Microrrelato 01

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No sabría decir si es de día o sigue siendo de noche. ¿Qué noche? El cielo está siempre oscuro y las luces de la ciudad alumbran por donde vayamos. Durante dos días mi vehículo se ha convertido en mi hogar. Allí he trabajado durante muchas horas. He dormido a ratos, cuando me han dejado. Cuando termine este trabajo, volveré a la lata de sardinas donde vivo y devolveré el vehículo a su dueño. No me gusta estar expuesto en la calle durante tanto tiempo. El Sistema siempre está vigilando y la gente no es lo que se puede decir amable. Nos tememos unos a otros porque podemos delatarnos en cualquier momento.

Los drones policía siempre están atentos, por lo que hay que saber camuflar todo lo que hacemos. Porque todo lo que hacemos es delito, de una u otra forma. Nos hemos acostumbrado a ocultar y disimular constantemente. ¿Esto es vivir? No sabría contestar, pero tenemos que comer y pagar los servicios que consumimos. Las corporaciones saben que estamos dispuestos a trabajar muy barato para ellas. No les importa que lo que nos piden sea delito o no. Lo importante es su beneficio y el dominio económico que despliegan. Cuando les interesa, nos ayudan a ocultarnos y a sobrevivir en esta tierra hostil y esquizofrénica. ¿Qué haré hoy cuando termine este trabajo? Buscaré otro y así hasta el infinito

Tengo que ver qué solicitudes tengo en mi unidad de comunicación. Seguro que hay algo que me permita comer y esconderme por un par de días más. ¿Después? ¿Habrá algún después? Seguramente alguna persona quiera solicitar algún servicio especial de los que suelo ofrecer ¿Qué servicios? Siempre respondo con una pregunta ¿Qué necesitas y cuánto estas dispuesto a pagar por ello? Prefiero dedicarme a mis asuntos antes que perder el tiempo. Si tengo que gastar mi tiempo debe ser algo que resulte un desafío y pueda cobrar bien.

Casi todos los habitantes prefieren sumergirse en sustancias que les permite sobrevivir casi sin darse cuenta de lo que hacen. Viven en una especie de sueño. Un sueño que no deja de ser la misma realidad que nos permiten vivir. Controlan nuestra emotividad para que no haya ciudadanos que causen problemas. Esta es la realidad que me niego a vivir, aunque vivir escapando no es la mejor de las realidades que se pueden vivir. Pero es lo que tengo. 

¿Quieres un servicio? Ya sabes, convénceme. Ten en cuenta que no aceptaré el servicio hasta que tenga seguro que me pagarás y pueda sacar alguna ventaja adicional. Es es lo que hay. Tú decides si me necesita y puedes pagar la tarifa. 

¿Quieres un servicio? Ya sabes, convénceme.Where stories live. Discover now