- Quiero ser su amigo. - Dijo para luego posar su vista en mi. - Tu eres su amiga. ¿Verdad? - Mitsuri estaba roja, si metía la pata en frente de Tanjiro iba a ser un colapso automático para mí cabeza.

- Algo así.. - Rasque mi cabeza y me levanté. - ¡En fin, debo irme! - dije levantándome.

- ¡Si! Nos vemos. - Me fui en busca de un herrero para pedirle algún dormitorio libre. Empecé caminar y encontré uno en el pasillo. - Lo siento por lo repentino pero ¿Hay alguna habitación libre para dormir?

El sorprendido por mi presencia me contestó. - Déjeme ir a preguntar un segundo. ¡Espere aquí! - Dijo para luego salir corriendo del pasillo.

- Parece que le agradas a los herreros. - Una voz con un tono sarcástico sonó detrás mío. - ¿mmm? - Voltee mi cabeza y observé al dueño de esa voz.

- Parece que viste un fantasma.

- ¿G-Genya? - El sudor que pasaba por mi frente llegó a mi mejilla. Hubo un silencio incómodo que fue cortado por el pelinegro. - ¿Cómo has estado?

- Oh, estoy bien. - Intenté calmarme para luego responder la pregunta. - Pensé que te había pasado algo, no contestabas las cartas que estube enviando. - Dijo cruzando sus brazos.

Al escuchar esas palabras mire al suelo, el me miró confundido. Levanté mi cabeza para verlo. - ¿De verdad? ¡Que descuido! Discúlpame Genya. - Por dentro estaba aterrorizada, había cavado mi propia tumba por mi tonta inseguridad y sentimientos confusos.

- Por lo menos se que no estás muerta ¿Estás segura de que estás bien? Tu cara está pálida y estás sudando. - Antes de que pudiera contestar, el herrero llegó a toda velocidad. - ¡Señorita _____! - Los 2 nos dimos vuelta. - Disculpe interrumpir su charla.. y si, hay una habitación libre. Sígame por favor.

El herrero agarro mi mano y empezó a caminar. - Oh, gracias. ¡Nos vemos luego Genya!

Me despedí del chico y llegué al lugar donde dormiría. - ¡Gracias por traerme hasta aquí! - Le dije al herrero que abría la puerta del cuarto. - ¡N-No es nada señorita! - No podía ver su cara por su máscara, pero parecía tener entre unos 10 y 12 años.

Me despedí de el, y entre por fin a la habitación. Dormí muy bien esa noche. Había decidido olvidar por completo ese "asunto" de Genya. No iba a interrumpir en nuestra amistad.

Mitsuri se había ido a mantener su distrito como pilar. Por lo tanto ya no tenía una mamá pato que me guiará.

Hablé con el herrero de Mitsuri, me dijo que mi espada estaría lista mañana antes de la cena.

- ¿No crees que eso es rápido? El herrero debe ser muy bueno. - Estábamos cenando tranquilamente, le había contado a Tanjiro sobre la nueva espada. - Tienes razón, en cuanto me entregué la espada me reunirme con Mitsuri otra vez. Tal vez visite a mis hermanas.

- ¿Tienes hermanas? - Me pregunto agarrando con sus palillos la comida. - ¿¡No te conté?! Yo soy la hermana mayor. No las visito tanto por las misiones pero las amo mucho. - Simplemente empezó a escucharme mientras que hablaba de mis hermanas. - Ellas son Touko y Hayami, Toko tiene 12 y Hayami 14. ¡Son muy buenas, algún día deberías conocerlas! Creo que se llevarían bien con Nezuko. - Termine de hablar, el me sonrió y con su misma calidez de siempre me contestó. - ¡Deben ser muy buenas! - nos sonreímos mutuamente.

Yo terminé de cenar, me despedí de tanjiro y empecé a caminar rumbo a la habitación donde dormía.

Narra Genya:

Estaba en mi habitación, no había cenado hoy. No me importo mucho, solamente quería dormir tranquilamente. Había escuchado una voz en el pasillo. - Ahhh, que sueño. - se escuchó a lo lejos, era una chica ya que la voz era femenina. No le di importancia y me dormí..

"Cuando te vea otra vez" || Genya Shinazugawa x Reader || Kimetsu No YaibaWhere stories live. Discover now