—Tranquila amor, eso nunca pasara— dijo mi hermano con una voz suave.

—Y si pasa lo hare sin ninguna duda— dijo ella decidida.

—Tyler si quieres puedes quedarte, pero te quitare todas las armas que tengas y si vaz a salir se te darán, pero mientras vivas en esta casa, no tendras ninguna a tu alcanze— con eso empezó a subir las escaleras agarrando a Carolina por la cintura y de la mano como si le costara andar y eso me dio rabia, ella deberia ser mia y no de él.

—NO TE LA MERECEZ— se pararon en medio de la escalera, Mattias me miro furioso.

—Yo no trato a las mujeres como juguetes— no dijo nada más y desaparecieron por la esquina, eso me enfado aun más porque era verdad, siempre que nos traían mujeres Mattias pasaba de ellas en cambio yo no, las usaba una noche y después la dejaba alli y a más de una he matado, pero eso ha cambiado desde que Carolina ha estado aqui, no he vuelto a tratar asi a las mujeres, no he matado a ninguna y mucho menos jugar porque.....porque......porque me he enamorado de ella, si lo admito la amo, nunca he conocido asi a nadie.

Narrado por Carolina

Pasaron los días y Mattias estaba inquieto, no me dejaba ir a ningún lado de la casa sola por miedo a que Tyler hiciera algo, así que no quise discutir con él, ya que si soy sincera tenia miedo de que volviera a pasar lo mismo, iba de vez en cuando al hospital a ver a Angelica y America estaban completamente recuperadas, informe a su familia y ahora estaban tranquilas, en esas semanas encontramos a todas, pero no todas estaban vivas, en una de las naves solo encontramos cuatro en una celda, los guardias registraron todo y en una de las salas...... bueno os podéis imaginar lo que había, no quiero dar detalles ya que no me gusta recordarlo, cuando estaban sacando los flacos por grupo a unos se le callo la manta y me horrorice al verlo, no podía apartar la vista de aquellos frascos, así que Mattias tuvo que sacarme de allí, estuve dos días temblando de lo que hubiera pasado si...... no lo quiero ni pensar.

Convencí a Mattias de que se centrara en descubrir quién era él que estada dando la ubicación de nosotros, a cambio de dinero y por lo que note seria muy difícil de lo que imagine.

—Como coño es posible que no tengamos nada aún —dijo Mattias frustrado.

—No se porque no damos con él— dijo Marcos.

—Es muy astuto— dijo Peter.

—Porque no hacemos una lista de lo que sabían de esa casa y de tus negocios —dije.

—No es mala idea— dijo Peter.

—Yo lo hago— cogí una libreta y un boli— a ver Larry sabe, pero el no es, después esta ese Mauro tampoco lo veo capaz de eso, mmmm Jonathan tampoco.

—¿Como sabes que no es él?— dijo Mattias, le mire enfadada.

—Vale vale confiare en él.

—Muy bien— de repente me viene una imagen a la cabeza.

—¿Que pasa?

—Que ahí de esa zorra, Susana— por la cara que puso se dio cuenta— ya sabes quien es.

—¿Como sabes que es ella?

—No la defiendas.

—No la defiendo, solo quiero saber porque estas tan segura de que es ella— me levanto enfadada.

—En serio, te lo preguntas o te recuerdo lo que paso en aquella fiesta.

—Pero eso hace como cinco meses atrás, desde entonces no ha aparecido más.

—No puedo creer que la estés defendiendo— me acerco a su mesa y di dos golpes con las manos abierta en la mesa.

—No la estoy defendiendo.

—No, pues yo creo que si, ¿porque no la vigilas?

—No creo q....— le corto.

—EN SERIO, NO LO VAZ A HACER, PERO QUE TE PASA, SE TE HA OLVIDADO LO QUE PASO AQUELLA NOCHE O QUIERES QUE TE LA RECUERDE, QUE PASA MATTIAS LA SIGUES AMANDO.

—CLARO QUE NO.

—¿ENTONCES ?

—SI LA VOY A VIGILAR TENGO QUE TENED CUIDADO CON ELLA—me relajo un poco al ver que respondió rápido a mi pregunta, eso me demostró que solo me quiere a mi.

—¿Que pasa si es ella?— empiezo a calmarme.

—Lo averiguare, no te preocupes mientras tanto descansa.

—Si no hago nada.

—Toma— me ofrece unos papeles— ahí que rellenarlos con este— me da otro.

—Vale— los cogí y me senté en el sofá, mientras él volvía a lo suyo, Peter y Marcos sonrieron, se preguntaran ¿eso siempre era así?, pues si, nos gritábamos y cuando veíamos que uno llevaba la razón, parábamos y nos relajábamos, a veces me reía porque Mattias siempre le gustaba tener la razón pero al ver que se equivocaba ponía una cara de enfado que me daba risa. Tocan en la puerta.

—Señor Bartholio tiene al señor Merk en la entrada.

—Oh, Joni dile que entre.

—Si señorita— se oye los pasos de la criada alejarse.

—¿Joni?— mire a Mattias y estaba serio.

—¿Que?— se abrió la puerta.

—Hola ¿que tal estáis?

—Jonatha— me acerque a él y le di un abrazo— hola pequeña como estás.

—Bien ¿y tú?

—Bien sabes que...— Mattias tose y le miramos.

—¿A que debo tu visita?

—Gruñón como siempre.

—Mattias por favor— le pedí y se relajo.

—Bueno solo vine a invitarlos a una discoteca—Mattias alzo la ceja.

—¿Que?—no sabía a que se refería.

—Veréis esta noche abro una nueva discoteca y quería invitaros, así os podéis relajar un poco, y no os preocupéis por la gente estaremos en una zona vip.

—No gracias— dijo Mattias muy seco.

—En serio, no vais a venir— Jonathan me miro— tu que dices Carolina

—Bueno yo...—me corto.

—Ella no va.

—¿Porque? estaría bien— vi como se enfadaba— tranquilo Joni— me miro— iremos no te preocupes.

—Te mandare la ubicación al móvil.

—Vale— se va por la puerta, oímos como se alejaba.

—No vamos a ir— dijo Mattias.

—¿Porque no?

—He dicho que no Carolina, no discutamos más del tema— cuando dice eso significa que pares porque sino va a peor.

—Vale se lo diré, pero yo solo quiero relajarme, encerrada aquí no es muy cómodo— salgo por la puerta dando un golpe pero me quede en la puerta, espere un poco y la puerta se abrió.

—Vale— le sonreí— iremos a la fiesta—contenta le di un beso.

—Eres el mejor.

—Lo se.

Los Reyes de la Mafia (Terminada) Where stories live. Discover now