—¿Te gustó la sorpresa? —inquirió Hilda acariciando el cabello de su hija

—Gracias, mamá —dijo la pelinegra menor correspondiendo el abrazo de su madre

—Dumbledore dijo que era conveniente que la Orden los vigilara también, por el loco de Cian, así que todos estuvieron de acuerdo en invitarlos —explicó Hilda sonriendo un poco

—Se los agradezco mucho —dijo la pelinegra sonriendo

—Eso, ahora ve a dormir. Mañana tienes que ayudar en la limpieza, eh. Yo tengo que ir al trabajo, pero cuando llegue ayudaré también, después de todo viviremos aquí un tiempo —ordenó Hilda acomodando maternalmente un mechón de cabello detrás del oído de la pelinegra

—De acuerdo... —dijo la azabache asintiendo, se iba a ir al cuarto que compartía con Ginny y Hermione pero se detuvo y corrió a abrazar a su madre— Te amo, mamá.

—Y yo a ti, mi niña —dijo Hilda abrazándola fuertemente








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____________ corría nuevamente colina abajo a todo lo que sus piernas le daban, sostenía fuertemente la varita en su mano, una pesada bruma blanca cubría parte del suelo bajo sus pies, pero ella seguía corriendo. Sentía el aire escocerle la garganta cuando inhalaba en busca de recuperarse, debido al cansancio que sentía, pero eso no importaba ahora; de pronto llegó al pie de la colina, visualizó como el hombrecillo apuntaba hacia Cedric con la varita, sintió que su corazón se le saldría del pecho, intentó llegar al ojigris pero algo la detenía, golpeó el aire desesperada, gritó, lanzó hechizos.

Todo fue inútil, observó como el rayo de color verde impactaba contra el ojigris, vio como el chico que amaba caía al suelo... Muerto. Escuchó su propio grito desgarrador salir de sus labios, sintió las lágrimas rodar por sus mejillas. Y entonces...

—¡Cedric! —exclamó la azabache sentándose abruptamente en su cama

______________ miró a todos lados desorientada, sentía sus mejillas mojadas, entonces lo supo. Otra vez había soñado, otra vez todo había sido una maldita pesadilla, suspiró entrecortadamente mirando hacia la cama de Ginny y a la de Hermione, una vez que comprobó que no había despertado a nadie, se levantó de la cama, tomó sus Converse y su sudadera, al igual que su varita.

Salió al corredor buscando un lugar tranquilo en el cual ponerse a pensar, cuando se iba a sentar en lo alto de las escaleras escuchó un ruido, como de rasgueo, proveniente del punto más alto de la enorme casa. Curiosa, la azabache sostuvo su varita con firmeza, caminó escaleras arriba hasta llegar a lo que parecía ser un ático, estiró la mano para abrir la puerta, pero una vocecilla gruñona la hizo girarse alarmada.

—Mocosa sangre sucia... La traidora a la sangre, proveniente de Westenberg —dijo la vocecilla perteneciente a algo que _____________ reconocía bien, un elfo doméstico

—Gracias por recordármelo —gruñó la pelinegra rodando los ojos

—¡Si mi ama estuviera aquí! ¡Oh, mi pobre ama! —suspiró el elfo y luego se fue echando maldiciones

—Vaya imbécil —insultó la azabache malhumorada, aunque realmente no lo decía en serio, sólo estaba molesta

Volvió a oír el rasgueo en el suelo, así que, una vez sin interrupciones, estiró la mano para girar el pomo de la puerta, al entrar, observó que efectivamente era un ático con mucha paja regada en el suelo, de las sombras salió alguien que _____________ ya conocía, era Buckbeak, que estaba persiguiendo un ratón. Aquel bello hipogrifo que ella había montado en tercer grado por causa de Hagrid, estaba ahí.

³ˑ 𝐎𝐍𝐋𝐘 𝐘𝐎𝐔  ↯  Cedric DiggoryWhere stories live. Discover now