Cap. III: ¡Joder!

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-Yuri- ella susurro su nombre sin quitarle los ojos de encima.

Volteé a ver a Tiffany y ella tenía una expresión de no entender nada.

Y como si ambas fueran dos imanes, se acercaron y se abrazaron como si no hubiese un mañana.

-Crei que estabas en Estados Unidos.- en la voz de mi mejor amiga se podía notar que pronto comenzaria a llorar.

-Volvi hace 2 dias, nunca crei que te volvería a ver- y cuándo Sica terminó de decir eso, uno sus labios con los de Yuri.

El beso comenzó tiernamente, como si ellas quisieran transmitirse todos sus sentimientos con esa simple accion, pero luego se empezó a volver mas apasionado, y llegó a un nivel en el cual las manos de Yuri no se quedaron tranquilas e iniciaron un recorrido por todo el cuerpo de Jessica.

Yo por mi parte sentía que mi rostro ardia en llamas, pero también sentía algo un poco incómodo en mi pantalón, asi que bajé mi vista hacia dicho lugar, y me lleve la grata sorpresa de que estaba excitada.

-Ummm, Yul, Jess, recuerden que aún seguimos aqui- interrumpí su momento super pasional, sabía que si seguían de esa manera, mi erección se haría mas notable.

-Emm, si disculpen- mientras que Jessica decía eso, Yuri me miro directamente a los ojos, como si me quisiera matar con la mirada, y luego bajo su vista a mi intimidad y pude ver claramente como contenía su risa.

-Tae, Jessica y yo tenemos cosas que hacer, si sabes a lo que me refiero- Oh Yul, claro que se que te quieres violar a Sica- asi que, ¿Podrias dejar que Tiffany duerma hoy en tu casa?- ¡esa hija de su...! relajate Taeyeon, cuenta hasta diez.

-Yo no creó que Tae quiera que yo duerma en su casa, digo, la acabó de conocer- Oh Fany, claro que quiero que duermas en mi casa, aunque exactamente no te dejaría dormir, si no que haría otro tipo de cosa.

-Tae, ¿Puedes dejar que Fany se quede en tu casa?- al parecer a este par de tortolas se les alteraron las hormonas mas que a mi.

-Claro, si es que Tiffany quiere- espera, olvide por completo que en estos momentos tenía un problema en la entrepierna.

-¿Enserio?, pues yo digo que si, no me quiero traumar con lo que haran ellas dos- no se cuantas veces en este dia eh puesto una cara de idiota por las hermosas sonrisas que ella me dedicaba.

-Genial- sabía que esta era una mala idea, pero realmente esta persona que estaba frente a mi, cautivó por completo mi mente y corazón.

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Juntó con Tiffany entramos a mi apartamento, le dije que se sintiera como en su casa, y me dirigí a mi habitación corriendo como si no hubiese un mañana.

Cerré la puerta de un golpe y baje mi vista hacia mis pantalones.

¡Joder, si que tenía un serió problema hay abajó!, nunca creí que mis horminas se alterarían de esa manera por ver un simple beso.

Y lo peor de todo es que en mi sala se encontraba una chica que con solo sonreír ya hace que me sienta en el paraíso.

Cogí un pantalon, que eran mucho mas cómodos, me quité los que ya traía puestos, esperó que eso oculte un poco la erección que tengo.

The ExperimentWhere stories live. Discover now