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Capítulo 16: La oveja

Esa parte de la conversación sobre hackers informáticos y desvíos de información, casi no la entendí y varios de nosotros tampoco, pero al parecer Will parecía entenderlo muy bien. Mientras que papá tenía una expresión de concentración, conversando con Cleo y Sofía de lo que se podía hacer, Alex y Will se habían quedado en la sala de estar, con la laptop abierta sobre la mesa de café y ellos dos sentados; hablaron seriamente. Will parecía muy interesado por lo que Alex sabía sobre el hackeo y la recopilación de información. Antes de irse Alex, le entregó a Will un pendrive y cuando los Shepard se fueron y nos quedamos solos, estábamos ansiosos e inquietos.

—Me siento cómo una película de espías— comentó Zack

Hice una mueca por su comentario. Quizás por diversión.

— ¡Uy, sí! — repuso Chad. — ¡Cómo si fuera una de las películas de James Bond!

Luke resopló, Will se rió y Joel suspiró, resignado.

— ¿Espías? ¡Ay, por favor! ¿Acaso tú eres el Agente 007 y yo soy Ethan Hunt? ¡Se racional! — graznó Ethan. — ¡Mierda!— masculló y se fue a echar al sofá

Y entonces, Will empezó a tararear la canción de Misión Imposible.

***

Después del incidente de las fotos y sobre la información que obtuvimos, estábamos atentos. No paranoicos, pero estábamos alerta; especialmente, mi padre estaba vigilante conmigo. No estaba siendo un padre "tipo acosador" de los que llaman o envían mensajes cada diez minutos, pero había notado que había más atención sobre mí y eso me alertó. ¿Acaso sabrían de los mensajes?, era posible. Y dejé mi mente divagar.

Era domingo por la noche. Estaba sola en mi habitación y escuché a los muchachos, el televisor a todo volumen y algunos insultos y gritos. Era noche de partido por ESPN. Sonreí. Todos se la estaban pasando bien, —excepto Ethan — y a mi parecer él no estaba muy bien. Todos buscábamos nuestro lugar aquí, pero Ethan parecía no estar muy cómodo aquí. En realidad parecía que detestaba vivir con nosotros y no sabía por qué. A veces venía por tres días aquí, ayudaba en la ferretería y la casa pero luego se marchaba a pasar su tiempo con su amigo, Kevin Link y según varias personas era un chico problema del pueblo. No entendía por qué Ethan estaría con un tipo así; siempre había sido un misterio.

Miré la hora y sonreí. Tenía una cita de video llamada con Axel, y aunque era de madrugada en Francia, él y yo habíamos acordado llamarnos. Justo a tiempo, mi hermano contestó. Me sonrió y me saludó; extrañaba abrazarlo pero al menos tenía el consuelo de hablar y verlo, al mismo tiempo. ¡Gracias a la tecnología! Axel no había cambiado nada. Con su sonrisa de modelo y piel color café, su rostro tenía forma triangular, una frente estrecha, y un mentón delgado que terminaba, en una línea amplia del mentón. También se había dejado una barba tipo perilla, que solo le cubría la barbilla. La conversación fue amena sobre el trabajo de Charlotte, ella era modelo y era muy buena. Hermosa y joven, y por supuesto, Axel era su esposo/manejador, era complicado pero tenía sus momentos glamorosos. Axel sabía lo que los Les Royals y además, el clan franceses estaban al tanto de todo y Cleo se había contactado con mi cuñada para informarle sobre eso y mi hermano estaba al corriente. Él estaba preocupado por mi seguridad.

—Puedes venir a París, Lizzie — me ofreció. — Estarías a salvo aquí. Podría protegerte

Suspiré y miré la pantalla.

—No puedo, Axel — repuse. — Si voy para allá estaría huyendo, y abandonado a papá y los demás

Axel se movió y se apoyó cerca de una ventana. Fruncí los labios.

—Me preocupo por ti, pettite soeur — comentó. —Sabes que aquí no tendrías problemas y Charlotte estaría encantada. ¿Estás segura?

Asentí y Axel parecía inquieto.