Valentín comía la pizzeta a mí lado riendo por la conversación absurda que tenían los niños a nuestro alrededor. Yo observaba su perfil detalladamente, sin darme cuenta; el arito plateado en su ceja, pequeños lunares en su mejilla, la forma curvada de su nariz, el azul de sus ojos más claro y brillante bajo la luz del sol. Antes me caía tan mal, que no podía pensar nunca en que era un pibe lindo, pero en ese momento conociéndolo mejor, me parecía hermoso. Lo acepte o no, era así.
— Que calor que hace, ¿no?. — Preguntó hacia mí, metiendo el último pedazo de pizzeta en su boca.
— L-La verdad que si. — Respondí nerviosa, desviando mi vista hacia otro lado.
— ¿Estás bien? — Frunció el ceño al tragar la comida, notando mi actitud.
— Sisi... Estoy bien. — Asentí con la cabeza y le di una sonrisa de costado. Al cabo de algunos segundos, volví a hablar para sacar tema y que no se forme un ambiente incómodo entre los dos. — ¿Ya pudiste terminar tu parte de nuestro trabajo?
Valentín quedó pensativo algunos segundos. — ¿El de Historia?
— Que yo sepa, no tenemos otro trabajo juntos. — Reí e hizo lo mismo.
— Todavía no, pero tranquila que mañana ya lo termino. — Guiñó su ojo hacia mí, luego de intentarlo como tres veces. Yo reía por lo bajo, pero no le decía nada, ya que me daba ternura notar como no se rendía nunca al tratar de hacerlo.
— No te olvides, boludo, que falta muy poco para entregarlo. — Le advertí, apuntándolo con mi dedo índice.
El castaño negó con su cabeza, dejando en claro que no iba a olvidarse. Y yo, confié en él.
— Tranqui, no vo-
De repente, una bombucha de agua golpeó contra el pecho de Valentín, mojandole completamente la camisa y haciendo que el chico se parara y abriera la boca con impresión. Yo hice lo mismo y apreté mis labios mientras contuve una carcajada. Todos los niños a nuestro alrededor junto con mí hermano, estaban jugando con bombuchas (las cuales seguramente habían robado del cajón de la cocina) y tirándoselas entre ellos como si fuera una guerra. Uno de ellos, no tuvo buena puntería...
Valentín me miró con ojos saltones, aún impresionado, y yo comencé a reírme como una loca frente a él. Ya no pude aguantarlo.
— Ah bueno. — Me dijo indignado con las cejas elevadas. — ¿Te estás riendo de mí?
Algunos niños también reían, pero él solo me miraba a mi. Yo negaba rápidamente con la cabeza y me tapaba la cara, aunque mi risa se escuchaba inevitablemente.
En ese instante, sentí como agua fría comenzó a recorrer mi cuello lentamente viniendo desde la cabeza. Levanté mi rostro y vi a Oliva alejándose entre risas y miedo por mi reacción. Toqué mi cabello y pude sentir como una bombucha explotada permanecía allí.
— ¡Me la vas a pagar, Valentin Oliva! — Grité y comencé a correr tras él, agarrando bombuchas de los baldes, con todos los nenes riéndose a nuestro alrededor.
La guerra había comenzado nuevamente; comenzamos a tirar bombuchas a lo loco, corriendo y carcajeando como si volviesemos a ser unos niños. A veces me complotaba con Valentin, otras veces nos tirábamos entre nosotros mientras él hacía equipo con los chicos, pero en todo momento nos divertíamos muchísimo.
Mi mamá y mi abuela sonreían al vernos. Al principio, les enojaba un poco el hecho de que todos estuviéramos mojandonos con bombuchas de agua sin su autorización, pero al notar como se divertían todos, no quisieron arruinarlo, y nos terminaron dejando.
ESTÁS LEYENDO
• c u p i d o ; wos •
Fanfiction"¿Que tan difícil podía ser convertirme en la cupido de mi mejor amiga?" By wossxoliva Créditos a @terrazadelvacio por la hermosa portada
• - D O C E - •
Comenzar desde el principio
