-¿Qué yo dije qué?

-¡Si Jack! ¡Lo dijiste!- digo levantándome y dando una patada al suelo, cuando me mandaron la foto de la puta y tu besándoos, te dije que te dejaba, y tu dijiste que era mejor que lo dejásemos, que así cuando te fueras no me dolería y...- intento escurrir mi cerebro y recordar todo, que aunque fue hace tres años me acuerdo de la mayoría como si fuese ayer, de repente la realidad me cayó como un balde de agua fría- ¡ellos lo sabían! Claro, ¡ahora entiendo todo!

Miro a Jack furiosa, el me mira confundido.

-No estoy entendiendo nada, es más cualquiera que te escuche no sabrá de qué hablas.

-A ver, joder que puta memoria tienes, después de todo eso yo regresé a casa, y le pregunté a los chicos que porque me dijiste lo de “ mejor que lo dejemos, así cuando me vaya no te dolerá tanto” ellos actuaron de forma rara, cuando yo te insultaba por dejarme y me ponía histérica ellos siempre decían cosas como que “ se habrá ido por algo malo, no le culpes de todo” ¡Ellos lo sabían y no me lo dijeron!

Jack se levantó de golpe para estar a mi altura (bueno, mas altura que yo, maldito gigante) y comenzó a darme explicaciones.

-Sí, lo sabían, te juro no era mi intención hacerte daño, por eso preferí no decirtelo, para no hacerte más daño.

Yo giré la cabeza para no escucharle, él cogió mis muñecas sin poner mucha fuerza en su agarre, pero el mínimo contacto con la muñeca que Mason había maltratado hizo a mi garganta gemir de dolor.

Mordí mi labio y retiré la mirada, sentí la manga de mi camiseta subir, miré la expresión de Jack, sus ojos estaban negros, sus músculos tensos y su semblante serio.

Comenzó a correr hacia la moto.

-Jack, no por favor, no merece la pena.

Cuando llegamos a la moto, no se como acabé subida en ella en contra de mi voluntad y también acabé en la puerta de la casa de Mason.

-¡Jack joder, para!- estábamos en la puerta de la casa de Mason, bueno él lo estaba, yo corría hacia él, antes de que Mason le abriese la puerta.

Tarde. Mason apareció por el marco de la puerta, tan solo en pantalones mal abrochados y descalzo.

-¿Qué coño haces tu aquí?

-Vengo a hablar- dice muy tranquilo.

Miro a Jack con incredulidad, la cara de Mason es de inseguridad total, al parecer aún no me ha visto.

-Vale pasa.

Jack toma mi mano y yo me asomo por el marco de la puerta.

Cuando Mason posa sus ojos da un paso hacia mí, me escondo un poco trás de Jack y este pone una mano entre nosotros.

-He dicho a hablar, aléjate de ella si no quieres que te parta la cara en tu propia casa.

Mason rueda los ojos y entra en el salón, se sienta cómodo en un sofá y Jack en un sillón frente a él.

-Ahora lo entiendo todo- dice Mason con una sonrisa, una de esas que son sarcásticas y falsas- por eso me has dejado esta mañana, por el gilipollas este.

-¿Lo has dejado esta mañana?

-Si- dice Mason sin darme tiempo a contestar, aunque tampoco tenía valor para hacerlo.

-Normal, solo sabes hacerle daño.

-¡Tu que sabes imbécil! ¡Yo nunca le haría daño!

-¿A no?- tu mano en su muñeca no dice lo mismo.

ReturnWhere stories live. Discover now