El mismo día en que Senku volvía a Japón, se presentó un disturbio en las calles de la ciudad. Una patrulla de policía se encontraba entrenado a una de las casas de apuestas más prestigiosas de la ciudad.
—¿Ya están aquí, tan rápido?— susurro Ibara alterado, quien tomó un maletín con dinero y unas cadenas.
Las cadenas se escuchaban resonar, arrastrando a una joven de cabellos rubios con una mordaza en la boca y vendada de ojos, estaba siendo arrastrada con Ibara.
—¡Alto hay!— grito uno de los policías, apuntandoles con un arma —Suelta a la chica Ibara...— decía, mientras se acercaba a ellos.
Ante eso, Ibara solo tuvo una opción, apretó un botón en su reloj, provocando que una descarga eléctrica cayera a la chica, quien solo pudo sollozar en silencio.
—Es tú turno...Kohaku...— susurro, solo para que ella lo oyera, pero el oficial también le oyó.
En un movimiento rápido la chica fue liberada de sus cadena y atacó rápidamente al policía, solo bastaron un par de golpes y termino inconsciente, pero antes de quedar desmayado, pudo decir unas pocas palabras.
—¿Kohaku?...— cayó desmayado, ese policía contaba con una excelente audición y escuchó con claridad, ella era Kohaku, a quién tomaron por muerta hace años, no sabía si alegrarse o sentir pena...por ella.
Ese política era Ukyo.
Al rato siguiente llegaron sus compañeros, un poco tarde ya que tanto Ibara como la chica escaparon para ese punto.
Llevaron a Ukyo a la comisaría, no estaba más grave que unos cuantos golpes nada mortales, de todas formas necesitaba descansar, así que después de que el médico de turno lo examinaba, lo dejaron dormir en la sala de descanso.
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[Mientras, en el aeropuerto...]
Senku bajaba del avión, llegando alegremente con su padre y sus amigos.
—Hola...— fue lo primero que dijo al verlos, antes de ser abrazado por Taiju, hasta casi quitarle el aire.
—¡Bienvenido Senku!— grito Taiju con emoción de por fin ver a su amigo, con lágrimas en los ojos lo abrazaba felizmente.
—Ya...ya grandulón...me dejas sin oxígeno...— decía a duras penas, hasta que Taiju al fin lo soltó.
—Lo siento, es que estaba muy emocionado...— decía aún con cascadas en sus ojos.
—Si, si, como sea — dice sin mucho interés, hasta que al fin vuelve a sonreír —Tambien te extrañe... grandulón— de a saludar a los demás.
—¿Como estuvo el viaje hijo?— pregunta Byakuya con una sonrisa.
—Se que también quieres quitarme el aire, viejo, solo hazlo — justo después de decir eso, Byakuya lo abrazó como Taiju, feliz de volver a ver a su hijo con el —Creo...que...ya es... suficiente...— está si, casi se desmaya hasta que lo suelta.
—Que bueno verte de una pieza Senku-chan — esta vez fue Gen, quien lo saludo.
—Si, si, también es un gusto saludarte mentalista — dijo Senku ya recuperando el aire, sintió una palma en su hombro.
—Es un placer volverte a ver Senku — fue Tsukasa, quien lo saludo con una sonrisa amigable.
—Es bueno volver — mira al rededor —¿Por cierto y Ukyo? Creí verlo al llegar— empezó a interrogar.
—Ah cierto...— dijo Byakuya —Fue llamado por la comisaría, para un caso de trata de personas o algo así...— termino de decir casualmente.
Senku se quedó pálido ¿Que estaba haciendo ese Ukyo?
—¿Acaso el...?—
—Es policía — dijo Gen, mirando con incrédulo a Senku ¿Acaso pensaba que Ukyo estaría metido en ese tipo de cosas?
—Ah...ya veo...— suspiro aliviado, por poco y creía que ese imprudente se estaba metiendo en cosas que no debía.
Después de una charla amena, fue llevado a su viejo apartamento en el auto de Byakuya, en el camino se encontraban hablando de diversos temas un poco triviales, así se enteró que Taiju ya tenía novia, una chica llamada Yuzuriha que estudió en la misma universidad que Taiju, además de que Tsukasa ya era el campeón de toda su liga y que está el camino a las nacionales de lucha al estilo libre, Gen fue reconocido por una cadena televisiva y la varias revistas, ¿Quien lo diría? Si era un verdadero mentalista.
A mitad del camino, pudo ver por la ventana del auto, a un hombre muy extravagante y de larga nariz, que estaba arrastrando a una chica rubia...un momento ¿Rubia?. Se quedó mirando por un rato más, hasta que en cuestión de segundos salió de su visión, eso le pareció extraño, pero también le vino a la mente a su antigua "amiga"/ novia y no pudo evitar preguntar.
—Oigan...¿Que hay de Kohaku?— al momento de preguntar eso todo se quedó en silencio.
Eso extraño de sobremanera al científico, hace unos segundos estaban hablando animadamente y ahora... definitivamente algo andaba mal.
—Veras... Senku...hijo...— fue Byakuya quien rompió el silencio y detuvo el auto, aún así sujetaba con fuerza el volante y apretaba los dientes.
Senku se volvió a incomodar, su padre sabía de su relación con Kohaku, así que se sentiría en la obligación de respondes, pero ¿Por qué no lo hacía? ¿Que estaba ocultando? O mejor dicho ¿Que estaban ocultando todos?, Un pensamiento se le cruzó por la mente y lo dejos pálido.
—Kohaku...— Byakuya ya no podía más, pequeñas lágrimas empezaron a brotar de sus ojos.
—Kohaku-chan murió...— lo interrumpió Gen, quien estaba al lado de Taiju en ese momento, sin mirar a Senku —O al menos eso se supones, en realidad desapareció hace tres años, mañana es el aniversario de su muerte...en realidad lo siento...— fue lo único que alcanzó a decir, antes de que los demás lo vieran sorprendidos.
Voltearon a ver la expresión de Senku, solo miraba al piso, sin decir nada salió del auto y cerró la puerta.
—Caminare a casa viejo...necesito un poco de aire — Byakuya solo afirmó con la cabeza y se fue.
—¿No va hacer nada Byakuya-sama? En este momento debe estar...— dijo Tsukasa mirando al padre de su amigo.
—No tengo el derecho a hacerlo Tsukasa...después de todo, yo también le oculte la situación hace ya un año...no tengo el derecho a siquiera consolarlo...— siguió conduciendo, esperando hacer lo correcto con su hijo, era cierto que sus amigos fueron quienes le convencieron a quedarse callado, pero fue su culpa el acceder.
A partir de hay, el camino fue silencioso, no sabían cómo tomaría Senku la noticia ya pasado tres años...
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[Con Senku...]
Él se encontraba caminando a su antigua casa, procesando todo lo que le dijo Gen, tenia que ser una broma ¿No? Pero por la expresión de todos, no lo parecía, era verdad...era verdad...
—Kohaku... murió...— fue lo que alcanzó a decir, mientras caminaba por las calles de la ciudad, hasta encontrarse con un viejo amigo.
—Cuanto tiempo...Senku— saludo Ukyo, quien con unas cuantas vendas en su rostro y brazo lo saludo con una sonrisa.
—Ukyo...— levantó un poco la mirada, viendo las vendas —¿Que te paso? ¿Luchaste con un oso o que?—
Eso ofendió un poco a Ukyo, quien solo sonrió nerviosamente y miró a su amigo, quien al cabo de unos segundos volvió a avanzar.
—Mas bien, fue una leona...— fue lo único que dijo, antes de volver a su camino, o al menos hasta que sintió que alguien lo toco del hombro, ya sabía quién era, así que volteo.
—¿Que dijiste...?— dijo Senku agarrando el hombro de Ukyo.
Comenzó a llover.
—Lo que escuchaste Senku, tal vez a este punto ya te habrán dicho la verdad, pero aquí estoy yo, procesandolo también, después de todo...fue una grata sorpresa...— volvió a sonreír de costado, a pesar de la clara expresión de sorpresa de Senku y quien sabe, tal vez... esperanza.
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[En un almacén abandonado, cerca al aeropuerto...]
Ibara se encontraba contando su dinero, aún con la alegría de escapar de ese lugar, perdió mucha mercancía, pero al menos no fue tan malo, y todo gracias a su linda mascota.
—Que sucio está...— comento su cómplice Mozu, quien a menudo se encargaba de la extorsión y a buscar personas para su comercio o que trabajaban para él, se acerco a Ibara con clara cara de asco —¿No pudiste encontrar un lugar más sucio?— comento con claro tono de sarcasmo.
—Descuida, solo es temporal, además tuvimos suerte de escapar ante ese policía metiche, tenemos que buscar otro lugar lo antes posible — dijo de mala gana guardando el dinero en una enorme valija de viaje.
—¿Y la chica?— pregunta Mozu refirendose a la rubia que estaba en una esquina, apenas cubierta con un vestido viejo y roto, que solo cubría lo necesario.
—No la llevaré conmigo obviamente, fue la mejor mercancía que llegaste a traer hace ya un tiempo...— camino junto a su cómplice, mirando de reojo la mirada de perversión de Mozu —No, aún no la puedes violar o lo que sea esa mierda, ella fue la razón de nuestro escape de hoy y tampoco creo que te interese, es muy agresiva —
—Ja, aún mejor, solo quitale esas cadenas, mordaza y todo, para que la haga mía, no creo que siquiera se queje — decía ya acercándose más a la chica.
—No, si hago eso ella tendrá la oportunidad de escapar y creeme, que no sería la primera vez...solo la puedo controlar con las descargas eléctricas que están en su mordaza, de lo contrario no sería capaz de controlarla — dio media vuelta y camino a la salida —Por cierto tú la ciudaras esta noche, tengo negocios con un nuevo local que podríamos usar, solo no dejes que escape — se fue.
Mozu miró de mala gana a la chica, quien seguía encadenada a la pared y claramente no se podía mover, aunque le vino la duda que si podía hablar, así que probo algo.
—Tranquila linda, el pesado de Ibara ya se marchó, puedes decir lo que quieras si gustas — intento siquiera escuchar su voz, pero la chica se quedó sin recibir nada —Te dije que ya puedes hablar...— nada.
Se estaba empezando a aburrir, hasta que escuchó las cadenas moverse un poco, fijo su vista a la chica, viendo como ella apuntaba su dedo a la mordaza.
—Oh...ya veo, así que esa cosa no te deja hablar eh...— lo pensó un poco, creyendo que una chica no podía escaparse de él, no importara lo fuerte que decía que era ese mierda de Ibara, seguro solo exageraba.
Con un suspiro soltó la mordaza de la chica.
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[En el apartamento de Byakuya]
Tanto Byakuya como los amigos de Senku, se quedaron esperando hasta que él mencionado apareciera.
—Ya paso un buen rato...— decía Taiju mirando impaciente la puerta.
—Dale tiempo, fue una noticia muy dura hasta para él...— está vez fue Tsukasa, quien para calmar a Taiju lo palmeó un poco en el hombro.
—Peor que eso Tsukasa-chan — dijo Gen con un refresco en la mano y los ojos cerrados —Acaso...¿Se comunicaron con Senku-chan todos estos años?— interrogó.
Ambos negaron con la cabeza, era cierto ellos no sabían nada de él desde que se fue, en especial porque no querían interrumpirlo mientras estudiaba.
—Con razón...verán, Kohaku-chan era la novia de Senku-chan —
Silencio...
—¡¿Encerio?!— eso tomo por sorpresa a Taiju, si hubiera sido diferente se hubiera alegrado, pero ahora solo sentía una pena fuerte por su amigo.
—¿Como lo sabes?— está vez fue Tsukasa.
—El último día de clases ¿No se acuerdan? Fue cuando conocimos a Kohaku-chan, ellos mostraban claras señales de que estaban ocultando algo. Senku-chan lo confirmo por teléfono en una ocasión, donde ya no tenía escapatoria — tomo un sorbo de refresco —Por eso no quería que lo supiera...—
Silencio...
Nadie volvió a hablar, hasta que se escuchó la puerta abrir. Todos miraron confundidos, al encontrarse con Senku y Ukyo quienes tenían una sonrisa de lado y una mirada de clara determinación.
—¿De que me perdí?— dijeron todos en coro.
—Nada en especial...— fue Ukyo, quien con una mirada sería les dijo —Kohaku...está con vida...—
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[El el almacén ]
Mozu estaba quitando la mordaza de Kohaku, después de unos segundos logro quitarla por completo.
—¿Ahora sí puedes hablar linda?— dijo al fin viendo la boca de la chica, pero se paralizó al verla sonreír, joder esto no acabaría bien.
Es ese momento la chica con un rápido movimiento le dio una patada al hombre en la mandíbula, provocando que la misma sangrara a montones, con otra patada en su cabeza logro dejarlo inconsciente. Vio el momento para quitarse esas cadenas de sus muñecas, la cuáles al estar oxidadas y desgastadas fueron fáciles de romper, se quitó la venda de los ojos.
—Ibara, te vasto un solo bastardo para dejarme libre, ja, creí que después de tres años te volverías más astuto no más idiota, que inocente...— se paró e intento salir del lugar, no sin antes volver a ver a su liberador —Por cierto, gracias por tan lindo detalle, pero me temo que no podré devolverte el favor, adiós...— salió corriendo del lugar dejando a Mozu mal herido tirado en el piso.
Kohaku corrió por un largo rato, buscando algo que reconociera para poder buscar ayuda y de paso un lugar donde esconderse de ese bastardo de Ibara, era complicado ya que siempre estaba vendada de ojos y difícilmente se podría ubicar.
Era de noche, no encontró nada en todo ese tiempo, era casi invierno así que las noches era todo un infierno para ella, llego a un muelle al cabo de unos minutos más, encontró un barco que parecía vacío y subió en el, solo para ver si había algo que podría usar para cubrirse esa noche encontrando un par de mantas en la cubierta del barco y quedando dormida.
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[Mientras en casa de Senku]
—A ver si entendí, dicen que Kohaku sigue viva, debido a que Ukyo la encontró en su caso de trata de personas ubicado en el centro de la ciudad, después fue a preguntar a otros de sus compañeros, quienes solo confirmaron que ese tal Ibara siempre iba junto a una chica de cabello rubio largo encadenada y muy torturada, quién era muy fuerte y básicamente la guardaespaldas de Ibara, pero la perdieron de vista, hasta que Senku vio a ese tal Ibara corriendo con esa chica, que ustedes creen que es Kohaku ¿No?— dijo Taiju casi sin aliento y procesando la información.
—En resumen, si, se podría decir — dijo Senku sin mucho interés hurgando su oído con el meñique.
—Creo que estás saltando a resultados erróneos Senku-chan...— dijo Gen con unas gotitas en su sien ¿Acaso la situación estaba volviendo loco a su amigo?
—Tiene razón, no estamos seguros si ella es Kohaku o si es solo otra persona con un parecido a ella — dijo Tsukasa aún digiriendo la información.
—Ese negocio de la trata de personas, se abarca a todo el mundo, que sea rubia solo diría que podría ser de América — dijo Gen aún con su refresco en la mano.
—De hecho no exactamente, recuerda que estuve en América por más años que tú, ese negocio no tiene cabida, sobretodo si es de la mano de Ibara — decía Senku tranquilo mientras miraba unos documentos.
—¿A que te refieres?— fue Byakuya está vez quien habló.
—Segun los informes policiales, Ibara es solo un viejo ambicioso, que solo piensa en dinero y mujeres, lo atraparon en el mismo negocio varias veces antes de que me volviera policía, no podría hacer un tipo de negocio mundial así por así — respondió Ukyo revisando otros papeles, después sonrió de lado —Byakuya...— el mencionado lo miro —La cena está bien, pero creo que sería más especial si la llevaras a un lugar más...elegante si quieres impresionarla — dijo sin más.
Byakuya se quedó rojo de vergüenza, quitándole el papel de la mano, era una lista de actividades para su cita con Lilian.
—¿En qué estábamos?— intento disimular, arrugando la hoja hasta guardarla en su bolsillo.
—En tu cita con la tía de Ruri — dijo Senku intentando molestarlo.
—A si, mi cita con...— se quedó pálido y tomo del cuello a Senku —¡Mira lo que me haces decir Senku...!— grito avergonzado a su hijo, mientras lo movía de un lado a otro.
—No es mi culpa que tengas la cabeza en las nubes viejo — dijo mientras intentaba safarce de su agarre, viendo a sus amigos con una sonrisa nerviosa, en eso recuerda lo de Ruri —Por cierto ¿Y Ruri? —
Silencio...
Byakuya soltó a Senku y lo jalo a la cocina.
—¿Que pasa viejo? No me digas que es otro asunto chocante — decía Senku de forma un poco impaciente ¿Que más le estarían ocultando?
—Bien, verás...no sabemos nada de ella, hace ya dos años perdimos todo contacto con ella, sabemos que está bien por un amigo en común de Kinro, pero no más, tampoco insistimos mucho, después de lo que pasó no queríamos hechas sal a la herida, creo que tiene una hija y vive aún en Japón, mañana la veremos en el aniversario de la muerte de Kohaku — decía un poco más tranquilo, en especial por la pequeña luz de esperanza que les daba Ukyo y que si era cierto, podrían volver a ser una familia con su hermana y su pequeña sobrina.
—¿Y su padre, que fue de él?— pregunto con curiosidad, puede que no lo conociera tanto en el pasado, pero aún así debe ser duro perder a una hija ¿No?
—Murio al a pocos meses de que se declarara muerta a Kohaku, no sabemos los detalles...—
—Ya veo...— se quedó un rato recordando como era él, un hombre estricto y duro, pero que siempre se preocupó por sus hijas, era triste que terminara de esa forma —Por cierto ¿Como se volvieron tan cercanos a la familia de Kohaku? Hasta donde se, los chicos apenas la conocían — era verdad ¿Que habría pasado todo ese tiempo? ¿Se habrán vuelto amigos o algo así?
—Pasaron muchas cosas desde que te fuiste Senku, ella resultó ser muy amable...— volvió a la sala, ante las miradas de los demás.
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[En el muelle]
—Amo Ryusui, no creo que sea buena idea dormir en el barco, sería más cómodo un hotel — dijo Francois mientras seguía a Ryusui.
—Descuida, aunque parece tentador una cómoda cama de hotel, no sería correcto dejar mercancía tan valiosa desprotegida...— se paró en seco.
—¿Algún problema?—
—¿Quien es ella?— señaló a la chica, tapada a penas con una tolda del barco.
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CONTINUARA.....
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(Siguiente capítulo: Reencuentros)
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("El hilo rojo del destino")
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