CAPÍTULO 5

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(Las imágenes utilizadas no me pertenecen,  fueron retiradas de Pinterest, créditos a sus respectivos creadores)

Los primeros seis meses fueron muy tranquilos los pequeños básicamente dormían y se despertaban únicamente cuando tenían hambre.

Para estos padres primerizos fue un verdadero golpe de suerte, pero lógicamente la suerte no podría durarles para siempre.

Con sus hijos cumpliendo los siete meses estos padres habían empezado a tener problemas con la incorporación de alimentos semisólidos.

A-Yu le hacía honor a su nombre, era lo más parecido a una estatua de Jade, sus ojos eran color ámbar, como los de Lan Wang Ji, era una versión más pequeña de él, su hermano A-Shaiming  era un pequeño saco de nervios incapaz de quedarse quieto, su apariencia era idéntica a la de Wei Wu Xian, jamás hubieran pensado que serían capaces de tener dos hijos y mucho menos que estos fueran sus vivas imágenes, sentían que toda la fortuna que habían acumulado en todas sus vidas se había ido con la llegada de estos dos pequeños.

Wei Wu Xian estaba en la gran lucha de darle la papilla de zapallo a A-Shaiming, pero este estaba en un berrinche, el pobre padre pensaba que si con siete meses le hacía un berrinche por una papilla que le esperaría en el futuro.

A-Shaiming seguramente había heredado sus gustos por la comida, porque la papilla para el era como ver al diablo, enojado por no comer algo que fuera más de su agradó le tiro el plató dándole justo en la cara a su padre.

Lan Wang Ji que se encontraba en total armonía con A-Yu mientras lo alimentaba, cuando escucharon el escándalo al otro lado de la mesa y se toparon con un Wei Wu Xian tapado de papilla, y un pequeño riéndose por su travesura no pudo evitar reír.

-Lan Wang Ji: jaja

Su esposo se había reído de la situación y el de verdad no lo podía creer.

-Wei Wu Xian: De verdad Lan Zhan? Hazme un favor y ven un rato con A-Shaiming, el te hace más caso a ti, si?

-Lan Wang Ji: Sonrió. Mmn.

Antes de ir con su pequeño hijo rebelde ayudo a su querido esposo a limpiarse.

A-Yu sentía fascinación con Wei Wu Xian, al pequeño se le iluminaban los ojos cada vez que lo veía sonreír y A-Shaiming le pasaba lo mismo solo de ver a Lan Wang Ji.

El amor hacia sus padres era inmenso.

Cuando cumplieron los dos años de edad, su apariencia cada vez era más y más definida, aunque Wen Qing no les hubiera dicho a estas alturas ellos ya hubieran empezado a sospechar que algo raro había, era obvio que a medida que crecieran más y más la apariencia desataría quién era hijo de quien.

Cerca del tercer año de edad, Wei Wu Xian y Lan Wang Ji, recién habían logrado hacer dormir a sus hijos.

-Wei Wu Xian: Hoy se durmieron algo temprano, supongo que la visita a sus tíos los agotó.

-Lan Wang Ji: Mmn.

Se dirigieron al living para tener un pequeño momento a solas antes de irse a dormir.

Lan Wang Ji había preparado té par ambos, el otoño había empezado hace poco y hacía algo de frío.

Ya sentados en el sofá, disfrutando del silencio de la casa.

-Wei Wu Xian: El cumpleaños de nuestros bebés está cerca.

-Lan Wang Ji: Si, ya van a cumplir tres.

-Wei Wu Xian: Quiero regalarles algo diferente este año, pero aún no se me ocurre qué.

-Lan Wan Ji: Conejos.

UN VERDADERO REGALO DEL CIELODonde viven las historias. Descúbrelo ahora