— Aun que, para serte sincero, me da gusto que esto haya pasado. —exclamó y me solté para mirarlo. —por que tus celos me demuestran cuanto me quieres.

— ¿y todavía te atreves a dudarlo?

— No, pero me encanta confirmarlo. —enfatizó y me dio otro beso.

— ¿De verdad no ibas a dejar que te besara?

— Por supuesto que no, te lo juro, Zhan, entiendo tu desconfianza pero su de algo debes estar seguro es que jamás te engañaria, no tengo ninguna necesidad de hacerlo. Ya, vamos a comer, anda.

Me corrió la silla para que me sentará y después el se sentó frente a mi. Ambos pedimos ensalada y mientras nos las llevaban, Yibo me acariciaba una mano, entonces me sentí muy tranquilo pero aún así le conte lo que QiRen me había dicho de el y volvió a reiterarme que no tenía por que preocuparme que no me negaba que si había sido así, pero que ya había cambiado.

— Zhan, ya ni siquiera tengo el celular al que me llamabas.

— ¿Como que no le tienes? —pregunté sorprendido.

— Ese número era exclusivo para esas citas pero ya lo tire porque no tengo ninguna intención de seguir involucrado en eso.

— ¿Enserio?

— Si, encontré algo mucho mejor y sin buscarlo, llegaste tu y ahora todo es diferente. —agregó y me dio un beso en la mano. —Anota el número de mi móvil. —añadió y me lo dictó, pero no borre el otro, quería asegurarme que me decía la verdad.

Me sentí feliz, como nunca antes, al enterarme que ya no estaba en esa sociedad o lo que fuera.

Me acompaño a la oficina y le di mi llave del departamento, nos dimos un beso y entre al edificio. Arregle todo lo necesario para la junta que tendríamos con el Sr. Luhan a las 15:30. QiRen se fue a la siete y me dijo que ya me podía ir yo también, así que me arregle y salí de la oficina. Yibo me estaba esperando afuera del edificio, me recibió con un beso y nos marchamos.

Cuando llegamos al departamento me lleve una gran sorpresa, la mesa estaba puesta para dos personas y en el centro había un hermoso arreglo de alcatraces, lo mire boquiabierto y lo abrace efusivamente luego de darle un beso.

— Yibo, ¿como sabías que los alcatraces son mis flores preferidas?

— Se más cosas de ti de las que te imaginas. —respondió guiñandome un ojo.

— ¿Ah, si? ¿Como puede ser eso?

— Es un secreto. Siéntate que la cena ya está lista.

— ¿Te ayudó en algo?

— No conejito, tu vienés de trabajar, debes estar cansado, aunque espero que no tanto para el postre. —dijo en tono sensual.

Me sirvio una copa de vino y después me sirvio en un plato el pescado y en el otro la ensalada. Cenamos tranquilamente y me comentó que Mei le había llamado para confirmar mi asistencia a su boda y el le aseguró que por ningún motivo faltaría.

— Por cierto bebé, ¿puedes pedir permiso para faltar ese viernes? Por favor, me gustaría llegar al ensayo, ¿sabes? Soy el padrino.

— ¿Enserio? No tenía idea, voy a hablar con QiRen, si no se puede, llegó el sábado yo solo y así no te pierdes el ensayo.

— De ninguna manera, tienes que llegar conmigo.

— Cierto, que soy tu "novio"—exclame en tono chistoso. —No e vería bien si llegó solo.

Ardiente Tentación [YiZhan] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora