2. La cita después de la apuesta

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Hola Gente ¿Cómo los trata este sábado? :D

Yo por aquí trayéndoles un nuevo capi de esta historia, lo siento se me demore, pero ando trabajando en varios proyectos y bueno jejejeje se me pasaron los días

Espero lo disfruten porque sinceramente yo lo ame :3 A leer

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Eran las siete en punto de la noche cuando URSS toco la puerta de la familia alemana, era una noche helada, estaban a principios de diciembre, por lo que el invierno había llegado con toda, por suerte para el mayor, la nieve había dejado de caer y su plan para esa noche seguía en pie.

Con algo de nervios toco el timbre y espero paciente, esa casa solía ser algo silenciosa (a diferencia de la suya donde sus hijos vivían gritando) y le sorprendió escuchar varias maldiciones y una risa cantaría que se acercaba a la puerta.

-Gute Nacht Señor URSS -Saludo alegre Alemania, dejando pasar al novio de su padre, el cual debía admitir con algo de pena que se veía muy bien esa noche de sábado, llevaba un elegante traje negro de dos piezas más una camisa blanca y corbata más una gabardina color beige para el frio de la noche y una suave sonrisa en los labios.

-Buenas noches Alemania -Dijo tranquilo el mayor, mientras entraba a la sala de los alemanes y analizaba a su tierno nuero, llevaba un jean claro y un abrigado suéter blanco con un gorro a juego, cosa que lo hacía ver adorable, según le dijo su hijo, esa noche saldrían a patinar sobre hielo con varios compañeros, por lo que ambas casas estarían solas gran parte de la noche.

-Mi padre baja enseguida, está terminando de arreglarse -Alemania hablo risueño, recordando las quejas de su padre mientras le pedía ayuda para arreglarse.

-Perfecto...Alemania ¿Cómo se ve? -Pregunto el soviético con una risa, de nuevo una palabra mal sonante dicha desde el segundo piso de la casa irrumpió la tranquila noche.

-Muy bien señor...pero está muy enojado por haber perdido, hace mucho no le veía así.

-Mejor para mí-URSS dijo risueño, mientras el joven alemán lo veía consternado- Sabes, Rusia ya está listo, si quieres puedes esperarlo en nuestra casa.

- ¿De verdad?

-Sí, tu ve tranquilo, yo te cubro

Ante esa propuesta, Alemania no se pudo resistir, hoy su padre se veía muy molesto, por lo que había la posibilidad de que cancelara su permiso para la salida de esa noche, la mejor opción sería irse antes de que este bajara. Con una sonrisa y un sencillo abrazo, el chico de cabello negro se despidió de su suegro, esperando que este pudiera controlar el genio de su progenitor.

Con una sonrisa, el soviético mayor vio cómo su pequeño nuero salió corriendo alegremente hasta su hogar, dispuesto a encontrarse con su hijo y dejándole la bella casa familiar sola. Con un suspiro, acomodo su abrigo en una de las sillas del comedor mientras buscaba algo de whisky, era obvio que su querido alemán se iba a demorar otro poco, pero ellos iban bien de tiempo, por lo que podía darse el gusto de esperarlo.

Hoy era su primera cita oficial y si, era ilógico decirlo pues llevaban un año siendo pareja, pero es que todo ese año tuvieron que esconderse de todos, fingiendo en el trabajo y en el hogar, más preocupados en sus hijos y en las cosas del día a día que en su felicidad. Pero hace un mes aproximadamente, eso se había acabado, todo por un descuido (sobre todo de URSS que se olvidó que en su casa la privacidad no existía) y una cena algo dramática en la que se dejaron las cosas claras y se respondieron preguntas incomodas, pero había servido para que los mayores pudieran vivir tranquilos su romance, sin esconderse ni fingir, por eso es que apenas las clases en la academia terminaron, ellos planearon su primera cita.

Una Cena, una Boda y Nuestra Primera Cita OficialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora