El bosque cada vez era más de mi agrado. Su tranquilidad, su soledad, su quietud.. me traían paz.
Cada árbol era una oportunidad para pensar, para analizar las cosas.
Los animales del bosque no juzgaban, no tenían prejuicios. Su mirada era pura y sincera.
Todos los días cambiaba de posición para seguir investigando la situación de Kaguya.
El estar solo me ayudaba mucho a cuestionarme mis acciones pasadas y mis futuras decisiones.
No entendí nunca porque la soledad me gustaba tanto. Tal vez era porque luego de quedarme solo de niño, ni volví a confiar en nadie.
Aunque actualmente eso ya no era toda la verdad.
El dobe de Naruto me había salvado de la soledad oscura que me tenía atrapado por mi propia voluntad en mi adolescencia.
Nunca dejó de ser mi hermano, y siempre lo supo.
Le estaré eternamente protegido por ello. Lo protegeré hasta la muerte.
Se estaba haciendo de noche y decidí tomar un descanso. Buscando un buen lugar para dormir me choqué con un lago. Un hermoso, bello, pacífico y tranquilo lago.
Cerré los ojos.
No entendía porque cada que llegaba la noche cerca a un lago o laguna se me aparecía cierta cabellera rosa en la mente.
Abrí mis ojos y miré a las estrellas.
Nunca me sentí merecedor de amor ni afecto, y ella siempre me lo dió sin esperar nada a cambio. Aún luego se herirla gravemente, aún luego de dejarla, aún luego de alejarla como lo hice..
No tengo ningún derecho a buscarla con otras intenciones.
Solo quería que fuera feliz.. Que encuentre la felicidad que tanto merecía y que yo no pude jamás darle...
Mi idiotez en la adolescencia jamás me permitió corresponder ningún tipo de sentimiento.
Aunque nunca deje de pensar en ella, y eso siempre me molestó. De chiquillo no comprendía aquel sentimiento que se albergaba y crecía dentro de mi hacia ella.
Traté de negarlo y destruirlo, pero tampoco pude.
Ahora ya pude entender mejor mi propio interior.
Todo este tiempo en que me dediqué a viajar pude comprenderme mejor. Y aunqur ya pude entender mis sentimientos, es demasiado tarde.
Cuando caí en cuenta que estaba enamorado de ella ya no podía hacer nada.
El daño que le hice fue realmente grave.
No la culparía si ella estuvieta casada o comprometida. Era, es y será siempre una mujer hermosa.
-"Sakura...."
De cuando en cuando me sorprendía a mi misma diciendo su nombre.
No, definitivamente no la merecía.
Ella podría encontrar a cualquier hombre en la faz de la tierra para amarla. Cualquier hombre estaría totalmente dichoso de tenerla a su lado.
Yo sería muy feliz si ella lo fuera.
Me senté al pie de un árbol mirando aquel bello paisaje.
No me veía con nadie.
Cuando me encontraba lugares así, lo único que se me ocurría era compartirlos con ella.
Pero yo no tenía derecho a estar siquiera cerca de ella.
En mis momentos de locura me imaginaba mi vida con ella.
