Capítulo 1

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ºHaleyº

Miro mi celular de nuevo a la expectativa, como lo he estado haciendo toda la semana, hace un rato me rendí de ver películas o tratar de escribir porque en lo único que pienso es en la llamada que posiblemente no a va a llegar.

Hace una semana tuve mi reunión con los chicos de Adrenaline por facetime y aunque quisiera decir que los impresione y me dejaran ir con ellos en la gira, estoy casi segura de que les parezco aburrida.

No sumó muchos puntos, lo más loco que he llegado a hacer fue escaparme de mi casa un día para ir a un concierto y a los 20 minutos regrese llorando a pedirles perdón a mis padres, básicamente nada, nunca me le declare a mi crush o cante en público, no hice retos raros porque me daba vergüenza.

Recuerdo la primera vez que tuve que hablar en público, hablé tan rápido que nadie me entendió y tuve que repetir todo desde el comienzo provocando que mis nervios me hicieron equivocar en todo. Ahora puedo hablar en público, pero me siento tan avergonzada que casi siempre cuando termino de hablar y bajó del podio lloro. Lo sé, es patético, pero no hay mucho que pueda hacer contra ello.

Tocan la puerta y yo me giró a verla

- Toco la puerta como muestra de respeto, pero entro de todas maneras demostrando mi autoridad como tu mejor amiga - Alessa salta al mueble y se cae al suelo - Eso no fue buena idea

- Te aprendes toda una frase de los padrinos mágicos y no las fórmulas matemáticas - Chasqueo la lengua

- No molestes, por algo me cambié de carrera

- Ja, y yo que pensaba que era porque amas los idiomas - Me burlo de ella

- Si, bueno, descubriste mi secreto, me cambie porque odio las matemáticas - Toma el control y coloca una película de Netflix

- Oye, yo estaba viendo eso - Me quejo y ella se encoge de hombros

- No mientas, sé que estás mirando tu celular como desquiciada esperando la llamada

- No puedes saber eso - Me cruzo de brazos acomodándome en el mueble

- Oh claro que no, no es como que estés haciéndolo en este mismo momento - Volteo a ella y se ríe

- Perdón, no lo hago intencional, es que todavía tengo esperanzas - Sacudo mi cabeza - Mejor cambiemos de tema, distráeme

- Uhm... - Piensa y se queda en blanco

- Cuéntame ¿Por qué demonios empezaste estudiando ingeniería si odias las matemáticas?

- Oh, eso, quería hacer feliz a mis padres - Se encoge de hombros - Cuando dije que quería estudiar lo mismo que mamá se pusieron muy felices

- Eso fue a los 8

- Pero por unos cuantos años lo seguí creyendo - Se sube al mueble y acomodo mis pies sobre ella

- Aja... pero cuando salimos del instituto igual entraste los primeros meses - Le recuerdo

- En mi mente creía que así ellos estarían orgullosos de mí, cuando me di cuenta de que iba a ser infeliz el resto de mi vida si seguía ese camino me cambié

- Tus padres están orgullosos Less - Le recuerdo y ella me sonríe apartando la vista del televisor

- Si, luego de que me cambiara, me dijeron que habían apostado para ver cuánto tardaba en darme cuenta que quería hacer con mi vida en realidad - Me río más aún cuando ella me lanza al suelo y se ríe conmigo

- Por lo menos lo supiste a tiempo - Me levanto y miro mi celular de nuevo

- Si, ahora soy una profesional que trabaja haciendo traducciones a todo el mundo - Se estira y me quita el celular - A veces no paga bien, pero me siento feliz con lo que hago

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