—Claro que sí.—volvió a reír Mario. Poché sarcástica e Mario irónico, en algún momento fueron el uno para el otro.—¿Por qué lo admite?

—Sí me declaro culpable, entonces no habrá la opción de pena de muerte.—respondió sinceramente, sabía que estaba en una posición comprometedora y negra lo obvio solo lo hundiría más y más. 

—Pero Walker, ya sabes absuelto de los siete casos. ¿Por qué volver a matar?—preguntó intentando no sonar sarcástico. Noah rió, era hora. 

—Sí, yo maté a esas chicas y al hombre—volvió a reír.—, pero yo no toqué al niño.—Mario dejó de sonreír. Poché frunció el ceño, sabía que tramaba algo. 

—El día de tu boda con Daniela Calle, atropellaste a mi hijo.—afirmó comenzando a enfurecer.—Mi esposa corrió y gritó porque sabía lo que sucedería.—se acercó agresivamente a él.—Incluso después de golpearlo con tu auto no te detuviste.—ver la sonrisa llena de burla de Noah Walker solo lo llenaba a él de ira.—¡¿Por qué mataste a mi hijo?!—le preguntó furioso. Poché suspiró, a su ex esposo se le había acabado la compostura. El juez miraba la escena sin intención de intervenir. 

—Yo no maté a tu hijo.—respondió acercando su rostro al de él, dándole a entender que no le tenía miedo. 

—¿Cómo qué no?—preguntó sarcástico dando un paso hacia atrás.—La placa es la misma, el día también, todo encaja y quien no se dé cuenta de eso es un completo imbécil.—dijo agresivamente. Poché llevó sus manos frustrada a su rostro. Juan Pablo simplemente veía la escena sin dejar de comer sus palomitas. 

—Lamento mucho que tu vida se haya venido abajo por la muerte de tu hijo—rió.—, pero no tienes que culparme de a mí de eso.—Mario lo miró por unos segundos ansiosos.

—Tú sobornaste al jurado—volvió a sonreír provocando que Noah dejara de hacerlo.—, y tengo pruebas.—dijo caminando hacia su escritorio.—Alguien alguna vez me enseñó a siempre grabar todo—rió sacando una pequeña grabadora de su maletín.—, y ese alguien se lo enseñó a otro alguien que decidió ayudar con el caso. 

—Yo soy ese alguien.—le susurró Calle orgullosa a Poché quien la miró sonriendo sorprendida, tratando de asimilarlo. 

—Juzguen ustedes mismo.—rió antes de encender la grabadora, el silencio era tal que cada persona pudo escuchar. 

Busco a María José, quisiera hablar con ella. No fue linda la forma en la que intentó hundirme. Tampoco cómo tú intentaste hacerlo.—Noah Walker. 

Sólo dije la verdad. ¿Cuánto dinero le ofreciste al jurado por tu inocencia?—Daniela Calle. 

Sólo un par de miles de dólares. ¿Dónde está María José? Se veía furiosa.—Noah Walker. 

—Una confesión totalmente clara.—dijo Mario sarcástico bajando la grabadora que Calle le había facilitado días atrás.—Sólo un par de miles de dólares...—repitió con burla antes de mirar al jurado.—¿Ustedes también van a aceptar un par de miles de dólares?—Poché sonrió emocionada, manipulación emocional.—No tengo más preguntas por ahora.—rió mientras se dirigía de nuevo a su asiento. 

—Defensa.—dijo el juez. 

Mario sonreía, sin embargo estaba en realidad nervioso por el veredicto del jurado. 

Poché no sonreía, y se notaba que estaba en realidad nerviosa por el veredicto del jurado. 

La defensa de Noah Walker fue en realidad decepcionante, o al menos así lo denominaría Poché. No hubo emoción, sólo preguntas fuera de lugar y testigos deprimentes. Mario intervino un par de veces más, y de hecho lo hizo impecablemente. La hora de receso llegó rápidamente. 

—¿Cómo fue posible, Calle?—le preguntó Poché impresionada. Calle se encogió de hombros. 

—Estaba segura de que Noah nos buscaría para alardear después del veredicto—respondió con una sonrisa.—, sólo apliqué lo que me enseñaste, procuré estar preparada. 

—Oh, Daniela. Te amo—le dijo emocionada e impactada por escuchar el veredicto.—, pero estoy muy nerviosa como para pensar con claridad. 

—No te preocupes, mi amor.—le respondió dulcemente.—Cierra tus ojitos y trata de tranquilizarte.—Poché rió un poco mientras que hacía justamente lo que Calle le aconsejó. 

—Lo que tú digas.—susurró recostando su cabeza en la silla. Juan Pablo le guiñó un ojo sugestivamente a Calle quien sólo se sonrojó sin decir una palabra. 

El jurado regresó rápido a la sala de audiencias, todos ya se encontraban de pie cuando el representante del jurado comenzó a hablar. 

Mario bajó su cabeza, mientras que sus ojos se mantenían fuertemente cerrados. 

Poché tenía los ojos de la misma forma, mientras que cruzaba sus dedos. 

—Encontramos al acusado Noah Walker culpable de todos los cargos que se le acusan—comenzó.—, incluyendo el caso de Noah Ruiz—los ojos de los padres del niño se abrieron de golpe, ambos pares llenos de lágrimas.—, culpable de atropellar al niño.—sonrió un poco mirando a la pareja. Noah Walker puso los ojos en blanco, mientras que el policía lo sometía. 

Poché y Mario se miraron de inmediato y una sonrisa apareció en sus rostros, por fin estaban sonriendo, ambos al mismo tiempo. Poché se inclinó sobre el pequeño muro que la separaba de Mario solo para abrazarlo, sorprendiéndolo grandemente. 

—Gracias, gracias, gracias.—repitió emocionada, mientras sentía como su ex esposo le correspondía.—Gracias, Mario.—susurró sin poder dejar de llorar. 

—Lo hicimos los dos.—respondió dulcemente.—Tú comenzaste y yo lo terminé—rió un poco también, derramando lágrimas.—, de alguna manera trabajamos juntos por-...—

—Nuestro hijo.—interrumpió Poché separándose del abrazo. Mario la miró sin comprender, sin embargo no borró su sonrisa.—Noah es nuestro hijo, Mario.—rió un poco.—Tú eres su padre, y no mereces que te trate como si no lo fueras.—suspiró.—¿Podrías perdonarme?—preguntó con cuidado. Mario sólo sonrió mientras limpiaba sus lágrimas. 

—Sólo sí tú me perdonas a mí.—respondió en una risa. Poché asintió sin dejar de sonreír antes de besar su mejilla. 

—Es lo máximo que obtendrás de mi de ahora en adelante.—bromeó separándose completamente. 

—¡¿Qué?!—bromeó.—¿Ni un beso para recordar los viejos tiempos?—rió. 

—Hola.—intervino Calle en una risa, mientras sentía como Poché entrelazaba sus dedos con los suyos. 

—Hola, Daniela.—rió un poco nervioso.—Tiempo sin verte.—la chica asintió. 

—Mucho en realidad.—respondió Calle. Poché y Juan Pablo intentaban contener su risa. 

—Mario, deberías de ir a atender a la prensa.—le recordó Poché. Mario asintió. 

—Claro—respondió.—nos vemos pronto.—sonrió, sintiéndose feliz por primera vez en años.—Muy pronto.—sonrió por última vez antes de irse acomodando su saco. 

Poché debía hacer una visita, tenía que comenzar bien esta vez. 

paper hearts. » caché. [adaptación] (TERMINADA).Where stories live. Discover now