Lista para matar.

Capítulo 17

—¿Ya conocí a alguno de los tres que sobrevivieron?

—El astuto es el doctor —me dijo pensativa—. El invisible solo apareció para avisar que estaba aquí hace mucho y volvió a ocultarse.

—¿El ansioso?

—Ah, soy yo.

—¿No decías que era chico? —Me asusté, ¿ella fue la que los traicionó?

—Pues... no estoy muy orgullosa de lo que ha pasado. —No sabía qué pensar, ¿debía confiar en ella por contarme la verdad?

No sabía qué más decirle. No podía evitar cuestionarme si había sido su culpa todo esto o por qué había sacrificado a todas estas personas con habilidades. Debía esperar, esa siempre ha sido mi táctica, esperar y observar.

Con el tiempo empezaron a reunirse más personas hasta que Julieta nos dijo que ya estábamos todos. Abrió la caja que había sacado del baúl y dentro había pequeñas rocas. Nos entregó una a cada uno.

—Esto será la selección, aquí sabré si tienen poderes o no, cuando alguno de ustedes note algo me... —Entonces alguien la interrumpió.

—¿Por qué brilla? —Era el pequeño niño. Su roca empezaba a brillar y de pronto explotó. Me cubrí por miedo a que me pasara algo, escuché a Lizette preguntarle a Noah si estaba bien.

—Lizette, te golpeó un pedazo de roca por ir a ayudarle. —Julieta estaba molesta y la regañaba—. Debes enfocarte en ti.

Por todo eso, los demás habían soltado sus piedras, pero Julieta insistió en que las agarráramos de nuevo. La primera fue la chica de las mechas azules, la agarró con fuerzas, se le veía enojada, pero cuando su piedra empezó a brillar, algo en ella se calmó.

Los demás al ver que su piedra no explotaba, tomaron confianza y agarraron las suyas también. Yo incluido, y pude ver cómo la piedra de los demás empezaba a brillar.

—Okay... —Julieta sonaba satisfecha con los resultados. Empezó a recoger las rocas de todos. Cuando llegó a mí, me miró detenidamente y luego me di cuenta de que mi roca no brillaba.

—No hay presión, brillará tarde o temprano —Siguió recogiendo la de los demás—. En unos días o en unos meses, hasta que lo haga, podrás unirte al entrenamiento.

¿Qué significaba esto? Me dolía en el interior, me sentía menos, pero me tranquilizaba y pensaba en que no estaba ni siquiera seguro de qué significaban esas rocas. Cuando en verdad me preocupé, fue cuando Julieta dio una explicación.

—Estas rocas las inventó Mateo, un amigo mío, son para determinar qué tan fuerte es tu energía. La entidad dejó su poder en toda nuestra realidad, que nosotros la usemos fue porque sabíamos que podíamos, pero ustedes no. Vivieron su vida normal y nunca buscaron dentro de ustedes y ahora los forzaremos a encontrar su verdadera forma. Será divertido, como cuando en las pelis interrogan a los malos. —Lizette levantó su mano—. ¿Sí? —respondió Julieta.

—¿Será como una tortura? —preguntó con un tono de burla, pero Julieta respondió algo que no me esperaba.

—Solo si es necesario.

Sí, me preocupaba qué era lo que pasaba en mí, ¿por qué mi roca no brillaba? Era un golpe bajo, todo este tiempo no paraba de observar como los demás parecían muy vulnerables. Incluso el chico Noah tuvo una energía tan fuerte que su roca explotó y yo seguía sin lograr encenderla. Julieta incluso estaba segura de que me tomaría tiempo, ya que, con un listón y un par de nudos, logró hacerla una especie de collar y me lo puso.

—Cuando sea tiempo, encenderá. Mientras mantenla contigo —me dijo tranquila, cosa que yo no estaba—. Y... quería pedirte discreción con lo que te conté... en verdad quiero que todos descubran sus poderes e intentar cambiar las cosas, pero no podré si no confían en mí.

Le dije que no pasaba nada, pero que no nos traicionara a nosotros. En ese momento, lo único que pensaba, era que de las 11 personas que estábamos aquí, solo yo había fracasado. Julieta me dijo que podía quedarme en la habitación mientras les explicaba a los demás cómo iba a ser el entrenamiento. De todas maneras, me quedé ahí para escuchar.

—Tendrán que leer los libros del baúl, todos.

—¿De qué tratan? —preguntó Lizette ya aburrida.

—Son diarios de personas como ustedes y describen cómo descubrieron su habilidad, eso les ayudará.

—¿Hay otras maneras? —Preguntó Lizette de nuevo—. No me gusta para nada leer.

—Sí, a veces viene de la nada —dijo alzando sus hombros.

Si solo vienen de la nada, quizá no necesite esta roca. Lo único que tengo que hacer es esperar a que algo suceda y ya, ¿cierto? Curiosamente cada uno de nosotros tomó un libro y era exacto, no sobraban libros o faltaban, abrí el mío, y me estresó saber a quién pertenecía. En la primera hoja, primer renglón, decía: «Chico invisible»

No tengo idea de cuál es mi habilidad o que debo hacer y me toca el diario de un chico misterioso del que nadie sabe nada, pero hey, al menos saben que está vivo ¿Estará viéndome ahora mismo leyendo su libro? ¿Debería saludarle?

15/11/2020

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Espero estén bien!! Sobre todo si hay lectores de Perú, vi que haya las cosas no están nada bien:( ojalá todo mejore.

Dejen sus comentarios y opiniones. ☆ Cómo dije en mi tablero, les debo publicación doble, y ya, los leo!

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