01. El informante

2.1K 172 18
                                    

───── ❝ 𝐄𝐥 𝐢𝐧𝐟𝐨𝐫𝐦𝐚𝐧𝐭𝐞 ❞ ─────

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

───── ❝ 𝐄𝐥 𝐢𝐧𝐟𝐨𝐫𝐦𝐚𝐧𝐭𝐞 ❞ ─────

Pierdo la noción del tiempo.

Los minutos se estiran hasta convertirse en horas interminables mientras permanezco sentada detrás de aquel escritorio con la cabeza metida entre cientos de expedientes y reportes que se siguen acumulando. Una parte de mi cerebro es perfectamente consciente de que llevo casi dos días sin descansar, pero me resulta fácil, demasiado fácil, ignorar mis necesidades básicas.

El olor a tabaco impregna, de pronto, la oficina y hace que mi dolor de cabeza alcance niveles insospechados y se vuelva insoportable. Odio el humo de los cigarrillos casi tanto como fumar. Detesto la manera en que su asqueroso hedor se pega a mi cabello, mi ropa y todo cuanto me rodea.

Mis ojos inmediatamente se dirigen a la única persona que me acompaña. Desde el otro extremo de la oficina veo al hombre que ha encendido aquella cosa asquerosa. Él no es consciente de mi mirada asesina, pues también está concentrado en su propia pila de documentos.

Le da una calada al cigarrillo y expulsa el humo.

—Apaga esa mierda —le espetó a Peña, a mi derecha— Pareces una chimenea andante.

El hombre desvía su atención de los papeles y me da una mirada divertida, enarcando una ceja en mi dirección. Su postura se asemeja a la de un vaquero despreocupado y, por algún motivo que desconozco, eso me enoja todavía más.

—¿Qué pasa, preciosa? ¿Amaneciste con el pie izquierdo?

Suspiro y decido no responder. Se podría decir que somos "compañeros" de manera temporal, y la idea en sí no me desagrada.

Javier Peña es también un agente especial de la DEA, y el hijo de puta más testarudo y de moral dudosa que conozco. Me cae bien, pero en momentos como este mientras yo casi no puedo mantener los ojos abiertos, él se pavonea por la oficina como si no tuviese nada importante que hacer; después de todo, no tiene por qué esforzarse, nadie nunca ha cuestionado su capacidad de pertenecer a la organización.

Al cabo de un par de horas más todavía me queda una gran pila de folios. No he conseguido nada relevante todavía, ni un sólo nombre o lugar que nos pudiese resultar de ayuda o nos brindase una pista. Es frustrante.

A la mierda, pienso antes de tirar a un lado las hojas que sujeto.

Siento la mirada de Javier cuando me levanto pero lo ignoro. De seguro me está mirando el culo, como acostumbra. Hago una mueca al estirarme, mis articulaciones crujen y los músculos protestan luego de haber permanecido tantas horas en la misma posición.

—¿Alguna novedad? —inquiere, y casi puedo ver en sus ojos una chispa de verdadera curiosidad. He aprendido a reconocer cuando se pone en modo profesional por cómo la sonrisa pícara que curva sus labios se transforma en una mueca y su expresión se endurece.

Bulletproof | NarcosWhere stories live. Discover now