XIV: Formación Temporal

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- ¡No vacilen, vamos! -Han se puso nervioso y le gritó a Cheng Zhong y al monje.

Cheng Zhong se preparó mentalmente, tomó a Han y lo sujetó en frente de él, y el monje se aferró a los hombros de Cheng Zhong. Este último de repente concentró la energía en sus piernas y cargó fuera de cobertura.

- ¡Un asalto! ¡Cúbranlos! ¡Cúbranlos!

Aunque los demás espers no sabían lo que estos estaban haciendo, en ese momento, todos eran compañeros que podían morir por otros. Un esper de Línea Fuerza rápidamente tomó algunas rocas del suelo y comenzó a lanzarlas a los enemigos posicionados a la izquierda. Otro esper de Línea Agua liberó un dragón de agua para cubrir a Han y su grupo.

¡Crash! ¡Boom!

Los atacantes a distancia enemigos vieron a Han y los demás cargar hacia ellos. Rápidamente cambiaron sus objetivos y trataron de derribar del aire al equipo de Han utilizado bolas de fuego y lanzas de hielo.

Cheng Zhong dudó un poco, y a regañadientes comenzó a usar a Han como escudo, de esa forma se defenderían de los ataques a distancia.

Las bolas de fuego golpeaban el cuerpo de Han una por una y desaparecían en el vacío al momento que golpeaban. Las lanzas de hielo fueron apuntadas al pecho de Han pero de inmediato se rompieron.

Aunque Han es inmune a los poderes, él podía seguir sintiendo el dolor. Soportó el dolor desgarrador solo para crear una oportunidad para que sus amigos lucharan.

- ¡Imposible! ¡Mis poderes dejan de funcionar! -el esper de Línea Fuego que estaba cerca del proyectil de tres hombres no podía creer lo que sus ojos veían, ¿había personas en este mundo que no le temiesen al fuego?

En el momento en que dudó, Cheng Zhong ya había llegado. Han levantó su pierna y pateó al invasor justo en las pelotas. El monje que estaba oculto detrás de Cheng Zhong saltó de repente y forzó al invasor contra el suelo. Él no tenía un arma, por lo que tomó una roca y se la clavó con todas sus fuerzas.

- ¡Quiero tu vida! -gritó el moje como si se hubiese vuelto loco, y comenzó a golpear salvajemente la cabeza del invasor.

Al siguiente segundo.

El extremadamente rápido Cheng Zhong y el intrépido Han ya habían llegado al Línea Hielo cuya mandíbula había golpeado el piso tras ver lo que estaba sucediéndole al invasor Línea Fuego. El cuerpo tipo montaña de carne de Cheng Zhong se abalanzó directamente hacia el chico. Han tomó una vara de metal de un trozo de concreto aplastado, reunió todas su fuerzas y clavó dicho objeto en el ojo del invasor.

Funcionó. La estrategia de Han funcionó, y ellos comenzaron a deshacerse de todos los invasores que estaban disparándoles a los espers de la Tierra. Entre 3 o 4 segundos, ellos habían acabado con los invasores del lado izquierdo, creando una abertura en el grupo de invasores que huía.

- ¡Ataque invasor!

- ¡Civiles están bajo ataque! ¡Apresúrense a llegar a la escena!

Shanghái era una de las ciudades más grande de Asia, después de todo, con una población que superaba los diez millones de personas, y al menos 3000 o 4000 de ellos eran espers. Tras recibir las noticias, espers de todas direcciones comenzaron a dirigirse hacia el campo de batalla, y la cantidad de la esper de la Tierra que estaban en batalla superaron los 70 en un abrir y cerrar de ojos. Aun había más de camino, corriendo hacia la escena como locos.

En el grupo de espers que había llegado, los más impresionantes era, claro está, el grupo de Han. El campo de batalla era el mejor campo para entrenar, y ese trio era realmente inteligente. Sus poderes tambien tenían sinergia, y en realidad formaron un gran entendimiento tácito luego de cooperar por un breve periodo de tiempo.

Han, quien tenía el poder del Absorción Oscura, era la armadura del tanque. Capaz de cancelar todos los ataques de larga distancia. El Línea Velocidad Cheng Zhong era el motor del tanque, capaz de correr rápidamente entre los enemigos. ¿Qué sucede después que el tanque llega? ¡Dejan salir a los perros! El Línea Fuerza, Monje era el artista marcial perfecto con un espíritu feroz, tal como los colmillos afilados de un perro loco. Él mordía todo lo que pudiese alcanzar. Una mordida era suficientemente mortal para acabar lo que sea que estuviese bastante cerca.

- ¡Esos hombres están locos! -el comandante de los invasores no podía creer que los debiluchos de la Tierra fuesen realmente locos, pero tenaces. Gritó fuertemente, queriendo huir junto a sus subordinados.

Los invasores ni siquiera tuvieron tiempo de recuperar los cuerpos de sus camaradas y comenzaron a correr hacia la fragata a toda velocidad.

- ¡Córtenlos!

- ¡Los refuerzos casi llegan!

Los espers de la Tierra comenzaron a correr en grandes oleadas, y la situación ahora se encontraba a su favor. Claro, ellos no querían dejar que estos bastardos dejaran el planeta. Pero los invasores seguían siendo astutos al usar sus tácticas, cubriéndose entre sí mientras retrocedían. Los espers de la Tierra se vieron forzados a retroceder, incapaces de prevenir que los invasores regresaran a su nave.

¡Hong!

El motor de la fragata galáctica disparó llamas azules, ascendiendo rápidamente al cielo.

Los espers de la Tierra estaban nerviosos, ¿con tan grande sacrificio ellos solo podían observar como esos asesinos escapaban al espacio exterior?

Esto era completamente inaceptable.

De repente, en la cima de un rascacielos, un tipo cargando una estatua de toro de bronce saltó.

Para ser capaz de cargar una estatua de bronce que pesaba unas cuantas toneladas, él debía de ser un esper de Línea Fuerza, pero estos tipos no eran de Línea Vuelo. Saltar desde esa altura lo mataría.

Pero a este esper valiente ya no le importaba vivir y morir, simplemente saltó con el toro en sus manos, gritando tanto como le fuese posible:

- ¡No importa qué tan débil sea la Tierra! ¡Sigue siendo mi hogar! ¡Los joderé aunque me cueste la vida!

El Línea Fuerza cayó directamente del cielo, y lanzó el toro que pesaba varias toneladas.

¡Crash!

El toro golpeó directamente el motor derecho de la fragata, y fuego salió de allí.

La fragata estaba a un punto de despegar, pero lo único que logró fue colapsar en el suelo.

Pero el esper de Línea Fuerza ya había usado toda su energía fuente, su cuerpo cayó en la cubierta de la fragata como un cometa con sus cuerdas rotas. El sonido de los huesos quebrándose resonó por todo el campo de batalla.

Él murió instantáneamente.

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