— ¿Qué voy a hacer contigo?

— ¿Conmigo...? No...

—Que no vaya a castigarte no quiere decir que no haya consecuencias por lo que hiciste.

Mis mejillas comienzan a arder de vergüenza y mi pulso retumba en mis oídos.

—No puedo permitir que esto vuelva a pasar. La disciplina es la piedra angular de esta unidad. Es la única razón por la que hemos sobrevivido tanto tiempo.

(No puedo creerlo... Sus palabras me hacen sentir tan...)

— ¿Qué pasó con <<no castigamos la valentía>>? ¿O eso lo dijiste para quedar bien delante de toda esa gente en la calle?

—Lucy...

—No, Jacob. Entiendo que te decepcioné, pero tus acciones también me decepcionaron a mí. Creí que Raven era tu amigo, pero te importó más el protocolo que salvarlo.

—Raven no tenía que estar ahí. Tenía que haberse retirado como se lo ordenó.

— ¡¿Y dejar morir a esa gente?!

— ¡¿No lo has notado?! ¡Esa gente murió de todas formas!

Hago una pausa. Nunca lo había visto tan enojado.

—Necesito poder confiar en ti. ¿Puedo confiar en ti, Lucy?

—Por supuesto que puedes confiar en mí, Jacob.

Jacob se inclina hacia adelante y me mira a los ojos. Después de unos segundos, sonríe.

—Necesito tu ayuda. Pero no puedes contárselo a nadie.

—Cualquier cosa que necesites.

—Estos informes... son de nuestras torres de vigilancia y de nuestros exploradores. Nada aquí indica que un grupo de zombies se haya acercado a las barricadas, mucho menos entrado al pueblo. He estado pensando mucho en lo que dijo el recién llegado. Puede que haya un traidor entre nosotros.

Jadeo, incapaz de contener mi sorpresa.

— ¿Pero... quién haría algo así?

—Para eso necesito tu ayuda. Necesito que estés atenta a cualquier persona nueva y sospechosa. También necesito que vigiles de cerca a tu nuevo amigo, Zero. Necesito saber cuáles son sus motivaciones. Todo lo que puedas desenterrar será valioso.

—Ahora que lo mencionas, hay algo que debes saber.

Le cuento todo sobre mi encuentro con Weber. Escucha atentamente, frunciendo el ceño.

—Sospechoso. Me gustaría hablar con este tal Weber. Por ahora, confío en que lo vigiles por mí.

—Entendido. ¿Necesitas algo más?

—Eso es todo. Te veré en la mañana.

—Está bien.

Me levanto y camino hacia la puerta con la mente llena de preocupación.

—No trabajes demasiado, ¿Está bien? Llegaremos al fondo de este asunto.

—Aprecio tu preocupación, Lucy. Tú intenta no apuntarle a más civiles con tu arma.

A pesar de su sonrisa, no puedo evitar percibir su comentario como un reproche.

—Sí, intentaré no hacerlo más.

A la mañana siguiente, nos reunimos para nuestra primera sesión de entrenamiento.

El programa implacable de Jacob resulta imposible para muchos de nosotros. Yo apenas logro completarlo.

Attack of the DeadWhere stories live. Discover now