Serie Las Dos Caras de la Luna: Libro III
"Nadie es dueño de tu vida. Tú decides quien quieres ser y como vivirla"
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La vida de Elizabeth Corbett no es nada sencilla. Ahora su novio, Rick Shepard desapareció y ella está llena d...
. Me divertí haciéndolo pero valió la pena; y también cuando el olor del pollo y pastel recién hecho llenó la casa. Todos se volvieron locos. Lucas y Chad aparecieron con el Jeep negro y acompañados con Madison. Cuando entraron, desde la sala gritamos "Feliz cumpleaños" con velas encendidas; se rieron y juntos las soplaron. Cuando cenamos y miré el color en que se había puesto el pollo, le pregunté a Joel con que lo había pintado.
Joel me sonrió
—Es achiote, Liz — me informó, con gusto. — Mi abuela, del lado de mi padre, me enseñó sobre especies. Y el achiote se utiliza para dar color a la comida, reina.
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Joel parecía complacido con su pollo, y cuando lo comí, deseaba más. ¡Estaba delicioso! Al igual que el pastel y nadie reclamó nada por el sabor; nos reímos y nos divertimos. Un típico festejo familiar.
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Curiosamente,conseguí cerrar los ojos y descansar. Le cambié el turno a Zack y él aceptó. Michael, Chad y Zack fueron a trabajar ese día; Lucas, Ethan y Joel no estaban en la casa. Según mi padre, se habían transformado y se metieron en el bosque, y también me había dicho, que lo hacían para liberarse un poco, tal vez estrés o sentir algo de adrenalina. Cuando bajé la cocina, pude ver a Will en la sala de estar, sentado en el sofá y frente a él estaba mi laptop sobre la mesa de café; me la había pedido prestada porque quería revisar mejor el pendrive que Alex Shepard le había dado. Will estaba escribiendo en su celular pero miraba con atención la pantalla de la laptop. Le sonreí y fui a la cocina, para desayunar. Cuando termine de comer, me puse a lavar un poco de ropa. A veces los chicos me ayudaron lavando sus propias ropas, pero fui a buscar un poco de la ropa de Michael; fui a su habitación y cuando entre pude sentir el ambiente de mi padre. Podía sentir lo tranquilo que era pero al mismo tiempo, lo intenso. Suspiré, y busqué algo de su ropa en el cesto de ropa sucia, y volví con lo mío. Cuando estuvieron limpias y listas, las saqué de la secadora y me fui a la sala de estar. Will continuaba con la laptop y los demás no habían vuelto. Miré la hora, eran las diez de la mañana. Fui hacía dónde estaba Will, y fruncí el ceño, observando la pantalla y bebiendo café.
— ¡Hey! — le dije, acercándome. — ¿Pasa algo malo?
Will me hecho un rápida mirada
—Mmm, más o menos — repuso y suspiró. —Aunque estoy confundido con algunas cosas.
Me senté a su lado y miré la laptop. Había muchas carpetas abiertas, páginas e imágenes
— ¿En qué? — le pregunté
Will movió el cursor sobre la pantalla
—En ciertas cosas, pero le envié un mensaje a Alex— comentó. — Y me respondió que vendría en un rato para ayudarme.
Él continuó mirando la pantalla y tecleando. Bebió otro poco, suspiré y apreté los labios.
