El plan era que Chris y yo no hiciéramos nada.
Sí, me escuchaste.
Lauren no quería que estuviéramos involucrados mientras ella hacía lo que había planeado hacer, así que Chris y yo no teníamos idea de lo que iba a pasar. Dijo que era mejor así, Donovan no sospecharía nada y no había ninguna posibilidad de que saliera mal.
Me sentí mal por Lauren.
Han pasado como unas pocas horas que recuperó sus recuerdos y se vio empujada de cabeza a estas responsabilidades de tratar de salvarse a sí misma de ser asesinada y al mismo tiempo protegernos a mí y a su hermano.
No tuvo el lujo de estar relajada.
Necesitaba estar alerta cada segundo de cada minuto.
La mesa en la cena tuvo el silencio más épico.
Lauren no tomó su posición en su lugar habitual; estaba sentada en la mesa principal donde podía analizar a todos desde su asiento.
Ya no estaba estresada, estaba contenta con esta nueva versión controlada de mi esposa. Era alguien literalmente salida de un cuento de hadas. Había asumido mi posición a su lado.
Sus ojos se encontraron con los míos y me sorprendió mirándome. Aparté la mirada de inmediato, el color subió a mis mejillas. Se inclinó y yo olí su perfume embriagador.
- No me importa si sigues mirándome -
Me reí. - Lo siento. Es solo que... todavía estoy tratando de acostumbrarme a que seas así -
Lauren asintió con la cabeza en comprensión.
Taylor estaba enviando mensajes de texto en su teléfono; realmente no entendía por qué una niña de once años tenía más libertades que yo. Eché un vistazo a la pantalla y la vi escribiendo un mensaje de texto a alguien debajo de la mesa.
Te amo también 😘
La miré con la boca abierta.
Taylor tenía novio en la escuela. Me preguntaba qué hacían exactamente como pareja.
¿Comparar sus puntuaciones de Candy Crush?
¿Coleccionar insectos juntos?
Cuando Donovan entró en la habitación, miró a Lauren y algo parpadeó en sus ojos.
Una lenta sonrisa se formó en el rostro de Donovan mientras miraba a su hermana. - ¡Bueno, qué sorpresa! -
Parecía feliz de ver a su hermana. - No lo creo. Mírate... -
- Lo hago - Lauren dijo con una sonrisa. - Sigo mirándome en el espejo y agradeciendo mi buena suerte por haber nacido más guapa que tú -
- ¡Vete a la mierda! - dijo Donovan y luego se dio cuenta de que Taylor estaba allí con nosotros, así que dijo. - ¡Me refiero a que te vayas! -
Se dirigió hacia nosotros en unos pocos pasos y envolvió a Lauren en un abrazo y le dio unas palmaditas en la espalda con algunos golpes fuertes. - Ha sido difícil sin ti cerca, Lau. Apenas estaba aguantando, ya sabes, con todo, la empresa y la familia... Estoy tan malditamente feliz de que hayas vuelto, hermana -
Seguramente parecía que no estaba fingiendo, y si lo estaba, era una buena actuación.
Una actuación digna de un premio.
Y luego Dayana entró pavoneándose, vestida para la cena como si fuera a una fiesta. Miró a Lauren y luego a Donovan, su comportamiento de perra cambió de repente.
- ¿Esto realmente está sucediendo? Lauren... - ella sollozó. - ¿Me recuerdas? -
- Sí, eres la jirafa que escapó del zoológico y siguió merodeando en mi patio trasero. Nunca podré olvidarte -
- Oh Dios, realmente eres tú - Dayana lloró más fuerte, riendo al mismo tiempo que Lauren levantaba la mano hacia ella. Echó a correr hacia Lauren y se abrazó a ella.
- Te extrañé mucho. Hemos estado esperándote - tomó su cabeza entre sus manos y besó su mejilla, llorando incontrolablemente.
Mis ojos casi se salieron de sus órbitas. Sentí que había entrado en otra dimensión, una en la que todos éramos parte de esta película de la vida en la que el héroe recupera sus recuerdos y los miembros de la familia están sorprendidos y súper solidarios.
Algo así como un libro moderno de Jane Austen.
Felices para siempre.
El fin.
Esto parecía más un episodio de The Twilight Zone.
Ojalá mi vida fuera simple.
Lauren le besó la parte superior de la cabeza a cambio como lo haría una hermana cariñosa.
Esperaba sorpresa, gritos y mucho caos, pero no esto... Donovan y Dayana actuando muy alegres sobre Lauren recuperando sus recuerdos.
Volvieron a sus asientos.
Donovan levantó su copa de vino. - Por Lauren. Por recuperar sus recuerdos y por su buena salud -
- Por Lauren - dijo Dayana levantando su copa.
No pude descifrar lo que Lauren estaba pensando por expresiones. Tenía una sonrisa en su rostro como si aceptara el amor y el afecto que su familia estaba derramando sobre ella.
Chris irrumpió en la habitación mientras el personal comenzaba a servir la cena. - Lo siento, llego tarde - dijo, tomando asiento frente a mí y luego me guiñó un ojo.
- Taylor, deja el teléfono - ordenó Lauren. - Es mi primera cena desde que regresé, así que voy a ser un poco suave con todos, pero necesito que todos estén en la mesa a las siete y media. Los teléfonos se dejarán fuera del comedor -
Taylor suspiró y guardó su teléfono. Eso era nuevo, especialmente porque Taylor ni siquiera escuchaba a Donovan cuando le gritaba. Supongo que Taylor solo había conocido a Lauren como la figura autoritaria después de la muerte de sus padres y tuvo mucho más éxito en mantener a la mocosa a raya.
Me dio la impresión de que Lauren no necesitaba levantar la voz para hacer las cosas aquí, una mirada gélida de su parte era suficiente.
Donovan miraba directamente a Lauren; no le había quitado los ojos de encima como si esperara que Lauren sacara un cuchillo en medio de la cena. Los dos hermanos empezaron a hablar sobre su empresa y lo que estaba pasando.
Estuve tentada de intervenir y gritarle a Donovan que casi me había incriminado por el asesinato de Lauren.
¿Cómo podía sentarse allí, reír y bromear como si no hubiera hecho esas cosas viles?
- Necesito un informe detallado de todos los jefes de departamento, comenzando por las finanzas. Necesitamos saber qué pasó con los quinientos mil dólares... - Lauren dijo cortando su filete, se lo llevó a la boca y luego se detuvo. - A menos que uno de ustedes pueda iluminarme -
- ¿Qui... quieres todos los informes? - Preguntó Donovan.
- ¿Haz tartamudeado? - Chris se rió.
Donovan le lanzó una mirada furiosa, pero se sentía amenazado. Parecía que era una píldora difícil de tragar para Donovan ya que ya no iba a dirigir el espectáculo aquí. - Bueno. Te los llevaré el miércoles -
- Los necesito para mañana - Lauren dijo. - Avisa a todo el mundo. No estaré en la oficina, pero querré los informes. Mira, Donovan, no sé cómo solían funcionar las cosas aquí cuando yo no estaba, pero es mejor que sepas que va a cambiar -
- ¿Eso significa que recuerdas cómo te ahogaste, Lau? - Preguntó Taylor con un bocado de comida.
- Lo recuerdo, sí. Todos y cada uno de los detalles -
- Bueno, vi...
- Taylor, lleva tu cena al piso de arriba, a tu habitación - le dijo Dayana.
- ¡No voy a ninguna parte! -
- Winston, lleva la comida de Taylor a su dormitorio. No la necesitamos aquí - Donovan intervino.
Winston obedeció sin decir una palabra.
Taylor no dijo nada, pero salió de la habitación enfadada. Empujó un plato de la mesa, lo que creo que no fue por accidente.
- Camila, tú también puedes subir -
Lauren agarró mi mano.
- Camila se queda aquí. Ella no es una niña. Escuchará todo lo que tengas que decir -
El personal salió del comedor y nos dejó a los cinco solos en la habitación. Hasta ahora, no había dicho una sola palabra.
- Seré honesta - Lauren empezó a decir. - Creo que deberías dejar de lado esta exagerada muestra de afecto, actuando bien y elegante. Ya terminé de fingir que todo está bien -
- Bueno, ¿qué quieres que digamos, Lau? - Donovan exigió, arrojando su cuchillo y tenedor sobre la mesa. - ¿Que lo sentimos? ¿De qué diablos me arrepentiría? Sabes tan bien como yo las cosas que hiciste para meterte en ese lío. No soy responsable, ni Daya ni nadie más. Fuiste tu. Tu maldito error -
Chris se burló.
Los ojos de Donovan se encontraron con los míos y luego se volvió hacia Lauren.
- Lau, ¿por qué no le dices a tu esposa qué hiciste exactamente...? -
La mirada de Lauren se volvió aguda, se volvió hacia Winston, quien era el único miembro del personal al que se le permitía quedarse en la habitación.
- Necesito que eliminen los rastreadores de tobilleras de Camila y Christopher. Esta misma noche -
- Sí señora - Winston hizo una reverencia y salió de la habitación.
- ¿Qué? ¿No se lo vas a decir? - Donovan se rió, con un brillo maníaco en sus ojos.
- ¿Decirme qué? - yo pregunté.
- ¡Cállate, Donovan! - Ese era Chris. - No muerdas el anzuelo, Cami -
Pero fue difícil no hacerlo.
Había muchas cosas de las que no era consciente.
Donovan lo ignoró.
- Díselo, Lauren -
Siguió burlándose.
- Tu esposa necesita conocer todos tus secretos. No nos hagas pasar por unos villanos cuando no eres una puta santa. Sabes, iba a dejar pasar esto porque, después de todo, somos familia, pero como quieres empezar esta tormenta de mierda, no voy a detenerte - tiró de la servilleta y la arrojó sobre la mesa.
- Quieres que Camila se quede y escuche, así que ella escuchará - dijo Donovan, explotando de rabia.
Lauren lo miró con frialdad, sin pronunciar palabra, manteniendo intacto su exterior glacial. Tenía la mandíbula apretada.
- No lo escuches, Cami - dijo Chris desesperadamente.
Donovan me miró fijamente y no estaba de humor para bromas, parecía muy serio.
- Verás Camila... -
No me atreví a echar un vistazo a mi esposa.
- Lauren mató a nuestros padres a sangre fría -