CAPITULO 3

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No estaba enojado. ¡Estaba Encabronado!

Necesitaba sacar su ira, y sin pensarlo dos veces busco un rio en lo alto de una montaña. No pasaron muchos minutos para cuando los pajaros volaron espantados, usar sus tecnicas era peligroso por lo cual solo practico con su espada y el agua. Pero a un con la espada, el agua se levantaba sobre los arboles debido a la fuerza del impacto.

Pasaron horas hasta que su cuervo aparecio informandole de una mision.

Caminado rapidamente y con los puños cerrados se dirigio al lugar de la mision.

"¡¿Por que no dijo nada?! ¡E sufrido en estos dias por su culpa!" penso Rengoku.

Pero en medio de su colera, se sintio confundido y triste. A un sabiendo quien usaba ese kimono rojo, queria volver a estar serca de el. Queria admirarlo mas de cerca, volver a cargarlo en sus brazos, volver a besarlo. Y eso le cofundia, no se habia enganchado de la apariencia femenina si no de su frio ser.

—Por eso estaba incomodo —dijo para si mientras caminaba. —¡Pero yo nunca hize nada indevido!

El baile de la ultima noche. Su rostro se encendio en un color rojo vivo y camino mas rapido, ahora estaba enojado con el por recordar cada detalle de sus piernas. Y luego las palabras de su hermano le golpearon la cabeza. Mientras su cuervo le picoteaba la cabeza constantemente por que ya se habia pasado el pueblo y se estaba alejando. No fue hasta que cruzo una montaña entera que sintio a su cuervo picarle la cabeza.

Paso un mes observando a Tomioka, sin que lo notara. Cada gesto, cada movimiento, lo estaba acosando profesionalmente. Lo suyo ya lo habia aceptado pero a un asi queria una disculpa por los dias que sufrio pensando en el.

A si que decidio confrontarlo una tarde que tenian entrenamiento juntos.

A quella tarde llovia a mares, pero no impidio que entrenaran juntos. Mientras chocaban espadas, Rengoku buscaba el momento para hablar con el. Y ese fue cuando ambas espadas se rompieron.

—Terminamos —dijo Tomioka cuando no vio caso seguir entrenando, a demas Rengoku tenia una extraña expresion que lo ponia nervioso.

El pilar del agua dio un pequeño respingon cuando sintio unas manos hacer presion sobre sus hombros. Rengoku estaba demasiado serca de el.

—¡Pideme disculpa! —exigio Rengoku, pero Tomioka no supo por que. —¡Por no decirme que tu eras ella!

Tomioka no se movio pero tampoco le dirigio la mirada.

—¡Me hiciste sufrir! —siguio Rengoku. —¡Quiero que te disculpes por no decirmelo! ¡Disculpate por alejarte de mi! ¡Disculpate por cautivarme con tu frio ser!

Quizas dijo demasiado pero asi era el pilar del fuego, intenso. Tomioka se escapo de sus manos y lo persiguio por el bosque, grito sus nombre exigiendo que parara pero no logro y le salto encima causando que ambos cayeran a la tierra y se mancharan al instante de lodo. Dieron varias vueltas en el lodo, uno intentaba escapar y el otro intenaba retenerlo pero sin darse cuenta habian caido en el area de entrenamiento de otros pilares.

Sucios de lodo hasta el cabello y cara, ambos se pusieron de pie, pareciendo a punto de pelear cuerpo a cuerpo.

—¡Pideme disculpas! —seguia exigiendo Rengoku,  y Tomioka parecia desesperado por escapar de esa situacion.

—¿Que train esos dos? —dijo Sanemi que estaba a lado de Uzui. Tomioka y Rengoku estaban tan distraidos con ellos que ignoraban la presencia de los otro.

—¡Pideme disculpas por que ya no me dejaste tomar tus manos entre las mias! ¡Pideme disculpa por no dirigirme la mirada con tus frios ojos! ¡Pideme disculpas por seducirme con tu cuer...

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