1: Cambios

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Ben bajo por las escaleras de su hogar con rapidez, encontrándose con su tía abuela May, quien cocinaba el desayuno. Ben vio con cierta pena a su tía, quien aún con su ya avanzada edad aún se levantaba temprano a prepararle el desayuno incluso cuando su padre estaba en casa; el joven pelirrojo se acercó lentamente hasta su tía y la vio volteando el tocino con aquellas temblorosas manos y sonriendo al notar su presencia.

—¿Como dormiste hijo?— pregunto con lentitud May, regalándole una sonrisa a Ben, solo para que este la abrazara sin que esta dejara de cocinar

—Bastente bien en realidad tía, creo que será un día interesante— declaró con una sonrisa sarcástica para si mismo Ben, acercándose para tomar un vaso y llenarlo de jugo de naranja, bebiendolo con rapidez hasta dejar el vaso vacío, obteniendo en consecuencia hipo —¿Como te sientes tu, tía?— pregunto Ben, mientras acomodaba como podía los útiles en su mochila

—Bien, bien...— respondió sonriente May —¿Listo para el desayuno?

—Creo que hoy no...— pero Ben se interrumpió a si mismo tras ver como May dejaba el plato en la mesa —puedo evitar el hecho de desayunar con gusto— declaró con una sonrisa, comenzando a comer con rapidez, pues se le hacía tarde —¿Te llamo mi papá ayer?— pregunto con la boca llena

—No hables con la boca llena— corrigió la mujer mayor —. Y si, su vuelo se retrasará un par de días, lo siento Ben— añadió con lástima en su voz ante la noticia que le daba al joven

—E-Está bien, ya me acostumbre tía— respondió con una apagada sonrisa Ben, levantándose para meter lo que le quedaba de comida en un pan

—¿Te la llevaras?— pregunto May, mientras le pasaba una bolsa al joven

—Si tía, se me hace algo tarde hoy— respondió mientras metía su desayuno, y futuro almuerzo, en su mochila —Nos vemos tía— se despidió con un beso en la mejilla a su tía abuela, acción a la que ella solo pudo sonreír —, tal vez tarde un poco tía, escuche que es probable que allá una fiesta y quizás me de una vuelta — era mentira —para que no te preocupes ¡Bye!— declaró al cerrar la puerta, pero extrañandose al sentir como por un par de segundos, la perilla se adhirió a su mano —¿Qué demonios...?— se pregunto a si mismo, volviendo a tocar la perilla en un intento de ver si la acción se repetía, cosa que ocurrió, llevándolo a la conclusión de que tal vez era por culpa de algo pegajoso en la perilla y su tiempo en ella, por lo cual ignoró aquella señal

El joven siguió su camino por el tranquilo Queens, donde nada interesante pasaba desde épocas previas, y hasta posteriores por un tiempo, al miércoles gris. Ben se coloco sus audífonos, puso en aleatorio su reproductor y llegó hasta la canción "Nothing Else Matters" de Metallica, empezando así su caminata hacia la escuela.

—Preparatoria Midtown.

Al llegar a la escuela, Ben simplemente pasó como cualquier otra persona a diferencia de su padre a su edad; Ben solo pasaba escuchando música y con las manos sosteniendo las correas de su mochila y pasando con cuidado entre los agitados alumnos de la Preparatoria Midtown, la misma donde una vez estudio su padre. Ben paro por unos segundos, viendo con curiosidad un cartel que anunciaba un próximo baile, soltó una pequeña risotada y continuó hasta llegar a su casillero, el número 18, cuyo número había sido borrado a medias por él para dar la impresión de que era un trece.

—¿¡Otra vez salami!?— pregunto entre gritos uno de esos típicos orangutanes llamados "bullies"; mientras azotaba a un joven contra el muro al frente de Ben —¡Te dije que prefiero albóndigas!— regaño el bullie, mientras meneaba el sandwich y su pequeño grupo de amigos, igual deportistas, reía a su alrededor

Ben Parker: I am not The Amazing Spider-manWhere stories live. Discover now