aún no sabe cómo invitar a una chica a una simple cita, al menos Gen si consiguio novia — dijo Senku, mientras caminaba de regreso a la mesa, de nuevo sin darme cuenta que lo dijo en voz alta.
Okey...eso sí dolió, a ambos.
—¿Y tú qué?— dijeron en coro.
Tsukasa que por cierto también despertó, se preguntaba si había audiciones para el coro de la iglesia, después de todo no lo hacían tan mal.
—¿De que hablan?— intento disimular, pero sabía que era inútil, de todas formas ellos ya sabían de su relación, así que ya no tenía por qué ocultarla ¿No? —Yo si tuve y aún tengo novia — no hubo una separación formal, pensó —La invite a salir y todas esas cosas, así que no tienen nada en mi contra— dijo con una sonrisa triunfal y cruzado de brazos, hasta que vio que ellos compartían una mirada de cómplices.
Puede que Senku si haya tenido más suerte en el amor, aunque no lo parezca, pero si sabían donde era que le dolería.
—Sabes Senku, al menos nosotros no ocultamos nuestras relaciones románticas a nuestros amigos — dijo Byakuya con una sonrisa confiada.
—Tampoco dejamos que las lastimen o que les pase algo malo y más si estamos con ellas — eso si era un golpe bajo.
—Y sobre todo, estamos al pendiente de ellas — está vez fue en coro.
Hasta ese punto Tsukasa ya estaba considerando mandarlos al coro, serían un éxito.
—Bien, bien, ya basta de juegos, aún tenemos que saber si esa chica realmente es la Kohaku que conocemos...— decía mientras le daba la laptop a Gen, donde estaba un artículo con el anuncio de un nuevo casino al norte de la ciudad.
—Ya veo...así que ese tal Ibara estuvo ocupado...— en parte se impresiono al ver eso ¿Como era posible hacer todo eso en una sola noche? Se preguntaba Gen.
—¿De que hablas? ¿Como sabes que ese es Ibara?— cuestionaba Byakuya viendo el anuncio.
—Facil Byakuya-sama — señala al hombre —Este artículo tiene una foto del dueño, y a pesar de todo cambio digital que le pongas a una imagen y el cuidado de la misma, siempre encontrarás fallas, que podrían delatar a auténtica persona —
Mostró más cerca la imagen, notando que si había muchas fallas de la misma, comenzando con el paisaje y contraste de colores, irregulares al enfoque de la cámara y en la persona se podía notar los cambios de color y con relación al fondo, claros cambios faciales. Trabajo de novato.
—Imprecionante— fue lo único que pudo decir ante las señales que le daba Gen —Pero aún no entiendo ¿Como es posible levantar un casino como ese en una sola noche?—
—Con influencia, un buen espacio y además de una ridícula gran suma de dinero — está vez fue Senku —Hasta donde se sabe, ese edificio si fue un casino abandonado hace más de cinco años, pero aún conversando muchos de los juegos en claro buen estado, no sería difícil con el equipo adecuado — tomo un sorbo de café —Ademas de que es una buena oportunidad, ese lugar está claramente alejado del último local de Ibara y considerando lo que el viejo dijo, nadie sospecharía de él si se supone que fue ayer cuando apenas escapó, siéndole "imposible" crear uno nuevo en tan poco tiempo...—
—¿Acaso estás insinuando que...?— al fin habló Tsukasa, quien miró incrédulo a su amigo.
—Al diez mil millones por ciento ...¿Cuando es la apertura Gen?— sonríe de lado, mientras mira a Gen.
—Mañana a las ocho de la noche — responde viendo de reojo a Senku.
—Bien, tenemos suficiente tiempo...— volvió a tomar un sorbo de la taza de café, pero se detuvo al ver a su padre, un tanto serio...—Viejo ¿Que te preocupa? —
—Senku, yo...no puedo permitir que hagas un movimiento tan imprudente— dijo finalmente viendo a Senku.
—¿De que hablas?—
—Te conozco Senku...dime algo ¿Hay siquiera alguna garantía de que esa chica de la que hablas es Kohaku? ¿Sabes al menos si ella estará en la apertura? O...¿Solo haces esto por la desesperación de encontrarla?— cruzó sus brazos esperando respuesta —Dime...¿Estas pensando racionalmente?—
Senku solo se quedó en silencio, de por si las probabilidades de encontrarla eran mínimas y no tenían la certeza de que ella estaría esa noche o siquiera si esa chica era la Kohaku que conocía, realmente...¿Era la desesperación por volverla a ver lo que le hacía llegar a esa conclusión? No, no era así, él sabía que estaba viva, sabía que la habían encontrado y sobre todo no se rendiría hasta volverla a ver.
—No, no hay garantía de encontrarla esa noche o que ella sea Kohaku, pero...no voy a aceptar su muerte, no al menos hasta que pueda ver siquiera su cuerpo, dicen que desapareció y la tomaron por muerta, pero nunca encontraron el cuerpo...— tomo aire y suspiro —Tampoco hay garantía de que este muerta en ese caso...— todos lo miraron atentos —Aunque sea solo una suposición...seguiré con que tenga que hacer para encontrarla, ya sea viva o muerta...no me rendiré hasta volverla a ver...— termino de decir con una mirada de determinación.
Byakuya lo miro amablemente y con una sonrisa de orgullo.
—Ese es mi hijo...— dijo a sus adentros.
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[Mientras, en el muelle]
—Amo Ryusui, le llegó esto — dijo Francois con una carta en mano, dirigiéndose al mencionado.
Le entrego la carta.
—Gracias...— la tomo —Por cierto ¿Como está la chica?— dijo mientras tomaba una taza de café.
—Por ahora sigue dormida, no parece ser peligrosa, presenta claros signos de violencia y una clara desnutrición, además si consideramos su ropa, es posible que haya escapado de algún lugar, tal vez fue esclava o algo similar — decia Francois en frente de Ryusui.
—Entiendo...pobre chica — suspira —Si ese es el caso es posible que no tenga familia, solo queda esperar a que despierte —
—Como usted diga amo — camina afuera del barco.
—¿A donde vas?— pregunta Ryusui extrañado.
—Por ropa para la chica, si estará aquí por lo menos debe tener ropa decente — dijo entrandose a la ciudad.
Ryusui se quedó mirando por donde ella caminaba, para después volver su mirada a la chica preguntándose si ella tendrá familia o algún conocido.
—Vaya forma de empezar nuestra vuelta a Japón...— chasqueó los dedos —Ni modo, ahora solo queda adaptarse y seguir — volvió a ver la carta en su mano, la abrio y leyó su contenido, solo sonrió de lado —Bien, al parecer tendremos que rescatar a más mujeres lindas, ese tal Ibara me está poniendo los pelos de punta — guardo la carta/invitación y siguió con su trabajo.
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[En la comisaría]
Ukyo se encontraba ordenando unos documentos, hasta que se topó con uno de sus compañeros.
—Hey Ukyo, veo que estás mejor — dijo acercándose a él.
—Si, puede que esa chica sea fuerte, pero no parecía tener intenciones de matarme — dijo mientras seguía buscando información útil para encontrar a su amiga.
—Por cierto, el jefe dijo que te diera esto — le entrega un archivo —Fuiste elegido para el caso "Ibara" será un buen comienzo como cadete — dijo con una sonrisa amable.
—Lo que digas, pero por desgracia estoy aún en recuperación y no podré cumplir con éxito la misión en esta ocasión — dijo frotándose un poco la frente.
—Justo por eso, convencí al jefe que tú vallas a investigar el nuevo casino al norte de la ciudad, solo para...distraerte un rato — dijo orgulloso antes de volver a su deber.
—Ese chico...más rastrero no hay...— miró con detenimiento el archivo —Pero tal vez sea una buena oportunidad. Bien tú ganas...no creo que sea tan malo...—
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[En el cementerio]
Una joven chica se encontraba viendo la foto de su hermana y su padre, hace tiempo que perdió las esperanzas de volverla a ver y solo le quedaba continuar con su vida como ellos hubieran querido, soltó una lágrima.
—Ruri...¿Estás bien?— pregunto un hombre castaño atrás de ella, sosteniendo a una pequeña niña de cinco años.
—Si...— puso unas flores en frente de las fotografías —Solo quisiera que estuviera aquí...—
—Y lo estará — dijo una voz que la chica no escuchaba hace mucho tiempo.
Lo volteo a ver.
—Senku...— en efecto él hombre que no esperaba ver estaba ahora frente a ella —¿Que haces aquí?— pregunto Ruri con un semblante curioso y algo triste.
—¿Esta mal que visite el cementerio acaso? — dijo con una clara sonrisa de lado, pero una mirada amable, de al menos ver algo que le recuerde a Kohaku.
—Hasi que tú eres el famoso Senku Ishigami eh...— dijo el hombre al lado de Ruri extendiéndole la mano —Un placer, soy Chrome, el esposo de Ruri...—
—El placer es mío — estrecho la mano.
—Senku ¿Que haces aquí, en Japón?— pregunta Ruri, pensaba que se quedaría en América, en especial después de la muerte de su hermana.
—Vine a cumplir una promesa...no entraré en detalles, pero existe la posibilidad de que... Kohaku este con vida...— eso dejo tanto a Ruri como a Chrome sorprendidos, después de tanto...no...eso era imposible.
—¿De que estás hablando?— está vez fue Chrome quien habló, aún incrédulo de lo que escuchó.
—Lo que escuchaste, tenemos pistas de que Kohaku siga con vida — cruzó sus brazos.
—¿Como es eso posible...? Eso...no puede ser verdad...— dijo Ruri ya con lágrimas en los ojos.
Chrome estaba a punto de decir algo, hasta que sintió que es sus brazos algo se movía, por un momento olvidó que sostenía la mano de su hija.
—¿Que sucede pequeña...?— pregunto Chrome a su hija con una mirada y voz suave.
—¿La tía Kohaku está viva...? ¿Volverá...?— dijo la pequeña con ojos brillantes, esperanzados de volver a ver a su tía devuelta.
—Veras...— intento explicar Chrome, hasta que vio los ojos de su hija, no podía quitarle la esperanza de volver a ver a su tía, volteo su mirada a Ruri, también se veía ese brillo en los ojos, esperanza...algo que pensó no volver a ver, dirigió su mirada será a Senku —Escucha, si lo que dices es cierto, tienes mi apoyo, pero si estás mintiendo...— apretó sus puños —No te lo perdonaré...yo mismo acabaré contigo...—
—Si, si, lo que digas, justo necesito tú ayuda — lo miro detenidamente —¿Eres geólogo, no?—
—Si...¿Como lo supiste?— eso lo impresiono un poco, no tenía su ropa de trabajo o algo así, así que ¿Como?
—Tus manos...son extremadamente ásperas y duras, pero bien cuidadas, también tenían un poco de cobre proveniente de las montañas cercanas, estuviste en una escavasion hace poco, el olor a azufre demuestra que estuviste en un lugar húmedo y cerrado, supongo que fue en una búsqueda del mismo cobre de tus manos ¿O me equivoco? Se podía intuir también que fuesen minero, pero por tu estado físico y la época es poco probable, tampoco pareces tener manchas de aceite, petróleo o siquiera el olor, para decir que eras operario de maquinaria pesada...— dijo hurgando su oído con su meñique, sin prestarle mucho interés.
Chrome lo miro sorprendido, ese chico...era increíble.
—Wow...no me digas, tú eres...eh...¿Policía?— dijo con clara duda, no lo conocía mucho, solo escuchó de él, por parte de Ruri y anteriormente de Kohaku, pero ella negaba decirle mucho al menos hasta que regresé.
—No— bufo —Soy científico, especializado en ingeniería aeroespacial, pero se alguna que otra cosa, a penas salí de la universidad — volvió a decir como si nada.
—¡QUE MALOTE!— dijeron Chrome y su hija en coro, totalmente emocionados.
Entre todo eso, nadie se dio cuenta de la presencia de los demás atrás del científico.
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[En el muelle....]
Ryusui se encontraba mirando la puesta de sol, cuando una joven chica rubia se acerco a él.
—Disculpe joven Ryusui...— decía Kohaku llamando la atención del hombre —Exactamente ¿Donde estamos?— pregunta un poco desorientada, con recuerdos vagos de la noche anterior. Bestia una blusa azul con pantalones negros, botas marrones largas de taco medio y su cabello sujeto en una cola larga.
—Señorita Kohaku...¿Ya se siente mejor?— pregunto con clara preocupación mirando de reojo a la chica.
—Si... gracias usted y la señorita Francois — dijo ofreciendole una sonrisa un poco apenada.
—Es bueno saberlo...te queda bien el atuendo por cierto...— volvió a mirar el horizonte —¿Ya pudiste recordar algo?—
—Por desgracia no...—
—Ya veo...— se da la vuelta y camina donde ella —Era de esperarse, en especial por el trauma que te dejo el imbécil de Ibara, por tu apariencia diría que eres de América o algo así, pero...— suspira —No encontré ni el más mínimo registro de tí en ese lugar, también teniendo en cuenta que hablas japonés con fluidez...— chasqueó sus dedos derrotado, no había ni una sola pista de quien era o si tenía familia, o al menos... alguien que la reconociera....
—¿Puedo ir a caminar por un rato?...joven...— dijo Kohaku con algo de timidez, después de todo lo que hicieron, no quería ser muy exigente.
—Oh...de acuerdo...— tal vez consiga recordar algo al menos familiar si sale, pensó —Pero que te acompañe Francois, aún estás en peligro, Ibara te puede estar buscando ahora mismo— dijo preocupado.
—Tranquilo joven...yo me sé cuidar por mi cuenta, prometo no tardar — da una pequeña reverencia.
—Bien, si insistes...— suspira —Solo no tardes tanto, parece que le caíste bien a Francois — dijo con una sonrisa mientras dirigía su mirada a la otra joven.
—Entiendo...— va al muelle —Adios...— se despide con la mano mientras sale de la vista de Ryusui.
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[En la ciudad...]
Unas chicas estaban siendo acorraladas por una pandilla de la zona.
—¡Déjenos en paz!— grita la mayor, mientras abrazaba a la menor —¡¡Tomen todo lo que quieran, pero déjennos tranquilas!!— grito más fuerte.
—¿Dejarlas ir? Eso ni de coña — se burló uno de ellos.
—Oni-chan...— susurro a lo bajo la menor.
Los hombres se acercaron más a ellas, uno estaba a punto de tocar a la mayor, hasta que...
—Je...fe....— fue lo que dijo uno de sus secuaces, antes de que cayera al piso.
Dio la vuelta.
—¡¿Que mierda?!— grito al ver a sus colegas, todos tendidos en el piso, incluso sangrado algunos. En ese momento sale una joven en medio de esos cuerpos inertes, retrocede —¡¡¿Quien mierda eres tú?!!— fue lo último que dijo, antes de caer, igual que sus compañeros.
Las dos chicas se quedaron estáticas, no sabían que hacer, hasta que la menor habló.
—Gracias...— fue lo único que dijo, después de eso, la otra chica se fue corriendo del lugar.
—¡¡Hey... espera!!!— grito la mayor aún sorprendida.
—Yuzuriha-san...¿La conocé?— pregunto la menor, al ver la actitud de la mayor.
—Myrai-chan... volvamos...— dijo sosteniendo a la mencionada y saliendo del lugar.
—De... acuerdo...—
—"No es posible...esa chica se parecía mucho...pero es imposible...ella era...¿Kohaku...?"— pensó mientras caminaba a la casa de la menor.
Después de unos minutos llegaron y tocaron la puerta, nada.
—¿Segura que no tienes llave?— pregunto Yuzuriha a Myrai, quien solo asintió con la cabeza —Bien, supongo que no tenemos opción — saca su celular y empieza llamar a un número.
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[En casa de Ruri]
Los chicos estaban hablando tranquilamente, hasta que sonó un celular en medio de ellos.
—¿Quien es?— pregunta Gen con una mirada pícara.
—Yuzuriha, supongo que volvió con Myrai — contesto la llamada —Hola...—
Mientras ellos hablaban, Senku estuvo hablando con Taiju.
—¿Yuzuriha?— dijo Senku al mencionar su nombre.
—Si, creeme que te agradará Senku, ella es muy tierna...— dijo Taiju notablemente embobado de amor.
—Si...lo que digas...— dijo muy asqueado por el comportamiento de su amigo.
En eso Tsukasa siguió con la llamada.
—Ya veo... bien, volveré enseguida — dijo Tsukasa despidiéndose, al intentar colgar presionó el botón de altavoz.
—Por cierto...paso otra cosa extraña hoy, la que nos defendió de esos matones era o se parecía demasiado a Kohaku-chan...—
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[El muelle]
Kohaku estaba caminando devuelta al barco, hasta que se topó con Francois en la cubierta.
—Buenas noches señorita Francois...— saludo tranquila.
—Buenas noches Kohaku — respondió con una sonrisa —Ven, tengo que mostrarte algo — Francois tomo ligeramente la mano de Kohaku hasta llevarla a la oficina de Ryusui.
—¿Esta bien que estemos aquí?— pregunto Kohaku un poco extrañada.
—Si, el amo Ryusui me mandó a que te trajera aquí, para que te pueda preguntar algo...—
—¿Que sería?—
—No estaré por una semana en es lugar, asuntos familiares me obligan a volver a América antes de lo planeado...— dije un poco apenada.
—Entiendo, pero...¿Eso que tiene que ver conmigo?— Kohaku pregunto extrañada por lo que le decía.
—Mañana en la noche hay un gran evento social al norte de la ciudad, necesito que protejas al amo Ryusui en mi ausencia...— respondió mirando a Kohaku a los ojos
—¿Que? Pero yo...no sé si pueda...—
—Eres la única en la que confío en este lugar, conozco tus habilidades, eres la más indicada con la suficiente fuerza y velocidad, además de tú vista de águila para cumplir con este trabajo...— se acerco a ella y coloco una mano en su hombro —Por favor...—
Suspira...
—De acuerdo, puedes confiar en mí — afirmó.
—Te lo agradezco...— quito su mano del hombro.
—Por cierto ¿Exactamente dónde es ese evento?— pregunto curiosa.
—Es el nuevo casino de Ibara...— respondió apenada y volteando su mirada.
Kohaku se quedó quieta...
—¿Acaso dijiste...Ibara...?—
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CONTINUARÁ............
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(Siguiente capítulo: Recuerdos fugaces)
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"El valor de consigue al enfrentar tus miedos, no a evitarlos"
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