One shots +18 G.T.A rolplay. Spain-Infames.

пенис

VOLWAY II

El de mayor rango se encontraba atónico aún sin levantarse del suelo, abrió y cerró varias veces la boca intentando encontrar las palabras justas para responder aquella petición tan sorpresiva. Miró una y otra vez los ojos de Volkov, intentaba encontrar la verdad detrás de aquellas palabras tan obscenas, dudó por varios segundos si había escuchado correctamente, al no obtener respuesta por parte del menor, dedujo que sí, aquello era cierto y estaba pasando. 

"Usted quería la verdad, Conway" Susurró el ruso con un toque de picardía en cada una de sus palabras, ver la expresión de su superior al haber escuchado aquellas palabras era completamente un espectáculo, jamás se olvidaría del ligero color carmesí en las mejillas de Conway. "No me diga que no se lo esperaba" Mantenía la voz con la misma picardía y malicia sin dejarse sobrepasar por las actitudes tan imponentes de su jefe. 

Volkov se levantó del sillón con disimulo sin apartar su mirada de aquel rostro tan sorprendido, se colocó de cuclillas frente a su superior, quedando frente a frente, recorría con aquellos claros ojos cada rasgo del rostro de Conway. "Es ahora o nunca" Su mente le susurraba cosas al oído intentando que sus impulsos lo rebalsaran por una vez en la vida. El ruso se dejo llevar sin rechistar colocando ambas manos en los hombros de Conway, lo atrajo más hacia él y finalmente atacó sus labios con desespero. 

Varios segundos fueron necesarios para que la mente de Conway se hiciera a la idea de que estaba siendo besado por una persona de su mismo sexo, intentó apartarse por un segundo, sus sentidos gritaban desesperadamente que esto no estaba bien por muchas razones. Los labios del ruso se movían delicadamente casi acariciado los lastimados y descuidados labios de Conway, mantenía su mirada fija en los ojos cerrados de Volkov, no podía darse el lujo de cerrar sus ojos también. 

Volkov tomó el mentón de Conway intentando traerlo a la realidad. Se sentó en el sillón una vez más sin separarse de los labios de su superior, Conway comenzó a mover lentamente y con algo de disgusto sus labios, quería hacerse el desentendido, intentaba convencer a su propio cuerpo de que aquello no le gustaba, necesitaba imaginar que no quería ser follado por un hombre. 

El ruso con su espalda pegada al respaldar, tomó la mano de Conway estirándolo hasta el sillón, quería que se sentara en su regazo, necesitaba sentir el culo del Superintendente dando cortos saltitos una y otra vez sobre su miembro erecto. 

"Venga, Conway ¡No sea tímido! Estamos en confianza" Susurró contra los labios de aquel hombre tan autoritario. Con algo de dudas, el mayor accedió a sentarse lentamente sobre el regazo del ruso. 

"Cierra la puta boca, pervertido de los cojones" Aquellos insultos fueron callados por la audaz boca de Volkov quien mordía con diversión los labios de Conway. 

"No me insulte ahora, hombre... Ya habrá tiempo para gritar mi nombre". 

Por una vez en la vida, Conway accedió a dejarse llevar por sus impulsos, sabía con certeza que tener relaciones sexuales con un empleado estaba mal, sabía también que no era común en él tener sexo con un hombre... ¿Común? No lo había hecho nunca. 

Apoyó sus caderas sobre el regazo del ruso con lentitud, tenía que tantear el terreno, no podía permitir que su cuerpo se  sumerja hasta el cuello en aquel mundo tan desconocido. Elevó sus manos hasta el delicado rostro del ruso, sus mejillas estaban algo coloradas y el sudor recorría su piel. Una vez más permitió que sus labios sean besados, era un beso húmedo y parecía más que deseado, intentó recordar la última vez que alguien lo había besado así.