Día 4: radio.

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En cuanto el joven se detuvo frente a él, Leo hizo una reverencia.
—¿Me honra con la siguiente pieza? —La leve risa de Des le hizo levantar el rostro.
—¿Primero no me miras y ahora me invitas a bailar? —cuestionó él cruzándose de brazos.
—¿Lo notaste? Lo siento.
—¿Pasa algo? — Des puso una mano sobre su mejilla.

Leo le tomó de la mano, tiró de él hasta una solitaria columna y apoyó delicadamente a Des contra la estructura.
—No quise hacerte sentir mal, es que yo... estoy nervioso.
—¿Por qué? —preguntó Des tomándole de la mano.
—Todo este evento con tu familia, es tu mundo... Yo no quiero avergonzarte...
—Leo —le interrumpió Des —tú eres todo para mí y no me ...
Leo tomó el delicado rostro entre sus manos y acercó su labios a los de él despacio.

El incesante sonido de la radio le obligó a abrir los ojos.

Fictober AMOLAD 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora