• - O N C E - •

Start from the beginning
                                        

— Porque él-

— ¿Qué hacen ustedes acá? — Nos preguntó Tobiaz al llegar junto con otros dos chicos detrás. — ¿No entran en la pieza?

«Que forma de interrumpirnos hoy» pensé, algo fastidiada.

— Si, los estábamos esperando. — Contestó Juliana, fingiendo una sonrisa, y entró a la habitación, no sin antes mirarme algo triste por la situación.

— ¡Por fin, loco! — Rió Tadeo. — Gracias por la ayuda, chicos.

La mayoría sonrió en forma de un "de nada, vago de mierda" y se sentó para descansar. Otra vez, nos encontrábamos en una ronda deforme, pero cómodos en nuestros lugares.

— Queda un rato antes de que vengan a buscar a las chicas. — Comentó wawa, refiriéndose a Juliana y a mi. — ¿Quieren que juguemos a algo?

Hubo un silencio durante algunos segundos, como si pensaran algún juego para hacer.

— Juli, ¿Verdad o reto? — Preguntó el Depa y todos la miramos, afirmando que jugaríamos a eso.

La pelinegra de cabello corto se quedó algo sorprendida por la pregunta imprevista, y pensó un poco antes de contestarle. — Verdad.

— Si tuvieras que elegir entre besar a un cactus, o a mí, ¿A quién elegis?

Quedé algo impresionada ante su pregunta. ¿Le tiró onda, o solo estaba jodiendo?. La cara de mí mejor amiga demostraba tener esa misma pregunta, pero sonrió al instante, y sin fingirla esa vez.

— Al cactus, obviamente. — Rieron los dos, causando sonrisas en algunos chicos de la ronda.

«¿Hay onda ahí?»

— Martín, ¿Verdad o reto? — Preguntó la chica y él contestó rápidamente.

— Reto.

— Besale el pie a Tobo. — Le dijo y sonrió maliciosamente al ver la cara asqueada del muchacho.

Comencé a alegrarme un poco al notar como Juli mejoraba su ánimo con el juego. Era divertido, y se notaba como podía despejarse un poco de su tristeza vista algunos minutos atrás.

Martín se acercó a Tobiaz, sin borrar su cara de asco. El chico lo esperaba con una sonrisa coqueta, acariciando los bordes de su pié. Todos nos estábamos cagando de risa.

Los ojos del muchacho se cerraron, y con lentitud acercaba su boca de pato hacia el pié de su amigo. El depa lo miraba fijamente, corroborando que no haga trampa.

— Dale boludo, mil años en besar una pata. — Se quejó Tobo, fastidiado irónicamente. — Ni que tuviera tanto olor.

— Hacelo vos la conch-

El depa lo empujó desde la nuca para que su cabeza chocara con el pié, logrando que no solo su boca se apoyará en él, sino todo su rostro.

Nos reíamos a carcajadas mientras Martín escupía en un pequeño tachito de basura con mucho asco.

— Tu olor va a quedarme impregnado por días, hijo de yuta. — Decía entre sollozos fingidos. — Bañate amigo, ponete talco.

— ¿Quien se baña hoy en día? — Rodó los ojos con diversión.

Al acomodarnos otra vez, el juego siguió. Manteníamos sonrisas en nuestras caras, menos Martín, ya que nos estábamos divirtiendo.

— Valentín, ¿Verdad o reto?

Tragué grueso y miré al chico quien se encontraba algunos pasos frente a mi, sentado cómodamente sobre el pequeño sillón.

— Verdad. — Sonrió levemente. Después de la situación anterior, era obvia su respuesta.

— ¿Es verdad que...? — Tobiaz posó la vista en un punto fijo, pensando, y luego la devolvió al castaño. — ¿Tenés alguna chica en la cabeza la cuál quieras besar en la joda?

Valentín mordió su labio inferior, como si se hubiera puesto nervioso, y echó un suspiro al poner su mirada sobre mí por algunos microsegundos. — Si, tengo.

Tobiaz asintió, indicando que prosiga. Yo miré a Juliana, quien tenía una expresión entristecida otra vez, y tuve ganas de desaparecer de ese lugar. Para animarla, le guiñe el ojo, demostrándole la esperanza de que Valentín podría estar hablando de ella, pero Juliana solamente miró hacia otro lado con desilusión.

— Evelyn. — Oí decir, y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Miré a Valentín, quien tenía su mirada fija en mí al igual que la ronda, pero no les estaba dando atención alguna a ellos. — ¿Verdad o reto?

No podía sacar mí mirada de la suya, y noté que a él le pasaba lo mismo. Era increíble la forma en la que sus ojos azules podían hipnotizarme completamente.

— Verdad. — Contesté como pude, con una sensación incómoda en mi estómago.

Oliva relamió sus labios antes de habla, y la comisura de sus labios subió levemente, como si estuviera reteniendo una sonrisa. — ¿Es verdad que... Le darías a algún chico de esta ronda?

Mí boca quedó entreabierta y mi mirada no se desviaba de la suya. Quedé desconcertada, sin saber que contestarle. Pero, sin pensarlo tanto, decidí manejarme por mis impulsos.

— Si, lo haría.

Había muchos chicos en la ronda... ¿o no?

--------------------
Buenas♥️

Lo único que puedo decir es que estoy muy ansiosa por el capítulo siguiente.

Lxs amo, gracias por sus lindos comentarios, siempre leo todo y se los agradezco mucho✨










































• c u p i d o ; wos •Where stories live. Discover now