Capítulo 1

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Sonó la alarma como siempre con mi canción favorita Spectre  de Alan Walker, la apagué y me levanté recordando que era el primer día de instituto. Que rápido se me han pasado las vacaciones de verano... Sonreí recordando mi última noche de verano junto a Sunny y Ally viendo una película al aire libre mientras comíamos las clásicas palomitas que preparaba siempre Ally. 

Me dispuse a elegir mi look para el primer día ya que tenía que dar una buena imagen así que escogí unos shorts negros, una camiseta roja corta que me llega por encima del ombligo y una sudadera gris.

Me aseé y me dirigí a la puerta de mi habitación para bajar a desayunar cuando de repente oí subir las escaleras a toda prisa y en pocos segundos la puerta se abrió delante de mí. Ahí estaba Sunny, una chica energética, un poco loca y de la cual me siento orgullosa de ser amiga. Rubia de ojos azules un poco más baja que yo y llevando unas mayas negras y una camiseta corta blanca.

-Yaiza, venga vamos o llegaremos tarde, ¡no quiero llegar tarde el primer día de clase!

Sonreí al ver que como siempre tenía ya mucha energía desde por la mañana, incluso siendo el primer día. Al ver que no me movía me cogió del brazo y empezó a tirar de mí.

-Venga, ¿no querrás llegar tarde el primer día de clase verdad? -preguntó sin dejar de tirar de mí.

-Claro que no Sun, ¿a que viene tanta prisa?

-Pues... ¡A QUE SON LAS OCHO! Y tú todavía no has desayunado y prometí a Ally ir a buscarla.

Me reí al ver su cara de desesperación al decir la hora y comencé a andar hacia la cocina mientras Sun me seguía quejándose de lo lenta que soy y al final con las prisas que me metía me hice solamente unos cereales con leche.

-Sunny y sus prisas no cambiaran nunca -me llevé una cucharada a la boca lentamente esperando su reacción.

-¡Eh! No son prisas, simplemente tengo ganas de ver a Ally -con cara de completo desquició se dió la vuelta para no desesperarse más.

-Sí, sí y a alguien más -me reí de su reacción y comí rápido los cereales para no enfadarla.

-¡EH! Venga ya -se enfadó más aún cruzando sus brazos.

Terminé los cereales mientras me reía por lo bajo sabiendo que tenía razón.

-Venga no te enfades -la abracé por la espalda-. Además vamos que sino si que no llegaremos -la agarré por el brazó y tiré de ella hasta salir de casa.

-Mira ahora quien es la que tiene prisa.

La miré sonriendo y ella se giró aún molesta y empezó a caminar sin mí en dirección a la casa de Ally.

-Que nervios... -dijo al cabo de un rato.

-¿Por qué? Si solo es Ally, no te va a comer -intenté molestarla de nuevo pero ignoró mi comentario.

-No... No es por eso -murmuró mirando al frente perpleja.

Seguí la dirección de su mirada y entonces la ví a ella. Ahí estaba Summer, la típica chica con la que nadie querría meterse, siempre vestida de negro, llevando una camiseta apretada, unos leggins negros y unas deportivas negras también, su mirada de ojos grises siempre con el ceño fruncido acompañado de su sonrisa burlona y su pelo suelto. Siempre me había parecido una chica guapísima aunque con la diferencia de edad y como estaba la gran mayor parte de las veces rodeada de chicos nunca me había atrevido a dirigirle la palabra, ni aún siquiera sabiendo que no tenía ninguna posibilidad.

Se encontraba hablando con un chico llamado Brian de último curso mientras estaba montada en su moto. Brian nos miró a Sunny y a mí y le dijo algo sobre nosotras ya que ella también nos miró aunque no supe apreciar si nos miró con despreció por culpa de la distancia.

-¡Hey! ¡Chicas cuanto tiempo!

Y esa es Ally la popular de nosotras tres, una preciosidad de chica, ojos verdes pelo castaño ondulado vistiendo de shorts y camiseta de tirantes, no parecía si quiera que fuera al instituto, más bien parecía que estaba apunto de irse a la playa.

-¡Ally! -se tiró a abrazarla.

En ese momento yo dejé de fijarme en Summer y me centré en ellas.

-Hey, Yaiza, ¿tú no tenías ganas de verme? -puso cara triste como si lo dijera totalmente en serio.

-Claro que sí, tonta.

Me acerqué a ella con la intención de darle un abrazo pero antes de que pudiera achucharla se cruzó de brazos.

-¿Otra vez mirando a Summer? -me regañanó de la misma forma en la que lo haría mi madre.

-Claro que no -intenté mentirla para que no me cayera la reprimenda.

-Venga ya, se te estaba cayendo la baba.

Summer me atraía demasiado y no podía ocultarlo tan fácilmente.

-Sí, tienes razón, lo siento, pero se la ve tan guapa en su moto...

-Jolín, siempre todo es Summer, Summer, Summer -me miró molesta para después mirar hacia otro lado dándome a entender que no le hacía ninguna gracia que me fijara en alguien así.

-Sun tiene razón, deberías dejar de pensar en ella de una vez, es una mala influencia.

-Si realmente pudiera ya lo habría hecho.

Miré de nuevo hacia Summer pensando en lo inalcanzable que era esa mujer para mí.

Primeros cambios, ¿qué les parecen? 7.7

Todo por su sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora