Capítulo 44: Nadie podrá vencerme

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Ambos lo hicieron y en segundos, Zhan estaba entretenido con el teléfono de su esposo entre las manos buscando una aplicación en específico... al poco rato, hizo lo mismo con el suyo.

Yibo.- Qué haces?

Zhan.- Jiyang me comentó de esta aplicación... él conoce al programador en jefe, los brazaletes se conectan en tiempo real con nuestro teléfono y con el de nuestros guardaespaldas... así que él y Bowen sabrán dónde nos encontramos en todo momento... puedes buscarme tu también...

Yibo.- Crees que funcione?

Zhan.- Claro... la piedra es una especie de botón de pánico... si la golpeas más de tres veces sonará la alarma en el teléfono...

Al decir eso, el teléfono de Yibo empezó a vibrar... en cuestión de segundos... la puerta del departamento se abrió con un pitido... Jiyang y Bowen entraron casi al mismo tiempo.- Está todo bien aquí señor?

Zhan soltó una carcajada.- Si... solo estábamos probando los brazaletes... quieren panqueques?

Jiyang y Bowen empezaron a reírse también y con un poco de pena aceptaron desayunar con ellos. Al cabo de un rato, Bowen se levantó llevando los platos sucios al fregadero y salió con Jiyang para revisar las rutas hacia las oficinas y la consultora. Una vez que terminaron, uno de los dos se quedó resguardando la puerta del departamento y el otro bajó a revisar el coche de Yibo y la camioneta de Zhan. Antes de las 9 de la mañana, la pareja bajó al estacionamiento para irse a sus respectivos trabajos, Zhan se despidió con ternura de Yibo y subió a la camioneta del lado del copiloto, Jiyang lo esperaba pacientemente. Su esposo hizo lo mismo solo que en el asiento trasero y Bowen iba manejando en el frente.

Al llegar a la consultora, Zhan se encontró de nuevo con un enorme arreglo de rosas en su oficina, entre ellas había varias notitas de su esposo y una carta de Fanxing que acababa de llegar de Londres. Ziyi permaneció unos segundos observándolo hasta que le ganó la risa.

Zhan.- Qué... qué pasa?

Ziyi.- Nada...-dijo acercándose un poco- extrañaba esa sonrisa tuya, solo que ahora es más plena y me alegro mucho por ti...

Zhan.- De... de verdad... me veo así?

Ziyi asintió.- Si... creo que hasta te ves más feliz que el día de tu boda...

Zhan se sonrojó.- No inventes...- respondió mientras tomaba otra de las notitas y se reía al leerla.

Ziyi.- Es en serio... deberías verte al espejo...- suspiró. Después de unos segundos, continuó- ya se acerca tu primer aniversario de bodas... no has pensado en hacer algo?

Zhan se sorprendió.- Es cierto... es en tres semanas... con todo lo que ha pasado no me había dado cuenta de que está tan cerca esa fecha...

Ziyi.- Pues yo que tú empezaba a buscar lugares para una cena o algo...

Zhan.- Algo se me ocurrirá... a decir verdad, me gustaría despejarme un poco... salir de viaje tal vez...

Ziyi.- Me parece una buena idea... así que no te preocupes por la consultora, yo me encargo...

Zhan.- Gracias... -respondió con una enorme sonrisa.

Ziyi soltó una carcajada al verlo y Zhan la alcanzó en el pasillo tomándola por le hombro para ir al la cocineta por una taza de café. La mañana transcurrió sin mayores problemas, Zhan se dedicó completamente a ultimar los detalles de los diseños de la segunda línea de joyería y estuvo en contacto con Ji Li mediante un par de video llamadas. Yibo tuvo una junta con la gente de la empresa en Alemania, el reporte de la supervisión era un verdadero éxito y las medidas de contingencia propuestas habían dado resultado en poco tiempo.

Tu SilencioWhere stories live. Discover now