A Favor?

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El pelinegro besó, chupó y mordisqueó, la suave piel del cuello de su novio, mientras que éste gemía de placer, arqueando su espalda cada cinco segundos, gracias a los roces de ambos miembros.

—mgh~ 

—te amo tanto Jinyoung, mi Jinyoungie —besó sus labios, sin dejar de arremeter contra su agujero 

—yo......mgh...... También, Beomie —esas palabras hicieron que el mayor se corriera fuerte en su interior.

Para Jinyoung ,su vida junto a Jaebeom era buena o eso creía. Se la pasaba encerrado, ya que el pelinegro no le permitía salir, la razón?, era para poder protegerlo. El castaño sabía que Jaebeom andaba en cosas ilegales, a pesar de eso  sabía también, que Jaebeom lo amaba con locura por eso se preocupaba tanto por él.

Ambos ya estaban comprometidos, la boda estaba casi cerca, el ánimo del castaño, era algo que no se podía describir, a veces estaba feliz, otros días triste o enojado. Temía lo peor, y una prueba de embarazo lo confirmó, estaba esperando un hijo, a Jaebeom no le agradaría la noticia. El mayor se lo había dicho, era muy pronto para tener hijos, que primero se enfocaría en su trabajo y la relación. Quería llorar, se sentía muy cansado e indefenso.

                                                            。 * ゚. * .。。 * ゚. * .。。 * ゚. * .。

Temprano en la mañana, Jinyoung salió de puntillas del dormitorio  respirando aliviado de que su novio no se levantara. Se cambió la ropa que escondió en la cocina y agarró las llaves del auto.

Se dirigió a  la clínica, ya que tenía  una cita con el médico. Estaba asustado. Cualquiera que fuera el amor, Jaebeom advirtió a Jinyoung que nunca le mintiera ni le ocultara cosas, sintió su palma sudorosa mientras se sentaba en la sala de espera.

La doctora conocía a Jinyoung, ya que ella era la doctora de familia y estaba confundida por qué Jaebeom no estaba allí.

 —Lo estás haciendo muy bien, Jinyoung. Los resultados están bien. Come sano, duerme bien y trabaja en tu dieta— sonrió ante el informe. Jinyoung se sintió tímido, pero sonrió —espero que le digas  a Jaebeom sobre  esto. No puedes esconderte más, pronto se dará cuenta por la pancita grande que traerás — el tono de la doctora cambió y sus ojos se oscurecieron. 

—S-sí, se lo diré— tartamudeó y cuidadosamente tomó su historial de regreso.

—Tu matrimonio es el próximo mes. Dile antes de que se entere o de lo contrario no te traerá nada bueno — le advirtió con su tono helado, y el castaño  sintió que su cuerpo temblaba. Podía sentir la dura mirada de la doctora convirtiéndose en una amenaza.

Se levantó saliendo  apresuradamente de la habitación. Jaebeom no era un mal hombre, pero sus guardaespaldas lo hacían sentir como si el mayor  fuera el diablo viviente. Jinyoung apresuró a presionar la llave en el agujero y encendió el auto. El coche era peligroso, pero  llegó a casa sano y salvo.

Jinyoung empujó al sirviente yendo  al baño más cercano donde vomitó todo el contenido de la última noche. La gente lo estaba asustando. Le dolía la cabeza y se nublaba con pensamientos extraños.

—¿debo llamar al señor  Jaebeom?—preguntó un sirviente, negó con la cabeza mientras salía del baño. 

—No, estoy bien — sonrió tomando su bolso de la mesa para correr  escaleras arriba hacia el dormitorio. Al entrar en la habitación se dio cuenta de que se había olvidado de comprar sus medicinas.

Jinyoung no tenía el permiso para salir de nuevo. Ya estaba cansado y ahora, hambriento. De repente, el timbre de su teléfono sonó haciéndolo sobresaltar. Era Jaebeom. 

ᴊᴊ'ᴄᴏʟʟᴇᴄᴛɪᴏɴ Where stories live. Discover now