paper hearts. » caché. [adaptación] (TERMINADA).

Capítulo 33.

—Yo iba a proponértelo.—susurró mientras asentía. 

—Promete que no me dejarás plantada.—bromeó, entonces Poché sin querer aguantarlo más, besó a su novia cortándole las palabras, la adoraría por lo que le quedaba de vida. 

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[7 meses después.]

—¿Estás lista?—le preguntó Poché. 

—No.—Calle respondió nerviosa. Poché sólo soltó una risa antes de girar la manija y abrir la puerta del despacho del señor Calle. Daniela estaba nerviosa, en ese momento le diría a su padre que se casaría y que, de hecho, su prometida estaba embarazada. No estaba lista para ver su reacción.—Amor, no tiene que ser hoy.—le susurró casi inaudible. Poché solo volvió a reír. 

—¿Prefieres que se entere cuando le llegue la invitación a la boda?—preguntó divertida, entonces Calle se sintió aún más nerviosa. 

—Poché, yo-...—Calle se vio interrumpida. 

—Señor Germán, buenos días.—le dijo deteniéndose frente al escritorio con su novia a su lado quien se le estaba olvidando como respirar. 

—Buenos días, María José. Buenos días, hija.—saludó con una sonrisa.—¿Qué las trae por aquí?—preguntó cruzando sus manos sobre el escritorio. 

—Calle tiene algo que contarle.—la miró con una sonrisa. 

—Ah, eh, ah...—tartamudeó nerviosa, pero al ver los ojos llenos de brillo de Poché, sintió el valor que le hacía falta.—Poché y yo nos vamos a casa—dijo sin más, sorprendiendo a su padre.—, y...y vamos a tener un bebé. Poché está embarazada.—Poché asintió con una sonrisa llena de ilusión. 

Germán ladeó su cabeza y sin decir una palabra se levantó para caminar lentamente hacia ellas. Calle estaba preparada para lo que tuviera que decirle, no se esperó que su padre en lugar de darle un sermón, les diera a ambas un gran abrazo. 

—Felicitaciones.—fue el susurro que se escuchó por parte del hombre, feliz. 

—¿Esto es todo lo que dirás?—le preguntó Calle confundida. Germán terminó el abrazo en ese momento para mirarla a los ojos. 

—Encontraste a tu persona idónea, hija—fue su respuesta.—, y me siento el hombre más feliz del mundo. Te veré feliz y...¡seré abuelo!—sonrió emocionado.—Poché—la miró al escuchar su risa.—, eres maravillosa y sé que cuidarás a mi hija del mismo modo en el que ella cuidará de ti. 

—Claro que lo haré.—dijo segura tomando la mano de su novia para entrelazar sus dedos con los de ella. 

—No lo dudo, te estoy entregando lo más preciado que tengo.—dijo sinceramente.—El amor de mi vida quien escogió al suyo.—Poché sonrió, como quisiera que su padre pensara así de ella.—Hazla muy feliz. 

—Así será.—susurró Poché. 

—Esto es maravilloso—dijo Germán.—, déjeme darles un regalo por adelantado.—en ese momento Poché dejó de sonreír.—¿Dónde quieren que esté ubicada su nueva casa?—preguntó rodeando el escritorio para volver a sentarse. 

—No, no, no.—Poché negó de inmediato. Germán la miró confundido.—No aceptaré, señor Calle. 

—¿Qué? ¿Por qué no?—preguntó. 

—Porque he trabajado mucho para tener lo que tengo hoy allí—dijo sinceramente.—, y trabajaré aún más para darle a Daniela y a nuestro bebé la vida que merecen.—Calle asintió, aunque estaba acostumbrada a obtener todo de manera "fácil", apoyaría a su novia en su determinación.—Agradezco su preocupación, pero no necesito que me regalen nada, para eso puedo trabajar.—asintió. Germán suspiró con una sonrisa, no esperaba menos.