𝐆𝐥𝐚𝐬𝐬 𝐇𝐨𝐮𝐬𝐞

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Observo el atardecer mientras la cálida brisa me abraza entera, revolviendo mi cabello mientras camino por las calles de Venice, en Los Ángeles, todo lo contrario a mi hogar en Cleveland, que es mucho más frío. Todo parecería de ensueño, como salido de una película, si no fuera por mi único motivo para visitar esta horrible ciudad. Y es que estoy aquí para vengar la muerte de mi hermano.

Mi vida ha sido dura desde los 17. Poco después de cumplirlos, regresé a casa después de un largo día en la escuela, al igual que siempre, pero ese día fue distinto. Recuerdo que mi hermano jugaba videojuegos todo el día, lo encontraba gritándole a la televisión en la sala de estar, y después comíamos juntos. Y ese día, el maldito 10 de julio del 2017, no estaba gritándole a la televisión y toda la casa se encontraba en un silencio sepulcral. Subí a buscarlo a su habitación, y entonces lo vi, tirado sobre el suelo y con la nariz sangrando.
Me arrodillé a su lado e intenté reanimarlo, pero ya no había esperanza alguna, su piel estaba fría y sin color.

Lloré sobre su pecho hasta que mi padre nos encontró casi dos horas después. Yo estuve en estado de shock por tres días. Y después me enteré que la causa de su muerte había sido una sobredosis de cocaína, y claro, lo había mezclado con alcohol y marihuana.

Sé que él mismo provocó su muerte, pero nada de eso hubiera sucedido si Colson Baker nunca hubiera aparecido en su vida.

Mi hermano y yo éramos muy unidos, como uña y mugre. Siempre nos contábamos todo, incluso nuestros secretos. Y por supuesto, él solía contarme que su maravilloso amigo, Colson, lo convencía para consumir marihuana durante las fiestas. Poco a poco, las cosas fueron escalando, consumían cosas más fuertes y a Colson se le ocurrió la idea de adentrarse en el negocio de las drogas, convirtiéndose en un pequeño drug dealer, cuyo cliente principal era mi hermano.

Desde ese momento, odié a Colson con toda mi alma. Él arrastró a mi hermano a toda esa porquería. Está muerto por su culpa.

Recuerdo que mi hermano intentaba esconder su drogadicción, aunque era demasiado evidente. Incluso yo y mis padres le rogamos que lo dejara, pero él nunca escuchó y ahora ya es demasiado tarde.

Durante estos tres años he estado rastreando a Colson Baker, o mejor dicho, Machine Gun Kelly, su estúpido nombre de gangster. Puede cambiarse el nombre cuantas veces quiera, pero eso no le quitará lo asesino.

Hace unos cuantos días, una vieja amiga, con la que no hablaba desde hace años, me invitó a una fiesta en Los Ángeles, organizada por el mismísimo Colson en honor al 14 de Febrero. Una excusa más para poder incitar a más personas a consumir sus porquerías.

Supe que era una oportunidad que no podía dejar pasar. Al fin sabía exactamente dónde encontrarlo, y esta vez lo haría pagar por todo, aunque eso significara viajar durante horas en un autobús. Nada importaba, la venganza lo compensaría todo.

Y aquí estoy, finalmente, en Los Ángeles.

Hoy decidí usar un vestido rosa chillón con los tirantes de pedrería y unas doc martens de color negro, por que no soporto los tacones. Mi plan es seducir a Colson, cosa que dudo que sea complicada, y después asesinarlo y hacerlo pasar por una sobredosis, si es que puedo conseguir algo de tiempo a solas con él.

Volteo a mi derecha y observo el mar para distraerme mientras espero a que oscurezca. Son las seis de la tarde y la fiesta comenzó hace media hora, pero no quiero llegar temprano, prefiero entrar cuando la casa esté a reventar y pueda pasar desapercibida.

La marea está tranquila y hay gente jugando volleyball en la arena. Imagino que ha de ser hermoso vivir en esta zona.

En cuanto el sol se oculta por completo y los faros de luz se iluminan, decido continuar con mi camino. Si Google Maps no me engaña, la casa de Colson está a cinco minutos, casi nada.

Bloody Valentine (MGK)  •One Shot•Onde as histórias ganham vida. Descobre agora