Aun no te vallas

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Estábamos en el parque, viendo como el sol se ocultaba a lo lejos, ya era un poco tarde.

-creo que es hora de irnos Marlen..

-...aún no te vallas...por favor...quédate un rato más conmigo...

Con esa mirada que tenía de ella me fue imposible irme. Me quedé bastante rato con ella, la luna ya estaba en el cielo, los grillos cantaban y las estrellas brillaban en el cielo.

-¿Sabías que antes el cielo estaba sobre la tierra? Tan abajo que la gente tenía que caminar agachada para que sus cabezas no se golpearan con las nubes.

-¿Enserio?

-hace miles de años el cielo estaba caído, la gente caminaba encorbada para no golpear sus cabezas, cierto día una mujer muy pobre encontró entre unos arbustos un bebé al que crió como si fuera suyo, con el paso del tiempo el niño crecía más y aumentaba su altura, su madre le enseñó a pescar y pronto se convirtió en un hombre grande y fuerte.
Debido a su altura tenía que agacharse aún más que todas las otras personas, cansado de esto se despidió de su madre, tomó el cielo en sus hombros y se fue muy lejos. Ahora el cielo está muy alto, gracias a aquel hombre que se lo llevó lejos, desde entonces dicen que cuando las estrellas brillan con tanta intensidad como hoy es por que aquel hombre sonríe a la gente que esta abajo.

Al escuchar la historia fue inevitable sonreír al cielo.

¿De donde sacaba Marlen tantas historias y tan maravillosas?

No queria dejarla sola, la ayudé a subir a la bicicleta en los peldaños que había colocado en la parte de atrás para que otra persona pudiera subir sobre las llantas, marlen se sujetó de mis hombros y recargo su barbilla en mi hombro derecho. La miraba de reojo y ella veía el cielo con una sonrisa.

Su casa estaba a una cuadra de la mía, era la última casa de la cuadra, era una casa vieja con un jardín de pasto reseco al frente y una reja que estaba cerrada.

Miré a marlen y una lágrima recorría lijera su mejilla y su mirada era triste.

Apretó sus labios y una sonrisa melancólica apareció en su rostro.

-Gracias Adam por traerme a casa, por no dejarme sola y por haber sido la primera persona que se ha interesado por mi...

-Hey Marlen ¡eso hacen los amigos!

-¿Entonces así se siente tener un amigo?

-Marlen, ahora tu eres mi mejor amiga.

-Y tú el mío...el único...

-Te veo mañana Marlen, vendré por ti temprano para ir juntos a la escuela. ¡Adiós!

La vi entrar a su casa, por alguna extraña razon sus manos temblaban al igual que sus piernas al dar los pasos para llegar a la puerta, lentamente la abrió, me dio una última sonrisa y entró poco a poco y en silencio.

Yo no le tomé mucha importancia ya que de vez un cuando Marlen es un poco rara.

Llegué a casa y entré en mi habitación. Me quité mi ropa y me quedé en boxers.

Pensando en la historia del cielo me acosté en mi cama y me quedé profundamente dormido.

Al día siguiente me desperté de un buen ánimo, bajé y tomé un vaso de jugo de naranja, tomé mi mochila, saqué del garaje mi bicicleta y salí rumbo a casa de marlen.

Te presento a MarlenWhere stories live. Discover now