BROKEN CROWN ━━ remus lupin ² ✓

𝟐𝟏 ― Once upon a full moon

— capítulo veintiuno —
HABÍA UNA VEZ UNA LUNA
LLENA

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AGARRANDO LA PLUMA firmemente, la chica se mordió el labio por frustración con las cejas fruncidas y los ojos deslumbrantes. No debería ser tan difícil, no era tan difícil, pero por alguna razón mientras buscaba en el libro de texto, sus notas y su trabajo... no pudo encontrar la respuesta. Joder, realmente odiaba Herbología y sus jodidas tonterías por lo que cura qué y lo que daña a otro. Sí, tal vez era importante, pero eso no significaba que quisiera aprenderlo. Así que se quedó atascada agarrando la pluma hasta que estuvo a punto de romperse y sus ojos marrones mirando el pergamino como si fuera un prisionero y ella un guardia y mirar fijamente haría que liberara sus respuestas.

No tuvo suerte con eso, forzando su cabeza hacia arriba mientras miraba al chico agitado frente a ella con una cicatriz a lo largo de la nariz mientras se rascaba el brazo y miraba alrededor hasta que sus ojos se encontraron con el reloj. Remelda frunció el ceño, queriendo preguntar qué le pasaba, pero sus ojos volvieron a sus propios deberes escolares. No había forma de que pudiera encontrar la respuesta ella misma, al menos no tan rápido como quería, así que miró a Remus de nuevo y decidió no preguntarle qué le pasaba. No es como si él esperara que ella fuera una buena persona de todos modos, ¿verdad?

—Oye, Remus —sus ojos se dirigieron hacia ella y se alejaron del reloj—. ¿Te importaría ayudarme con esto? Porque no puedo encontrar dónde diablos se encuentra qué planta cura 'heridas superficiales' o lo que ellos definen como heridas superficiales. Créeme, he buscado por todas partes en mis notas y el libro de texto pero no puedo por más que lo intento en...

—Cállate de una maldita vez, Remelda —le espetó Remus antes de que pudiera terminar su divagación.

Esto hizo que la chica se sentara más recta con los músculos más tensos mientras le levantaba una ceja ligeramente. Ella nunca lo había escuchado estallar bruscamente, no así. No cuando no fue provocado. Por supuesto, era la segunda vez que lo veía así. Ojos fríos mirándola mientras dejaba que ese tono se dirigiera hacia ella en la segunda mesa de la biblioteca. Aunque, a diferencia de la última vez, ella vio esos ojos fríos ablandarse en culpa mientras Remus registraba lo que había dicho.

—Mierda —maldijo—. Lo siento, no quise decir eso.

—Por supuesto que sí, ¿por qué más dirías eso? —Remelda no pudo evitar la frialdad de su tono.

—No, no, no... mierda, lo siento mucho, Remelda. Hablaré contigo mañana o algo así, yo sólo - no era mi intención que saliera así —Remus divagó, levantándose y tomando su libro, saliendo corriendo de la biblioteca.

Remelda, allí, se quedó con la boca abierta mientras trataba de pensar en una razón por la que él actuaría de esa manera. Sí, podía esperar hasta el día siguiente y dejar que él se explicara, pero no iba a hacer eso. Decidida, cerró los libros de golpe, ignorando las miradas asesinas de sus compañeros y la mirada de la bibliotecaria mientras salía del lugar con la cabeza en alto. Ella iba a obtener sus respuestas en ese momento.