CAPITULO 03

13.3K 840 34
                                    

Todo era increíble

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Todo era increíble.

Damon.

Pero quien se creía ella, para aceptar ir a una cita, con el idiota del nuevo. Me tuve que tragar mi ira y aguantarme las ganas de meterle un buen golpe, por coquetear con mi mate.

—¡Idiota! —musito leo, mi lobo.

—¿Qué quieres? ¿Por qué haces tanto escándalo?

—Por tu estupidez, ella va a salir con otro.

Y eso nos tiene que importar, ella solo es una débil, no está al nivel de ser mi luna.

—Crees que te voy a creer, que ella no te importa. No te olvides que habito en tu cuerpo, así que conozco todos tus pensamientos y sentimientos.

No sé qué hacer.

No la puedo aceptar.

Ella es débil.

Ella me lastimo.

Escondí mi olor para que no se diera cuenta que estoy siguiéndola, porque como buen alfa, tengo que cuidar a todas las personas de la manada, cuando llego a su casa, volteo rápidamente, me agache para que no diera cuenta, así que ella, dándose cuenta que nadie la seguía entro a su casa.

—Pequeña. No te olvides paso por ti a las seis ponte ropa cómoda que luego, vamos a ir a la feria. —esa voz pertenecía a Zack.

—¡Oh! Vamos a ir a la feria, hace tiempo que no iba. —respondió alegre y yo, como una gran persona, me dije, no estoy saliendo mucho con Rebecca, así que quizás casualmente también la voy a invitar al cine y luego a la feria, y seria por coincidencia, que nos encontremos con ellos.

Saque mi teléfono del bolsillo y la llame.

—Rebecca. Paso por tu casa a las cinco y media, alístate rápido, que te voy a llevar al cine y luego a la feria. —le informe, cuando me respondió.

—Pero amor, yo quería que vengas a mi casa. —se quejó, con una voz, que últimamente me daba dolor de cabeza, era muy chillona.

—Apúrate, y no, vamos a ir al cine y punto. —antes que me dijera algo, le corte automáticamente.

Así que fui, a mi casa para bañarme y cambiarme.

—Nana, y mis padres. —pregunté cuando me abrió la puerta, entonces me quejé cuando sentí como me golpeó la cabeza.

—Mi niño, se saluda primero. —musitó molesta.

—Ya disculpa, buenas tardes nana, ahora sí, dime por favor donde están mis padres.

—Tus padres y tu hermana han salido.

—Okey, nana sírveme mi comida, por favor. —coloque una carita, que nana nunca se podría resistir.

Dulce DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora