Esfuerzo

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Kageyama había decidido que tal vez en lugar de ignorar lo que sentía por Yamaguchi y seguir actuando como estúpido, debía afrontarlo.

Eso significaba revelar sus sentimientos y arriesgarse a ser humillado por el rechazo, del que estaba seguro Yamaguchi le iba a dar.

Pero era lo mejor, no podía dejar que sus emociones interfieran en sus notas y entrenamiento. Y, una pequeña parte de él, estaba desesperada por decir todo lo sentía, a veces tenía miedo de hacerlo por accidente, ya no quería contenerse.

Aunque, como cualquier otra persona flechada, Kageyama no podía evitar tener un poco de esperanza, quizá si lo intentaba, podría no ser rechazado.

Sí, eso haría, se acercaría más a Yamaguchi, lo suficiente, y si aun así no correspondía a sus sentimientos, él simplemente aceptaría su suerte.

Así que primero debía buscar oportunidades en las que pueda pasar tiempo a solas con él. Hinata se había ofrecido a ayudarle, obviamente Kageyama no aceptó; las ideas de Hinata además de ser extremadamente estúpidas, eran cursis y fantasiosas.
Después de insistir por un largo tiempo, Hinata prometió que no iba a interferir con tal de ser informado de cualquier avance o si ocurría algo interesante.

•••

Nada estaba saliendo bien. Cada que se acercaba a Yamaguchi o hablaba con él por más tiempo de lo normal, Tsukishima hacía un comentario para burlarse de él.

"Oh, Rey, no te pegues tanto a Yamaguchi, ¿Estás intentando algo?". Dijo eso mientras tomaba al pecoso por los hombros y lo alejaba de Kageyama en una de las caminatas de regreso a casa.

"¿Que tanto observas a Yamaguchi? Mejor lee el libro que tienes en frente, Rey idiota". Kageyama volteó rápidamente hacia el libro, no sin antes mirar con odio a Tsukishima, quien intentaba no reírse.

"Cuidado Yamaguchi, ahí viene el rey de los estúpidos, no te vaya a hacer algo"

"Deberías ser más cuidadoso Yamaguchi, no dejes que se te acerque en los vestidores"

"No creo que debas pasar mucho tiempo con él, Yamaguchi, te puede hacer algo"

"¿Por qué miras así a Yamaguchi? Solo está comiendo helado"

"¿Por qué te sonrojas tanto cuando hablas con Yamaguchi? ¿En qué estás pensando?"

Era muy vergonzoso y frustrante, decidía no responder, solo se delataría.
Yamaguchi simplemente ponía una expresión confusa, Kageyama estaba aliviado de que no se diera cuenta, aunque era extraño; Yamaguchi no era tonto, debería sospechar algo en este punto, pero Kageyama prefería creer que era denso a creer que se hacía el tonto a propósito, no ,Yamaguchi no es así de cruel.

- No creo que sea buena idea dejar solos a estos dos, ¿Que tal si le sucede algo a Yamaguchi? - Dijo Chicken Little humano.

Estaban en una de sus reuniones de estudio, Hinata quería ir a comprar comida para todos y había pedido a Tsukishima que lo acompañe.

- ¿Que le podría suceder? No seas tonto.- Respondió Hinata.

'Gracias por hacerte el estúpido Hinata, es lo que mejor sabes hacer' Pensó Kageyama.

- ¿Por qué no van tú y Yamaguchi?- Insistió el cuatro ojos, ¿Tanto lo iba a molestar? ¿No lo iba a dejar ni un segundo a solas con él?

- No creo que sea buena idea Tsukki, tú y Kageyama no se llevan muy bien, no sería seguro dejarlos.- Habló Yamaguchi, parecía un poco preocupado.

- Bien, entonces iremos nosotros dos.- Fue lo que Tsukishima le contestó.

-Um, si dejamos a Kageyama con Hinata, van a terminar matándose.

- ¿Qué te hace creer que yo no mataría al enano a penas tenga la oportunidad?

- Sé que no lo harás, Tsukki ¿Por favor?

Finalmente accedió ir, Hinata se lo llevó jalando de su brazo. Y el cuarto en el que estaban quedó muy silencioso.

Esta era la oportunidad que Kageyama estaba esperando tener, pero ahora se sentía muy nervioso.

- Ya-Yamaguchi.- Maldita sea, tartamudeo, lo había arruinado todo.

- Ah, ¿Sí, Kageyama?- Yamaguchi se tensó al hablar y no lo miraba a la cara.

Kageyama pensó un momento, este corto momento que tendría no sería suficiente, sería mejor...

- El sábado, ¿Podrías enseñarme más de Historia?

- No creo que Tsukki, ni Hinata puedan, por eso acordamos que sería los miércoles y viernes.- Seguía sin mirarle a la cara.

- Lo sé, me refiero - Aclaró su garganta.- Me refería, solo tú y yo.

-...

- Tsukishima no puede ni quiere ayudarme, y en verdad necesito reforzar ese curso; me harías un gran favor.- Intentó sonar natural, no quería que sonara como una súplica desesperada pero tampoco que sonara como una mentira o excusa; y no lo era, en verdad aprender más de ese curso le haría bien.

Ahora, quizá Kageyama estaba teniendo alucinaciones pero podría jurar que vio las mejillas de Yamaguchi tornarse de un ligero rosa.
Ese color le quedaba muy bien a sus pecas.

El lindo pecoso por fin alzó la mirada, cruzándose con los ojos azules; Kageyama sintió como su corazón dio un salto y empezó a latir más rápido.

- Está bien.- Dijo al fin, con una pequeña sonrisa.

No tuvo tiempo de agradecer, Hinata entró dando un golpe a la puerta.

- ¡¡Comida!!- grito mientras mantenía en alto las bolsas que cargaba.

Tsukishima entró detrás de él, con una cara demacrada y se sentó quejándose.

Después de comer siguieron un rato más tratando de enseñarle algo al dúo rarito.

Kageyama seguía mirando de vez en cuando a Yamaguchi, siendo más cauteloso para que el de lentes no lo note; la última vez que le lanzó una mirada al pecoso, este lo miro de vuelta para de inmediato voltear a otro lado, eso sorprendió al pelinegro pero lo que más le sorprendió fue que Yamaguchi lentamente volvió su rostro para mirarle directamente a los ojos y sonreírle delicadamente mientras ese lindo rubor decoraba su rostro de nuevo.

Ah, en verdad estaba jodido y enamorado.

Algo inesperadoWhere stories live. Discover now