Sin dudarlo, volví a abrazarlo, pero duró pocos segundos ya que oí los gritos de mi mamá acercarse a nosotros.
— ¿Quien vino, Evelyn? — Me separé al instante del chico y giré hacia la puerta, en donde mi mamá nos miraba algo sorprendida. — ¡Valentín!
— Buenas tardes, Karina. — Le sonrió amable el castaño, y ella se la devolvió. — Perdón por colarme a la fiesta.
— ¡No pidas perdón, sos bienvenido! — Rió y posó sus ojos en mi antes de adentrarse nuevamente al patio. — Ya están las pizzetas, Eve, traeme lo que te pedí.
Yo asentí y ella desapareció de nuestra vista. Entramos a la casa y Valentín giró la cabeza para mirarme, aún sonriente. Yo mordí mi labio inferior algo avergonzada por no saber bien qué hacer con él ahí, luego de lo que acababa de ocurrir.
— Por colarte, vas a tener que ayudarme. — Reí un poco con timidez.
— Por supuesto. — Respondió con una actitud segura. — ¿En donde dejo el regalo?
Elevé una de mis cejas y me crucé de brazos ante él, intrigada ante aquella bolsa fluor que traía en sus manos. — ¿Le compraste algo a Dante?
— No solo a Dante... — Tragó grueso, poniéndose algo nervioso. — Además, es un cumpleaños. Encima que me colo, ¿No voy a traer un regalo?
Reí entre dientes. — Bueno, tenés razón. Dejalo en el sillón y vamos a buscar las bebidas. — Le indiqué con el dedo y comencé a caminar hacia la cocina, oyendo sus pisadas detrás mío.
Mi humor había cambiado totalmente tras la llegada del ojiazul. Sabía que ya no iba a sentirme tan mal al pasar el día, simplemente no podía con Valentín ahí, y eso me causaba alegría.
Agarramos algunas botellas cada uno, sacadas de la heladera, y comenzamos a caminar hasta el patio, en donde casi todos los chicos estaban sentados en la mesa, rodeados de papas fritas, chizitos y pizzetas.
— ¡Pollera! — Gritó Dante al verlo desde lejos y corrió hacia él para abrazarlo.
— ¡Hey! — Rió Oliva con cariño, y dejó las botellas en la mesa para corresponderle. — Feliz cumpleaños, don consejos.
— ¡Gracias! — Se separó y le sonrió con entusiasmo. — ¿Me trajiste un regalo?
Lo miré mal, sabiendo que estaba siendo desubicado, pero Valentín rió y asintió con su cabeza hacia él.
— Lo dejé adentro. — Revolvió el pelo del chico haciéndolo reír. — Después miralo.
— Lo voy a hacer, me-
— ¡Dante! — Se oyó gritar a un nene desde la otra punta de la mesa.
— Uh, me tengo que ir. — Dijo mirando cómo sus amigos lo llamaban entre señas. — Nos vemos, Valen.
— Chau, Dante. — Lo saludó y se acercó a mí mientras yo observaba la situación. — ¿Comemos?
— ¿Tenés hambre? — Reí ante su pregunta y sonrió divertido.
— Depende, ¿Qué hay para comer? — Noté como se acercaba a mí y abrí los ojos como platos.
— Pizzetas. — Contesté rápidamente y me dí media vuelta para caminar con pasos largos hasta algún asiento libre de la mesa. Escuché como el chico me seguía, y me sentí bastante avergonzada, pero me parecía mejor evitar ese tipo de situaciones, y así poder "controlar" mis sentimientos hacia él.
Nos sentamos uno al lado del otro en una punta de la mesa, y comenzamos a comer. Si había algo que adoraba de las fiestas, era la comida. Siempre aprovechaba para terminar primera los sanguchitos y tomar mucha gaseosa hasta inflar mi panza. Lo malo de eso eran las consecuencias que vendrían luego, pero no me preocupaba tanto mientras saboreaba de una forma placentera las papas fritas y los chizitos.
ESTÁS LEYENDO
• c u p i d o ; wos •
Fanfiction"¿Que tan difícil podía ser convertirme en la cupido de mi mejor amiga?" By wossxoliva Créditos a @terrazadelvacio por la hermosa portada
• - D O C E - •
Comenzar desde el principio
