Metamorfosis (Del Dolor Al Amor)

Bésame

Quiero un beso lento,
de esos que llevan a conocer el universo,
tan lento que termine agitada y con ganas de querer un poco más.
 
Besos con inocencia,
que vayan a mi alma, 
sin la alevosía de la pasión que engaña. 

Saborear su boca,
sabor a café por la mañana o pizza al atardecer,
besos de sus labios rosas, 
acompañado de risas estruendosas. 
 
Cada sonido sea el mar celebrando la unión nuestra,
de su amor y del mío,
la ternura del roce,
quiero que me diga en cada beso,
todo aquello que no puede decir,
esas palabras que no encuentra,
que aún no existen,
ni estar por escribir.
 
Dime en un beso todo el amor que guardas hacia mí,
aquel que no se expresa con palabras,
pero que grita desesperadamente la balada del amor,
del te amo silencioso. 

Dilo, amado mío, en cada latido aquello que anhelas,
Bésame, sí, bésame lento,
¿Cuál es la prisa, amor mío? 
El sol se pondrá y la vida pasará.
Quédate un rato más,
porque la vida es esto, 
un suspiro de amor o de soledad.
Un beso que se da y se dejó ir sin más. 
 
Bésame, no guardes tu amor. 
Mañana, quizás, no se pueda amar, 
bésame ahora bajo el cerezo,
y demuéstrame la pasión de tu cuerpo. 
 
Llena de flores mi cabello,
que con cada beso decores el atrezo del camino,
el destino, el futuro,
donde el protagonista sea nuestras sonrisas,
y el cántico de cada día sea nuestro amor, 
el himno de la victoria, del gozo, de la esperanza de la vida. 

Besa mis manos de porcelana,
llenas de pecas y manchas,
como la taza de la abuela,
pero no tan dulces como ella. 
 
Bésame las curvas,
las florituras de mis miedos, 
el ruido al dormir que llama en la madrugada,
los sueños por cumplir.

 
Besa cada rincón que exista, 
entre su alma y la mía,
recorre cada hueco de piel e inseguridad,
pero lo más importante, mi amado, 
nunca pares de besarme.