La vida sexual de Yoongi era monótona y aburrida. Bastante frustrante a decir verdad, le faltaba una chispa a todas sus relaciones sexuales. Necesitaba algo más, aunque no sabía el qué.
Yoongi tiene un día de pena, donde todo le sale mal, lo despid...
Yoongi se levantó del sofá sin demostrar ningún sentimiento aparente. Jungkook lo miró esperando que dijera algo necesitaba saber que era lo que estaba pasando por su mente, Yoongi suspiró intentando controlar las lágrimas que se le estaban acumulando en los ojos.
-¿Dónde vas?-pregunto Jungkook mientras veía como el pálido empezaba a ir hacia la puerta.
-Me voy, necesito asimilar esto con calma y sinceramente aquí creo que no lo voy a conseguir. Necesito estar solo y pensar detenidamente en todo lo que me has dicho.
-Yoongi.- Jungkook intentó detener su paso agarrándolo del brazo. -No tienes porqué irte, te tenía que haber dicho la verdad hace mucho tiempo pero temía que si te decía algo te ibas a ir de mi lado. Cuanto más tiempo pasaba contigo más difícil era, porque creaba más momentos contigo y más me iba enamorando de ti. - Jungkook sonrió con amargura- pero al parecer Taehyung siempre ha estado gobernando en tu corazón y tú solo me ves como a tú mejor amigo. - una lágrima recorrió por su mejilla.
-No me hagas esto ahora Jungkook.-la voz de Yoongi se quebró. - No me digas eso, porque sabes que yo no te puedo corresponder. - ya había empezado a soltar alguna que otra lágrima silenciosa.
Quería salir de ahí se estaba agobiando, Jungkook le soltó del brazo y se quedó observando como Yoongi salía de la casa y cerraba la puerta tras de sí.
Parecía un idiota mirando a la puerta cerrada pero en lo único que podía pensar era en como su amor no era correspondido.
Jungkook recuerda que cuando eran niños una noche se escapó de su cuarto. El cuarto de Yoongi estaba al lado del suyo así que decidió entrar para darle un susto, quería una venganza porque el pálido se había comido su bolsa de patatas fritas sin su permiso esa tarde. Así que un buen susto sería su venganza por ese acto.
Silenciosamente y de puntillas Jungkook entró en el cuarto de su amigo. Tenía una sonrisa maliciosa en su cara mientras se acercaba. Le destapó ya que tenía la sábana hasta arriba pero no pudo hacer nada.
Yoongi era precioso cuando dormía
Jungkook solo tenía diez años en ese entonces pero se quedó embrujado de Yoongi.
Una lástima que su amor nunca fue correspondido y lo tuvo que mantener en secreto por muchos años. No quería salir herido, aunque por mucho que lo hubiera intentado y hubiera recreado una posible escena de lo que podía pasar una y otra vez en su cabeza. Nunca se había imaginado que doliera tanto, joder dolía mucho.
Muchas lágrimas silenciosas se resbalaban por sus mejillas mientras que seguía mirando a la puerta.
-Parece que es el momento de dejarte ir. - un susurro que más bien parecía una promesa hacía si mismo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Taehyung se encontraba exhausto mentalmente. Había tenido la oportunidad de decirle a Yoongi que el sentía lo mismo pero como un cobarde lo había dejado ir y le había dicho muchas cosas crueles.
