Emma [Editando]

1- Dulces Sueños.

Una chica se encuentra dormida profundamente, es Emma.

Se aprecia cómo comienza a abrir los ojos lentamente tratando de evadir la claridad que entra por una minúscula ventana.

De repente, sobresaltada, se incorpora, notando unas pequeñas punzadas en su sien,"¿Dónde estoy?" Se pregunta una y otra vez, no recuerda cómo ha llegado allí.
Decide prestar atención a los detalles, está tumbada en una camilla, mueve su brazo izquierdo y se da cuenta de que tiene una vía unida mediante un cable a un gotero.

- Pero...¿Qué? - Susurra confusa.

Torpemente se pone en pie y trata de caminar por la habitación, recorriendo con la mirada cada rincón en busca de algo familiar, sólo logra distinguir un montón de ropa doblada cuidadosamente sobre el respaldo de una silla. Instintivamente camina hacia la minúscula ventana.

Oye el eco de la voz de un hombre, está hablando con una mujer, pero no puede comprender qué dicen, él parece agitado.

Da un paso, dos, tres...de repente se siente aturdida y cae de rodillas al suelo, siendo incapaz de sostener su propio cuerpo.

Se abre la puerta de golpe, se puede observar la figura de un hombre entrando apresuradamente en la habitación, viene hacia mí, apenas puede distinguir sus facciones, todo le da vueltas, no puede ver nada, todo se vuelve borroso, lo único que puede percibir es un tenue eco proveniente de la voz de ese hombre.

- ¡¡Eh!!Me oyes?!! Abre los ojos,por favor, no, no te duermas, mírame, tienes que mantenerte despierta...- Ruega mientras sacude enérgicamente a la chica, ya desvanecida entre sus brazos.

Se oye el arrítmico pitido del monitor de signos vitales, conectado a Emma, que yace en su camilla junto a una maraña de cables y tubos.

Poco a poco la gráfica cardiaca del electrocardiograma se va volviendo más estable, ella sigue sin despertar.

Los médicos van corriendo de un lado a otro tratando de encontrar respuestas, pero nadie las consigue.

A la mañana siguiente en el hospital, las constantes vitales de Emma están más estables, pero ella sigue sin despertarse. Su cuerpo responde positivamente a las pruebas y está a la espera de que le hagan una resonancia magnética.

*******

Las puertas del hospital son abiertas con ímpetu, una mujer bajita y corpulenta aparece, es Hillary, la tía de Emma.

Hilary camina por los pasillos a toda prisa, llevando por delante todo lo que se cruza por su camino, enfermeras, visitantes, médicos...

Sube al ascensor, pulsa el botón de la segunda planta y espera.

Cuando llega a la segunda planta, vuelve a caminar atropelladamente hasta que llega a toparse torpemente con el mostrador de enfermería, allí da los datos de Emma y le indican dónde se encuentra.

Irrumpe en una habitación repleta de médicos, éstos piden amablemente que salga de ahí, pero Hilary se niega suplicando que tiene que ver a su sobrina.
Al final, los médicos ceden y dejan que observe a través del cristal cómo le hacen la resonancia.

- Emma! Cariño, ¿Me oyes? - Exclama Hilary agitando los brazos.

- Por favor señora, el cristal está insonorizado. - Le explica una auxiliar que se ha acercado al oír tanto alboroto.

- ¡Emma! ¡Emma! Tú me oyes, ¿Verdad? -Grita mientras golpea frenéticamente el cristal.

Una mujer con una bata azul,de aspecto cuidado,le toca el hombro y le dice suavemente:

- Disculpe, ¿Le importaría esperar fuera? Está causando un ligero alboroto y el personal no puede tolerar que hayan distracciones en circunstancias como esta, así que si es usted tan amable de seguirme... - Le pide amablemente.

- Oh ¡Por supuesto! Como no iba a hacerla yo caso - Dice mientras le asesta unos golpes en el brazo- Lo que sea por nuestra pequeña.

Un par de horas después trasladan a Emma a su habitación, allí sentada en una silla se encuentra su tía con un semblante serio y preocupado.

Cuando ve entrar al doctor Evans se pone de pie, a la espera de una respuesta por su parte, sin embargo, el doctor Evans guarda silencio así que Hilary se atreve a preguntar nerviosamente:

- Doctor,¿Saben algo ya?

- Mmm bueno, verá- Duda el médico. -aún le estamos haciendo un diagnóstico ya que como usted sabía previamente, Emma estaba en un estado en el que no disponía de consciencia, como ahora, sin embargo, tenemos testigos oculares de que esta chica llegó a levantarse de la camilla y dar un par de pasos antes de volver otra vez a su estado inicial. - Explicó el doctor tranquilamente.

Hilary guardó silencio durante unos segundos para poder asimilar todo lo que le había explicado el doctor Evans, éste, al ver que no había respuesta de su parte, prosiguió:

- Ha sido un extraño suceso pero de momento no hay nada alarmante de lo que debamos preocuparnos, está estable, aunque nos gustaría poder asegurarnos de que no tenga nada más, es por eso que me gustaría hablar con su tutor legal para saber si nos concede el consentimiento para hacerle una serie de pruebas, ¿Es usted su tutora? - Preguntó el doctor.

- Ehh si, bueno, no, no legalmente. - Titubeó Hilary.

- Disculpe, ¿A qué se refiere? - Preguntó el doctor algo confundido.

- Soy su tía, no soy su tutora legal, pero tenemos una relación muy cercana, usted ya me entiende. - Aclaró.

El doctor asintió mostrando su comprensión y mientras se acariciaba el mentón dijo:

- En ese caso necesitaría poder hablar con alguien más de la familia, ¿Usted podría hablar con alguien más?

- Puedo hablar con su padre, él es su tutor legal.

- ¿Les importaría presentarse aquí para tener una pequeña reunión y poder explicarles sobre el contrato que deben firmar? - Preguntó el doctor.

- Sin duda, ¿Le vendría bien mañana a primera hora?

El doctor saca su agenda y se pone a comprobar minuciosamente sus horarios, saca un boli y escribe algo en una de las hojas.

- Vale, sin problema, mañana a primera hora. - Aclara el doctor.

- Muchas gracias doctor. - Sonríe Hilary.

El doctor Evans alarga un brazo para abrir la puerta y con un apretón de manos se despide de Hilary, ésta se dispone a volver a casa para contarle todo al padre de Emma y que puedan tomar una decisión cuanto antes, deseando que no sea demasiado tarde.