Capítulo 2

2.9K 334 70
                                    

El sábado en la tarde, varios días después de lo sucedido, tuviste que cuidar de tu sobrino porque Nami, tu hermana, fue a trabajar de emergencia. En realidad planeabas ir al centro comercial con unas amigas pero tuviste que posponerlo para otro día.

En estos momentos caminabas por el parque mientras Kanata corría persiguiendo a una lagartija, era simplemente tierno verlo correr con sus piecitos.

-No corras tan rápido o te caerás.- le advertiste.

Hacía un tiempo estupendo aunque podías notar que unas nubes grises amenazaban con ocultar el sol.

Kanata dejó de perseguir a la lagartija pero corrió hacia otro lado persiguiendo esta vez a una pequeña mariposa blanca, iba en dirección a la calle. Corriste hasta alcanzarlo, era peligroso que lo dejaras solo porque podía hacerse daño. Tomándolo por las axilas lo cargaste en el aire para luego abrazarlo contra tu pecho.

Al verse preso de tus brazos el pequeño hizo un puchero de molestia, él quería seguir jugando. Verlo de esa manera te hizo gracia así que pellizcaste ligeramente sus mejillas.

-Te pareces a tu profesor Law si pones esa cara. ¿Acaso también serás un amargado en el futuro?- reiste viendo como se molestaba cada vez más.

-¿Así me ves? ¿Como un amargado?

La voz de Law te hizo sobresaltarte y, obviamente, tu sonrisa se esfumó. Se encontraba del otro lado de una cerca vestido como futbolista, al parecer estaba haciendo un poco de deporte en el área para fútbol.

-Hola, Law.

Con tal de no verlo por un tiempo habias dejado de ir a buscar a Kanata al jardín de niños, te era muy incómodo verlo ahí luego de casi salir llorando la última vez. No te imaginabas que te lo encontrarías en un parque.

-¿Que haces por aquí?- le preguntaste.

A pesar de que utedes no se llevaban para nada bien decidiste ser amable ante todo. No era educado dejarlo con la palabra en la boca aunque eso era lo que querías hacer.

-Mi padre y unos amigos se reunieron para tener un partido ya que hace tiempo que no nos reunimos todos. Lo llevabamos planeando desde hacía tiempo.

-No pensé que tuviera amigos.- susurraste para ti misma.

-¿Quieres quedarte a mirar?

-Antes de invitarme a estas cosas ¿no deberías disculparte primero?- acomodaste a Kanata para que estuviera cómodo entre tus brazos.- Además no gasto energía en cosas que no me interesan.

-¿Eres así también en el amor?

Apretaste el pequeño cuerpo de tu sobrino contra tu pecho más de lo que ya estaba, recibiste así un pequeño quejido del menor.

-Ese tema otra vez...

-¿Estás conforme mirando como se aleja cada vez más de ti?

-Ya déjalo, deja de hacerme pasar esta verguenza.

Law iba a responder pero una gota de lluvia cayó sobre su cabeza, a esa le siguieron muchas más. Kanata tiró de tu ropa suavemente a la vez que se quejaba de la lluvia.

-Está bien, nos vamos a casa.- le dijiste mientras tratabas de cubrirlo.

-¿Viniste hasta aquí caminando? Dejame llevarte en mi auto.- se ofreció Law.

-Olvidalo, no quiero deberte nada.

-¡Espera! ¡Por lo menos toma un parag-!

Sus palabras fueron cortadas porque se hizo daño en una mano gracias a una parte de la cerca que estaba dañada. No miraste hacia atrás así que no podías saberlo.

Horas más tarde, luego de darle la cena a tu sobrino y que este se acostara en el puff de la sala, comenzaste a limpiar un poco el reguero de juguetes que él siempre dejaba tirado. Era un niño bastante hiperactivo.

Entonces notaste que estaba extrañamente tranquilo, normalmente estaría jugando o corriendo por la casa. Fuiste a donde estaba acostado, al tocarlo sentiste como su piel estaba inusualmente caliente y eso solo podía significar una cosa.

Kanata tenía fiebre.

Automáticamente entraste en pánico ya que no tenías ni idea de que hacer al respecto. Esta situación jamás se había dado cuando tú cuidabas a tu sobrino. Llamaste a Nami para pedirle consejo pero al parecer aún no terminaba en el trabajo y no contestaba el teléfono.

Comenzaste a dar vueltas por la casa hasta que un mensaje hizo sonar tu celular, Law te había escrito preguntando si habias llegado bien a casa por la lluvia.

Si, Law tenía tu número de celular y el de tu hermana por si ocurría algún incidente con el pequeño en el jardín, así tiene una manera de avisar rápidamente. Nami fue la que tuvo la idea y ahora le agradecias infinitamente.

-Por favor contesta.

-¿Hola?

-¡Hospital! ¿A donde debo ir?- gritaste por el pánico.

-¿Qué?

-¡Kanata tiene fiebre y no sé que hacer!- miraste a tu sobrino que tenía el ceño ligeramente fruncido.- ¡Parece que está sufriendo!

-Deberias ir a un pediatrico que esté abierto en la noche.- escuchaste un suspiro.

-¿Dónde? Espera y apunto la dirección.

-¿Piensas ir sola?

-Claro, debo ayudar a Kanata y...

-Estás en completo pánico, ¿que harías si te ocurre algo a ti? Iré a recogerte e iremos juntos, espérame ahí. Solo cálmate.

-Bien.- ahora que sabías que Law iba a ayudarte estabas un poco más tranquila.- No demores por favor.

Una sonrisa [Law X Lectora]Where stories live. Discover now