Draco y tú

Draco Y Tú #22

-¿Alguna vez has montado en escoba?- me preguntó Oliver

-Una vez, en primer curso. Pero no me gustó para nada- reí

-¿Por qué? ¿Te dan miedo las alturas? -asentí- ya verás que no es para tanto

-¿Que pretendes Wood?

-Vas a montar en escoba

-Ah nono, ni lo sueñes -sacó su escoba- ni de broma me subo ahí

-Confía en mi. Se que te va a gustar

-Bueno vale- se subió a la escoba y yo me subí detrás de él

-Agárrate fuerte- dijo. Yo hice caso. Me agarré fuerte a su cintura y apoyé mi cabeza en su espalda

Empezamos a volar y de verdad que no se sentía tan mal como yo recordaba. Abrí los ojos y había unas vistas preciosas de Hogwarts

-Wow. Esto ha sido precioso- afirmé cuando ya bajamos de la escoba

-Como tú- me dijo

En ese momento pude notar cómo me ponía nerviosa y tensa. Creo que el color rojo inundó mi rostro

-Vaya, mmm... gracias...

-Shh- me chistó- solo estoy diciendo la verdad- se acercó más a mi, y me agarró de la cintura haciendo que nuestros cuerpos se pegaran

Lo miré primero a los ojos. Wow... Son realmente hermosos, aunque no tanto como los de Draco. Espera, ¿qué mierda acabo de decir?

Después miré a sus labios rosados. Siendo sincera, son irresistibles. Dan unas ganas tremendas de besarlos

Volví a mirar a sus ojos color café, y me di cuenta de que el capitán de Quidditch me estaba mirando a los labios mientras que él se mordía los suyos de una forma muy provocativa

-Eres extremadamente bella- y con esa frase nos hundimos en un beso lleno de delicadeza y ternura

Voy a ser muy honesta. No besa nada mal, aunque comparándolo con Draco, no son tan adictivos. Los besos de Draco siempre han sido y serán como una droga para mi, como el fruto prohibido

-Tu también eres extremadamente precioso- dije recuperando el aire. Y esta vez lo besé yo. No sé por qué, pero lo hice

(...)

Después de una tarde llena de besos y caricias, volví al Gran Comedor para cenar

-Ha sido una bonita tarde- y se despidió de mi, delante de mis amigos, en la mesa de Gryffindor, dándome un beso en la comisura de mis labios

-Nos tienes que contar bastantes cosas- dijo Fred despeinándome

-Oh, ya lo creo- continuó George

-No hay nada que contar- respondí

-T/N, no nos engañes. Estás más roja que un tomate- insistió Hermione

De tanto insistir, conté a mis amigos todas las cosas que hice con Oliver, desde montar con él en escoba, hasta montar yo sola

-Y dice que no se me da nada mal manejar la escoba. Me ha pedido que sea la nueva cazadora de Gryffindor- añadí

-¡Eso es genial! -dijeron eufóricos Harry y Ron

-¿Y qué vas a hacer? -preguntó Ginny

-No lo sé. Todavía tengo un poco de miedo a las alturas- me limité a responder

-Bueno, pues si necesitas algo nos puedes avisar a nosotros. Te enseñamos encantados- dijo uno de los gemelos señalando a sus hermanos y a Harry

-Pero si vas a apuntarte, ten cuidado y no te lastimes- se preocupo Hermione

Después de la cena me disponía a ir a mi habitación, pero preferí ir a la Torre de Astronomía para pensar y reflexionar por todo lo que pasó por la tarde

Estaba sumergida en mis pensamientos hasta que alguien entró. Me di la vuelta y como me imaginaba, era el rubio que hacía que mi sistema nervioso se revolucionara