-¿Segura que no queres un porro?- pregunté sacando uno. Ella rió y negó. -Me gustaba más la otra Luna- bromee.

-No seas así- me empujó levemente.

-Bueno, como quieras- levanté mis hombros y comencé a fumar.

Ella comía doritos mientras miraba la gran laguna. Yo observaba detenidamente su perfil.

-Deja de mirarme- tapó su rostro.

-Sos muy linda- susurre.

-Basta- pidió y me miro con una pequeña sonrisa.

-Luna, te quiero dar un beso- fumar un nevado no fue muy buena idea que digamos.

-Basta- repitió.

-¿Por que?- me acerqué mucho más.

Miré sus labios, ella los míos y cuando nuestras respiraciones chocaron... Volvió a correr su cara.

-Tomi, te digo en serio- habló firme.

-No te entiendo- respondí desconcertado. -En mi casa me tiraste un montón de palos y ahora no te pinta nada- Luna giro a verme.

-No arruinemos ésto- pidió tocando mi mano.

Cada vez entendía menos. Iba a hablar, pero me interrumpió.

-Es que yo estoy con alguien- me miró directo a los ojos. -No pienses que no te quiero cerca, porque eso jamás va a ser así, te necesito conmigo siempre...- seguía hablando pero realmente no pude escucharla, miles de cosas comenzaron a pesar por mi cabeza.

Simplemente asentia, como si estuviste totalmente deacuerdo con lo que decía. Cuando terminó me abrazó muy fuerte, pero no fui capaz de corresponder.

-Tomi, te quiero muchísimo- susurró con la voz entrecortada.

-Yo también te quiero Lu- me alejé y le dediqué una sonrisa sin mostrar mis dientes.

-¿Estamos bien?- preguntó acariciando mi mejilla.

-Estamos bien- respondí.

-Veni, vamos a los juegos- se paró y comenzó a caminar.

La seguí en silencio. Se acomodó en una hamaca e hizo señas para que la empuje.

-Pero más rápido- se quejó divertida. Yo estaba en un pequeño trance, no comprendía nada de lo que había pasado.

Agarré mi celular y rápidamente le escribí a Luciano.

<<Llamame, deci que me necesitás YA PENDEJO AHORA>>

No quería estar acá, me sentía raro. No paraba de darle vueltas a la situación.

-Tomi- habló. Se puso a mi lado y tocó mi brazo. -Quiero decirte que...- mi celular sonó, interrumpiendo lo que iba a decirme.

Llamada entrante Luchito.

-Enano- respondí.

-¿Podes venir?- preguntó dudoso.

-¿Es muy necesario?- intenté hacerme el boludo.

-No sé- habló.

-Si o no Luciano- aprete mis dientes rogando que no sea tan estúpido.

-Si, necesito que vengas ahora Tomás, por favor.

-La puta que te pario, ahora voy- dicho eso, corté.

Luna, quien escuchó todo, me miró triste.

-Perdón- pedí haciendo una mueca.

-No pasa nada, está bien- sonrió tiernamente. -Yo quería decirte algo- intentó volver al tema anterior y la interrumpi.

-No tenes que decir nada- hablé como si nada. Volví para juntar las cosas.

Cuando subimos al auto quedamos en total y absoluto silencio, pero esta vez era incómodo.

Tenia un gran nudo en mi garganta, aunque no entendía por qué. Al llegar a su casa volvió a mirarme.

-Gracias, después hablamos, te quiero- se despidió sonriente.

Cerró la puerta del auto y en ese momento pude sentir como dejé de respirar, como mi corazón se detuvo o tal vez se rompió, no lo sé, pero si de algo estoy seguro es que definitivamente ya no había nada ahí, sentí como el mundo se me caía encima en menos de un segundo y yo no podía hacer nada.































💫HOLIS💫

Nada para decir, es lo primero que se me vino a la mente:)

❤COMENTEN❤

•Antes•//C.R.OWhere stories live. Discover now