—Dile a ese avioncito que aterrice en la mesa.

—¡Ya! —De un salto se deslizó con su vientre sobre la mesa.

—¡No! ¡Jin, baja de la mesa! —El niño rio a carcajadas y luego bajó—. no, primero lávate las manos —dijo antes de poner los platos.

Pasados los minutos, los dos cenaban tranquilamente apenas era pasada las siete de la tarde, terminaron su cena, Jugaron el juego favorito de Jin en el PlayStation y vieron TV juntos

El teléfono de casa sonó, pero Xiao Zhan no sabía si debía o no responder.

—Contesta —dijo Jin.

—¿Crees que debo? No conozco mucho a tu familia.

—Ayyy... —el niño se levantó de la silla y fue a contestar—. ¡Mami! —gritó emocionado—. Sí, ya terminé, ajá... Sí, está aquí. ¡Xiao Zhan! —el pelinegro corrió a atender la llamada.

—Dígame señora.

—Escúchame bien Xiao Zhan, hubo un grave accidente, no sé a qué hora llegaré a casa, pero necesito que me hagas un favor, te lo pagaré.

—Dígame.

—Quiero que alistes a Jin, le pidas ponerse ropa para salir, irá donde su abuela hoy, mi esposo y yo no regresaremos a casa, mi hijo mayor sufrió un accidente. Mandaré a Arthur a recogerlo dentro de una hora. Por favor no le digas nada, su abuela se lo dirá. Depende de cómo van las cosas, quizá Jin se quede todo el día de mañana con mi mamá, pero te aviso a tu teléfono celular, ya me tengo que ir lo siento mucho. adiós y gracias. —Xiao Zhan se quedó sin saber qué decir, no debía levantar sospechas por si Jin se enterara del accidente y lo tomara mal.

Colgó el teléfono y miró al pequeño a su lado, estaba esperando que le contara qué era lo que su mamá quería decirle.

—Saldrás donde tu abuela.

—¿Qué? No quiero, ¿por qué tendría que ir hasta allá? Ella vive a dos horas, me aburriré en el viaje.

—Bueno, así lo dijo tu mamá.

—¿Pasó algo? ¿Por qué quiere que me vaya? ¿No vendrán? —Era clara la angustia del pequeño, ahora se cuestionaba si sus padres estaban por abandonarlo y Xiao Zhan pudo notar ese temor.

—Escúchame —se arrodilló a su altura—. Ellos necesitan solucionar un problema que se ha presentado, no pueden venir a casa, por eso van a mandarte con tu abuela, pero luego te recogerán y traerán. Lo hacen para que no estés solo.

—Pero... —el niño guardó silencio, tenía tantos sentimientos encontrados que no sabía cómo expresar.

—Arthur vendrá a recogerte y me dice que te vistas para salir, ¿me muestras tu closet?

Jin subió a su habitación arrastrando sus pies y a cabeza gacha, a Xiao Zhan se le pasaron muchas cosas por la cabeza. El hijo mayor de la señora, accidentado, ¿Cómo había sido eso posible? Temió la reacción de Jin cuando se enterara, aunque aún no sabía si tenían una cercana relación de hermanos, él desconocía lo que era tener uno.

—¿Y el tonto de Yibo? ¿Mi mamá no te dijo si él vendría también?

—No, no me dijo nada.

—De seguro le permitirán quedarse en casa, todo porque es grande. Es raro que solo yo vaya donde mi abuela, a Yibo le gusta ir porque ella le da dinero. —Xiao Zhan prefirió callar, no quería ser él quien le dé esa mala noticia.

Alistó a Jin y le puso un abrigo. Metió en una mochila ropa de dormir y otros cosas basicas, bajaron a esperar a Arthur.

Sentados en la sala viendo televisión, Arthur llegó y Jin salió de casa para entrar en el auto que lo llevaría a casa de su abuela.

BABYSITTERWhere stories live. Discover now