30: Thestrals

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El domingo por la mañana, Hermione volvió a la cabaña de Hagrid caminando con dificultad por la capa de medio metro de nieve que cubría los jardines

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El domingo por la mañana, Hermione volvió a la cabaña de Hagrid caminando con dificultad por la capa de medio metro de nieve que cubría los jardines. Harry y Ron se quedaron dentro en la sala común para estudiar y hacer todos los deberes que tenían pendientes. Yo hice un par de tareas pero después de terminar me despedí de ellos y fui donde los alumnos se divertían patinando en el lago helado, deslizándose en trineo y  encantando bolas de nieve que volaban a toda velocidad hacia la torre de Gryffindor y golpeaban con fuerza los cristales de las ventanas. Obviamente eran Fred y George. Blaise Zabini me estaba esperando. Los dos nos quejamos sobre las tareas y él me habló mas sobre su familia y que su madre ahora estaba en alguna parte de Dubai con su tercer o cuarto esposo, él le decía "el viejo francés". Y es que Blaise me había mostrado fotos de su madre, que tenía la misma tez morena que él y era una mujer preciosa y además una foto de su nuevo esposo, un hombre alto, muy, muy viejo, con la mitad de la cara paralizada, los ojos turnios, calvo y con una enorme barriga.

—Tiene mucho dinero—él me explicó mientras patinábamos en el lago, desde pequeña yo sabía patinar, en Dorset el lago siempre quedaba congelado para patinar.

—Se nota—yo reí dando una vuelta. Yo le hablé sobre mis abuelos y Angelique, que era mi horrenda abuela pero ahora nos estábamos llevando mejor.

—Sigo insistiendo que cabrías mejor en Slytherin—Blaise me analizo—. Tienes cara de Slytherin.

—Ay Blaise, el verde se me ve tan bien como el rojo pero me gustan los colores cálidos— reí. Seguimos patinando y nos reímos de los que se caían, y Blaise además le hizo un maleficio a una chica de cuarto año de Ravenclaw haciendo que cayera al agua helada, lo encontre excesivo e iba a ayudarle pero el calamar gigante la sacó.

Al ver a Hermione volver de la cabaña de Hagrid, me despedí de Blaise  comenzado a seguir a Hermione hacia la torre de Gryffindor, quien iba a paso muy rápido, temblando ligeramente y se veía bastante enojada o bueno mas bien decepcionada. No me sorprendí que Ron y Harry siguieran en una pila de sus propios deberes.

—¿Y bien? —le preguntó Ron, que levantó la cabeza al verla llegar—. ¿Ya le has programado las clases?

—Bueno, lo he intentado —contestó ella con desánimo, y se sentó en una butaca al lado de Harry.

Luego sacó su varita mágica e hizo un complicado movimiento con ella. Del extremo salió un chorro de aire caliente que Hermione dirigió hacia su túnica, y ésta empezó a despedir vapor hasta que se secó por completo, yo silbe y Aithusa II llegó volando desde mi habitación y de su boca salió una pequeña llama con la que me calenté las manos que apenas las sentía.

—Ni siquiera estaba en la cabaña cuando he llegado, y he pasado media hora llamando a la puerta. Hasta que he visto que venía del bosque...

 Harry soltó un gemido. El Bosque Prohibido estaba lleno del tipo de criaturas que podían hacer perder el empleo a Hagrid.

Laila Scamander y La Orden Del FenixOnde histórias criam vida. Descubra agora