Dimensions - H.S

Capítulo 3 "Hospital"

Pestañee un par de veces, mire en todas direcciones, mire las paredes blancas, las luces led en el techo, eran molestas y hasta podía percibir como una titilaba.

Me encontré en la inmensidad de un hospital, mire a mi alrededor, ahora fijándome en las personas que me rodeaban, enfermeras corriendo de un lado a otro agitadas y llevando implementos en las manos o con alguna carpeta con archivos médicos, también había gente sentada en una sala de espera con caras angustiadas y dolor. Algunos esperando su horario de atención y otros seguramente esperando a que un doctor les dijera como estaban sus familiares que estaban internados.

Una de las razones por las que no me agradan los hospitales es la desesperación, la angustia y el dolor que la gente siente en lugares como estos, dejan aquellas sensaciones impregnadas aquí.

Simplemente es un lugar que no me transmite buenas vibras, para nada.
La voz de una mujer me llamo, estaba frente a mi una enfermera detrás del mostrador, con su traje celeste claro y su cabello castaño recogido, tenía unos suaves ojos marrones almendrados y la mire con confusión y ella volvió a repetir.

-habitación 207- dijo amable y sonriente, la mire con desconcierto, no entendía porque me había dicho aquello.

-disculpe ¿podría decirme que día es?- pregunten tratado de encontrar cordura, no se que día es, que sucede y porque estoy aquí.

-hoy es martes 6 de Enero.- me dijo sonriente pero algo no me quedaba claro aún.

-pero ¿de que año?- y ella me miro confundida, titubeo un poco y respondió.

-del 2015.- frunció su entrecejo y después desvió su mirada. Ella dejo de mirarme y comenzó a hablar con un hombre a mi lado, pidiendo orientación.

-busco la habitación de Bethany Ford- dijo con desesperación en su voz, la enfermera trato de calmarlo y comenzó a buscar en los archivos en el computador.

Me aleje de la recepción y camine por un pasillo viendo el número de las habitaciones.

Supongo que sí estoy aquí y me dijeron una habitación debo ir ahí. Caminaba por aquel pasillo blanco mirando puerta por puerta, mientras algunas personas pasaban juntó a mi.

205...206...207 la había encontrado.

Era una puerta blanca como todas las otras con aquel número afuera. Acerque mi mano a la perilla y comencé a girarla.

Abrí cuidadosamente la puerta y mis oídos se llenaron con el llanto apagado de una mujer y el sonido de una máquina haciendo "bip" cada segundo.

Al apartar la puerta pude ver algo que me destrozó el corazón.

Era Charlie.

Charlie era un pequeño niño del orfanato en donde crecí y era un pequeño que estaba pegado a mi la mayor parte del tiempo, soy como su hermana mayor.

El tuvo la suerte de ser adoptado cuando tenía 7 años, hoy tiene 15 y tiene cáncer.

El tema de que soy huérfana será para otro momento. Ahora debía pensar en Charlie.

Estaba tendido en esa cama, lleno de tubos y máquinas rodeándolo.
Sentí una presión tras de mis ojos, las ganas de llorar por verlo así eran muy fuertes pero no iba a llorar, debía ser fuerte porque él debía ver a su "hermana mayor" ser fuerte.

-viniste Pandora- dijo sonriendo desde su cama, era increíble ver a un pequeño que ha sufrido tanto sonreír tan alegremente sólo por verme.

-jamás te dejaría campeón- dije sonriéndole lo mejor que pude y sintiendo un nudo en la garganta pero creo que nadie lo noto.